Los estudiantes de la escuela católica Sagrado Corazón nunca dejan de sorprender a los vecinos del barrio latino de Mt. Pleasant. Esta vez más de un centenar de niños, liderados por el artista salvadoreño Cristian Hernández, hicieron gala de su ingenio creativo para construir en tiempo record un colorido mosaico donde se destaca no solo su fe en Dios, sino también la diversidad cultural que distingue a ese centro educativo.

El mosaico se encuentra ubicado en la puerta principal de la escuela y donde se destaca un gigantesco Corazón de Jesús hecho con materiales reciclables en donde se pueden observar figuras de aves, plantas, cruces, azulejos, espejos, piezas de botellas e imagen de soles radiantes.

El bendición corrió por cuenta del padre Moisés Villalta, párroco del Sagrado Corazón, quien dijo que la iniciativa de los estudiantes evidencia la integridad cultural que existe entre la comunidad hispana con el resto de grupos étnicos que ha decidido vivir en el Distrito de Columbia.

“Es una bendición que la escuela Sagrado Corazón reciba en sus aulas a alumnos de diferentes razas, lenguas, pueblos y culturas que comparten el amor de Dios y la enseñanzas del Evangelio. Este mosaico evidencia la unión que existe entre religiosos, profesores, estudiantes y padres de familia. Todos ayudaron a conseguir cada una de las piezas, todos pensaron en el bien común e impulsar la fe. Nuestra escuela siempre trabaja para transmitir fe, esperanza y caridad”, manifestó el padre  Villalta.

Elise Heil, directora de la mencionada escuela, se mostró satisfecha por el trabajo realizado por los alumnos de diferentes grados, quienes se turnaron para avanza con los trabajos de construcción del mosaico. “Estamos muy alegre por haber cumplió con una de nuestras metas. Hoy nuestra escuela luce más bonita, es ejemplo de unidad y fe en Dios”. 

El acto inaugural se realizó hace unos días durante el tradicional Festival de Otoño que organiza la escuela Sagrado Corazón. Los fondos recaudados servirán para financiar diversos programas académicos del centro educativo y evidenciar la solidaridad existente en la comunidad hispana del área metropolitana.

La mayoría de niños asistieron disfrazados con sus personas favoritos y disfrutaron de diversos juegos infantiles.

Durante el evento se brindó información sobre el Programa de Becas de Oportunidades del Distrito de Columbia (OSP-DC) y muchos padres de familia mostraron interés en matricular a sus hijos para el próximo año escolar. 

Es importante señalar que la arquidiócesis de Washington todos los años otorga varios millones de dólares para ayudar a solventar a los alumnos de familias de bajos recursos económicos que quieren asistir a colegios religiosos.