Catholic Standard El Pregonero
Clasificados

Eres parte de la solución de la crisis medioambiental

Activistas ambientales sostienen un cartel con una imagen del Papa Francisco durante la marcha denominada "Oración por la solidaridad con el clima". (Foto/CNS)

Hay que actuar ya para salvar el planeta. A pesar de lo mucho que se dice y la insistencia de impulsar un cambio de mentalidad y comportamiento, la mayoría de la gente piensa que sus acciones individuales no contribuyen y no hacen una diferencia al ver la inmensidad del problema del calentamiento global.

Pero los expertos dicen que no hay que cometer el error de pensar que tus acciones no importan. "¡Sí importan! Cada molécula de CO2 fuera de la atmósfera es algo bueno. ¿Cuándo empezamos? Ahora", ese fue el urgente llamado en el Simposio sobre Justicia Medioambiental que se llevó a cabo el 3 de abril en la Universidad Católica de América.

Allí ofrecieron una guía para tomar acción diaria en favor del medioambiente: en el hogar y al aire libre, al comer, transportarse y comprar.

En el hogar se puede hacer una diferencia poniendo el termostato entre 65 y 68 grados en invierno y 76 a 78 en verano, colocando insulación alrededor de la casa, evitando recoger las hojas o limpiar la nieve con aparatos eléctricos, eliminando todas las bolsas plásticas, usando servilletas de tela y botellas de agua metálicas para recargar, reusando y reciclando, evitando el uso de productos químicos para limpiar.

En cuanto a la alimentación, el principal consejo es eliminar (o por lo menos reducir) el consumo de carne. Aconsejan: consumir cierto tipo de pescados (seafoodwatch.org), productos frescos según el momento del año en que hay abundancia de los mismos, productos producidos localmente (no implica transporte contaminante), alimentos orgánicos. Lo mejor es tomar café con tazas reusables y salir de compras con bolsas reusables.

En cuanto a transporte, los expertos instan a usar el transporte público, caminar o usar bicicleta, reducir al menos un 10 por ciento el uso del auto, mantener el límite de velocidad en las carreteras y comprar autos que ahorran combustible.

Para ahorrar, contribuir a su presupuesto familiar y ayudar al planeta, lo mejor es reducir las compras al mínimo. Las tiendas de productos usados son una alternativa para reusar y seguir aprovechando la ropa, zapatos, cuadros y aparatos que otros desechan. El intercambio de productos y servicios también contribuyen. Si va a hacer regalos, opte por dar entradas a eventos y membresías. Reregale, es el consejo.

Al aire libre se puede hacer mucho, también. Pase tiempo en la naturaleza, pero cuídela. Haga labores de jardinería, plante árboles y arbustos, organice un jardín comunitario y siembre plantas de la región.

Entre otros consejos, recomendaron orar y meditar, unirse a grupos locales para compartir valores y un desarrollar un plan de acción colectivo. "Mantenga la esperanza y cultive la caridad, paz, compasión y coraje", subraya la guía distribuida en el simposio titulado "Dimensiones sociales de la crisis climática".

El profesor Sacoby Wilson, quien da clases de salud medioambiental en la Universidad de Maryland, habló del impacto de esta crisis en las poblaciones más vulnerables, los grupos minoritarios y gente desplazada por el cambio climático.

Explicó que justicia ambiental es el tratamiento justo y el involucramiento significativo de toda la gente (independientemente de la raza, ingreso, etnicidad y cultura) con respecto al desarrollo, implementación y aplicación de las leyes, regulaciones y políticas sobre medioambiente.

Por el contrario, el racismo medioambiental es la discriminación racial, intencional o no, en la aplicación de las reglas y regulaciones del medioambiente. Puso como ejemplo enfocarse en comunidades minoritarias a la hora de ubicar las industrias contaminantes, aplicar leyes y estatutos del medioambiente de modo diferente en esas poblaciones o excluirlas de reuniones (públicas o privadas) relacionadas al tema.

Igualmente, explicó cómo la extracción, refinamiento, quema y los desechos de carbón están matando a las poblaciones minoritarias -incluyendo la contaminación por gases de efecto invernadero. Casi seis millones de personas viven cerca de una planta de carbón en Estados Unidos, las cuales están desproporcionadamente ubicadas en comunidades de color (grupos raciales no blancos) y de bajos ingresos.

Secciones
Buscar