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Alumnos prefieren cursos STEM en escuela católica arzobispo Carroll

Stacey Williams, profesora asistente en la facultad de farmacia de la Universidad Notre Dame de Maryland (der.), habla sobre la importancia de la industria farmacéutica en el siglo XXI. Foto/MV

El programa STEM de la escuela católica secundaria Arzobispo Carroll se ha convertido en el preferido de muchos estudiantes, quienes se divierten usando herramientas tecnológicas, realizando proyectos científicos y soñando con el día en que se conviertan en profesionales. 

Todos los meses ellos invitan a profesionales jóvenes para que compartan sus experiencias personales en el maravilloso mundo de las ciencias. 

Este mes Stacey Williams, profesora asistente en la facultad de farmacia de la Universidad Notre Dame de Maryland, se reunió con un grupo de alumnos para explicarles que hoy la industria farmacéutica requiere de muchos profesionales calificado para trabajar en laboratorios de investigación y en centros de distribución de medicamentos.

“Farmacia es una carrera increíble, en donde necesitas emplear de manera combinada materias como matemáticas, física, química (orgánica e inorgánica), biología (celular y molecular), anatomía, patología, farmacología, botánica, técnica farmacéutica, derecho farmacéutico, administración y hasta economía. Los que escojan ser químicos-farmacéuticos tengan la seguridad de que nunca se aburrirán”, señaló Williams, quien se sorprendió por los aplausos de los alumnos. También explicó que ahora no solo se necesita saber de química, sino dominar todo lo relacionado con suministrar medicamentos de calidad, efectivos para los pacientes y las diversas modalidades de negocios farmacéuticos. 

“La escuela secundaria es el lugar ideal para decidir el tipo de carrera universitaria que quieren seguir. Recuerden que el dominio de los cuatros pilares que sostienen el programa STEM (ciencia, tecnología, matemáticas e ingeniería básica) les abrirán las puertas para tener éxito en sus estudios superiores”, dijo la profesora de la Universidad Notre Dame de Maryland.

Williams reconoció el esfuerzo de los profesores de la escuela Carroll por utilizar métodos alternativos e innovadores en la enseñanza de las materias relacionadas con ciencia. “El pertenecer a un grupo étnico minoritario o de proceder de una familia con pocos ingresos económicos no son obstáculos para convertirse en doctores, científicos e ingenieros. Aproveche la dedicación de sus maestros y no tengan miedo en convertirse en los científicos del futuro”.   

El esfuerzo de la escuela católica secundaria Arzobispo Carroll se enmarca en la necesidad de fomentar entre los estudiantes de grupos minoritarios el seguimiento de carreras STEM. 

Por ejemplo, según las estadísticas solo el uno por ciento de las latinas representó la fuerza laboral de computación durante el 2017 y en general, solo el 24 por ciento de las mujeres ocupan puestos relacionados con la ciencia. Hoy el 8 por ciento de los hispanos trabaja en campos STEM.

Michelle Ming, directora del programa de ingeniería de la mencionada escuela, dijo que los estudiantes del programa STEM profundizan en principios de ingeniería, aplicando estándares de matemáticas, ciencias e ingeniería a proyectos prácticos. 

“Ellos trabajan individualmente y en equipos para diseñar soluciones a una variedad de problemas utilizando el software modelado 3D,  utilizan un cuaderno de ingeniería para documentar su trabajo”, agregó.
 Asimismo, aprenden sobre circuitos electrónicos que se utilizan para procesar y controlar señales digitales, los cuales se pueden encontrar en dispositivos electrónicos modernos, como teléfonos celulares, reproductores de MP3, computadoras portátiles, cámaras digitales y televisores de alta definición. 

“El enfoque principal de los cursos es exponer a los estudiantes al proceso de diseño de diseño lógico combinacional y secuencial, trabajo en equipo, métodos de comunicación, estándares de ingeniería y documentación técnica”, acotó Ming. 

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