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Una empresaria de éxito

Margarita Diloné, presidenta de la agencia de seguros Crystal, es una empresaria de éxito. (Foto/Javier Díaz)

En el mundo de los negocios, como en la vida, lo más importante es no dejarse derrumbar. Y si tratan de hacerlo, pues hay que volverse a levantarse. Esa es la filosofía que aplica la exitosa empresaria hispana, Margarita Diloné, presidenta de la agencia de seguros Crystal. Ella supo salir victoriosa cuando el camino se tornó cuesta arriba.

También fue víctima de violencia doméstica, sacó adelante sola a sus cuatro hijos, pasó momentos difíciles al criar a una hija discapacitada y luego encaró el dolor de perderla. "No te dejes abatir. Las olas vienen, pero no hay que dejarse tumbar", dijo quien ahora tiene una empresa de seguros que cuenta con casi 5 mil clientes y factura seis millones de dólares al año.

Agregó que para todo en la vida hay que tener persistencia y resiliencia. Esta última es la capacidad que tiene una persona para superar circunstancias traumáticas, para adaptarse positivamente ante situaciones adversas.

"Es verdad que es más difícil cuando sé es mujer y sé es hispana, pero yo no uso eso como una muleta. Lo más importante es saber lo que uno vale", dijo en una entrevista hace unos días en la exposición de negocios organizada por la Cámara de Comercio Hispana del Gran Washington.

Margarita, quien tiene raíces puertorriqueñas y dominicanas, estudió mercadeo y contabilidad. En sus inicios, fue agente de bienes raíces y trabajó en la Asociación de Bienes Raíces de Washington.

Ante las injusticias que veía en el trato a los empleados del gremio de los seguros, decidió tomar las riendas y establecer su propia compañía en 1984 cuando apenas tenía 25 años -contó.

En ese entonces, no había muchos agentes que hablaran español en el área metropolitana de Washington para servir a la comunidad hispana. Sin duda, no le fue fácil el camino empresarial, pero su perseverancia le dio frutos.

Recuerda que cierta empresa le negó un contrato en tres ocasiones. Al pasar el tiempo, reconocieron la calidad de su servicio y la contactaron. Aunque uno siempre va a encontrar gente negativa, sí es posible avanzar.

En más de tres décadas, su compañía fue creciendo, obtuvo licencia en los tres estados de la región capital e Illinois, y su equipo aumentó a ocho empleados en la sede de Adams Morgan, Distrito de Columbia. "Tratamos de ayudar a los hispanos a entender sus necesidades de seguro personal o de negocios para incrementar la prosperidad de la comunidad", expresó el 29 de marzo en el Centro de Convenciones.

A esta madre católica de 60 años, el servicio al prójimo le apasiona. Hace cuarenta años colaboró como voluntaria en El Pregonero y siempre busca oportunidades para ayudar. "Servir a la comunidad hispana es mi motivación más grande, mi pasión", dijo convencida quien desea ser una inspiración para las mujeres latinas.

Y parece que el camino cuesta arriba la fortalece. Todo lo que emprende lo logra y todo obstáculo lo supera con la fuerza que le da la seguridad en sí misma, el trabajo arduo e incansable, la actitud positiva y su inquebrantable fe. "Con la ayuda de Dios, todo se puede", subrayó.

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