El arzobispo Wilton Gregory enalteció a un Jesucristo sanador durante la Misa Blanca realizado, el 30 de octubre, en la iglesia Santa María de Landover Hills, Maryland.
Subrayó que en el Evangelio se puede ver a un Jesús que les puso atención y se conmovió con las personas con discapacidades, condiciones especiales o enfermedades que le presentaban para sanar. Las respetaba y las trataba como personas integrales. El cardenal dijo que vino a sanarles, así como a todos nosotros.
“¿Qué es peor, la incapacidad de nuestros oídos para escuchar y entender el sonido, o la sordera del espíritu humano para apreciar las necesidades de nuestras hermanas y hermanos?”, se preguntó el cardenal instando a los presentes a ser sensibles con los demás.
“Todos necesitamos aun algún tipo de sanación”, dijo el prelado refiriéndose a que aun los más saludables pueden tener limitaciones físicas, espirituales o personales. “Incluso las personas más jóvenes y vibrantes en la Iglesia sufren hoy de las enfermedades que el pecado imparte”.
Este servicio anual enaltece los dones de las personas sordas y con otras discapacidades y promueve su participación en las parroquias y en la sociedad en pleno. Es una celebración de la vida en todas sus etapas, incluyendo toda la creación del Señor.
Una persona mayor en muletas subió al altar para leer la primera lectura del Evangelio y una persona en silla de ruedas le dio las ofrendas al cardenal.
La Misa Blanca, a la cual el clero y muchos fieles acuden vestidos de blanco, se celebra cada año para renovar las promesas bautismales. A este servicio, en honor a los desvalidos, acuden líderes de la comunidad con discapacidades, personas comprometidas en ayudar a los discapacitados como familiares, empleados, catequistas y voluntarios que sirven en los ministerios.
La arquidiócesis cuenta con la oficina del Ministerio de Sordos y Discapacitados y pone a disposición de la comunidad de fe una serie de programas para asistir a las personas discapacitadas y sus familias.
La citada oficina trabaja con el clero y las familias, así como con otros asociados, para animar a las personas con necesidades especiales a participar plenamente en las parroquias y comunidades.
Cerca de la escuela parroquial de Santa María opera el Centro Papa Francisco (7202 Buchanan Street, Landover Hills, MD 20784). Pueden informarse llamando al (301)853-4560.
La Iniciativa Arquidiocesana de Afirmación de la Vida/Diagnóstico Prenatal apoya a las mujeres y sus familias para que lleven a término el embarazo tras un diagnóstico prenatal inesperado de una discapacidad o defecto mortal. Para información contacte la organización La Promesa de Isaías (isaiahspromise.net). Información en español para sacerdotes: 21Booklet-Affirming-Life-Pastoral-Care-Resources-SPA-FINAL-for-web.pdf (adw.org)
La arquidiócesis ayuda a crear ministerios al servicio de las personas discapacitadas que respondan a las necesidades específicas de estas personas en sus parroquias. Se ofrece también formación en la fe para adultos con necesidades especiales a través de las comunidades Fe y Luz (Faith & Light).
La parroquia Santa Rosa de Lima de Gaithersburg, MD, cuenta con un programa de educación religiosa adaptado para personas con necesidades especiales; y la arquidiócesis ayuda a crear grupos de casas para discapacitados en propiedades parroquiales, haciendo uso del modelo de Rosaria Communities Inc. (rosariacommunitiesinc.org).
Hay un ministerio hispano de catequesis para necesidades especiales que se encarga de traducir materiales al español y desarrollar ministerios hispanos de necesidades especiales en las parroquias del Sagrado Corazón de Washington y St. James de Mt. Rainier, Maryland.
La arquidiócesis organiza retiros espirituales para familias que cuidan de una persona con discapacidad. Para detalles, escriba a specialneedsministry@adw.org o visite Facebook (@ADWDeafDisabilitiesMinistry) o Twitter (@ADWDDMinistry).
