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Regresan a casa esperanzados luego de vacunarse contra COVID-19 en el Sagrado Corazón

 Monica Zevallos  recibe su vacuna contra el COVID-19 en la clínica del Sagrado Corazón, luego continuo ayudando a las personas a hacer citas para las próximas clínicas organizadas por la parroquia. Foto/Andrew Biraj

La clínica de vacunación contra el COVID-19 no abría oficialmente hasta las 10 de la mañana del 14 de abril, pero poco después de las 8 de la mañana, la gente esperanzada empezó a hacer fila a lo largo de Sacred Heart Way en el noroeste de Washington.

A las 9:15AM, había unas 35 personas esperando. Algunos tenían cita para vacunarse esa mañana. Otros se presentaron solo con la esperanza de tener una oportunidad de conseguir la primera y preciada dosis de protección contra la pandemia de COVID-19 que ha cambiado la vida de todos en el último año.

La primera de las cuatro clínicas programadas por el gobierno del Distrito de Columbia en el Santuario del Sagrado Corazón en abril, atrajo principalmente a la comunidad de Mount Pleasant/Adams Morgan. El personal del Sagrado Corazón había estado concertando citas para las 200 vacantes que el Departamento de Salud puso a disposición.

Mónica Zevallos, cuyo trabajo habitual es el de directora del programa de evangelización y RICA en el Sagrado Corazón, formaba parte del equipo que coordinaba con el Departamento de Salud de DC, la Oficina de Asuntos Religiosos del Distrito y "Five Medicine", una empresa de tele-medicina contratada por la ciudad para establecer y dotar de personal a las clínicas móviles de vacunación. Después de vacunarse, se dirigió a la oficina para ayudar a concertar citas para las próximas clínicas.

"El teléfono no ha parado de sonar", dijo. Aunque también se ha inscrito a personas que no son parroquianos, "nuestra principal preocupación como parroquia es vacunar a la gente de esta comunidad", dijo, señalando la zona de Mount Pleasant. "La gente se siente segura al venir aquí. Saben que habrá un ambiente acogedor donde se habla español".

Zevallos dijo con la opción de llamar a la parroquia para pedir una cita, se pasa por alto ciertos obstáculos -como tener una dirección de correo electrónico, que es requisito para utilizar el sistema de inscripción de la ciudad-. "No todos tienen una dirección de correo electrónico", explicó a modo de ejemplo. "Así que usamos una de las nuestras".

Se invitó a un grupo de sacerdotes y religiosos del Sagrado Corazón y de otras iglesias, a vacunarse. Algunas personas no vinculadas al Sagrado Corazón pidieron cita a través de un portal administrado por el gobierno de Washington. Otras decenas de personas hicieron fila sin cita previa o acudieron después de que sus amigos les avisaran sobre la clínica. En total, DC Health informó que ese día se vacunó a 420 personas en el Sagrado Corazón.

Encabezando la fila, Nelson Ayala y Mariela Vado, socios de una empresa de contabilidad situada a pocas cuadras de la calle 14, tomaban café y charlaban mientras esperaban. Ayala se enteró de la clínica porque es feligrés del Sagrado Corazón. "Desistí" de conseguir una cita a través del sistema de inscripción en línea gestionado por la ciudad, dijo.

Viajar a El Salvador para ver a su familia es lo primero en su lista de prioridades accesibles para los vacunados, dijo. Vado, cuya familia está en Nicaragua, dijo que también planea viajar pronto. Los programas de vacunación en esos países están más atrasados que en Estados Unidos, ya que en ambos empezaron a tener vacunas disponibles recién en marzo.

La parroquiana Julita Díaz empezó a hacer fila a las 8:15AM para su cita de las 10 de la mañana. Dijo que había intentado conseguir una cita en otro lugar, pero la opción del Sagrado Corazón fue la primera que funcionó.

"Cuando me vacune podré volver a trabajar", dijo, explicando que ha estado desempleada durante el último año, sin su trabajo como mucama en el Aeropuerto Nacional Reagan. Dijo que el COVID ha golpeado duramente a su familia ya que varios familiares enfermaron y uno falleció. Su empleador no le ha ofrecido una vía para vacunarse.

Cerca de ella en la fila, Jorge Quinde y Mélida Torres explicaron que, incluso cuando se vacunen, van a seguir siendo especialmente cautelosos, llevando máscaras y manteniendo la distancia requerida, porque su hijo de 17 años tiene leucemia, lo que aumenta enormemente el peligro en caso de infección.

El párroco del Sagrado Corazón, el padre franciscano capuchino Emilio Biosca Agüero, dijo al Catholic Standard que la Oficina de Asuntos Religiosos de la Alcaldía se puso en contacto con la parroquia para proponer una clínica en la iglesia como parte de la iniciativa "Fe en la vacuna", en colaboración con las iglesias. Los feligreses del Sagrado Corazón son predominantemente hispanos y algunos de ellos son indocumentados. Ese factor les angustia a la hora de tener que contactar al gobierno para obtener una vacuna, explicó. Los hispanos son más propensos a contraer el COVID-19 que los blancos. Tienen cuatro veces más probabilidades de ser hospitalizados y casi tres veces más riesgo de morir por esta causa, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, siglas en inglés).

Un representante de DC Health explicó que "Fe en la vacuna" era inicialmente un proyecto piloto para facilitar que los residentes mayores de 65 años de los distritos 5, 7 y 8 se vacunaran en las iglesias. Estos distritos tienen altas tasas de mortalidad por COVID-19. A medida que los criterios de elegibilidad de las vacunas cambiaron en el Distrito de Columbia, también lo hicieron los criterios de elegibilidad para la iniciativa, lo que llevó a extenderla hasta el Sagrado Corazón, que está en el distrito 1, y a otras iglesias.

Los planes en el Sagrado Corazón se expandieron hasta cuatro clínicas de vacunación programadas allí el 14, 17, 22 y 24 de abril. La Iglesia Católica de San Lucas en 4925 East Capitol St., SE, en el distrito 7, organizará clínicas en su estacionamiento el 28 y 29 de abril de 10AM a 4PM. Y la Iglesia Metodista Unida Emory en 6100 Georgia Ave., N.W., en el distrito 4, ofrecerá clínicas el 30 de abril y el 1 de mayo.

Este día, Sacred Heart Way, una calle de una manzana bordeando un pequeño parque que separa la iglesia de la calle 16 del noroeste, se cerró al tráfico, ya que se instalaron tiendas de campaña en la acera y junto a la iglesia.

Aunque al principio hubo un poco de confusión cuando decenas de personas sin cita previa aparecieron en las afueras de la iglesia, por una hora durante la primera clínica, el sistema funcionó muy bien. Los voluntarios de la parroquia y del gobierno de DC avanzaban en las filas con el papeleo necesario, asegurándose de que todos estuvieran inscritos. Los voluntarios también pudieron vacunarse.

Ligia Rodríguez era una de las personas que no tenía cita. Empleada del Departamento de Obras Públicas de D.C., Rodríguez encontró cerrada la calle frente al Sagrado Corazón, mientras conducía un camión volcador para recoger una carga de arena. Se estacionó y les preguntó insistentemente a los voluntarios y empleados para ver cómo podía vacunarse ella también. Afortunadamente, le permitieron un par de horas de su jornada laboral para vacunarse, dijo.

Mientras caminaba por la acera, ansiosa por conseguir un turno, dijo que viajaría a El Salvador este verano para ver a su familia, una vez que estuviera completamente vacunada. Poco después, le habían pinchado el brazo y le habían programado una cita para la segunda dosis. Incluso detrás de una máscara, podía percibirse el alivio en su rostro.

"Fue más fácil para mí cruzar la frontera sin zapatos que conseguir una vacuna", bromeó, mientras se arrugaba el borde de sus ojos por una sonrisa.

Una vez que la gente verificaba su inscripción -en una carpa para este fin- esperaba su turno en la antesala de la iglesia o cerca de la carpa en la acera, en uno de los cuatro puestos de vacunación atendidos por "Five Medicine". Allí, descubrían un brazo, recibían una inyección y se les indicaba que esperen en la antesala por 15 minutos en caso de una reacción alérgica. Se concertaron citas para una segunda dosis de la vacuna Moderna para cada persona, nuevamente en la iglesia para dentro de un mes.

 (Se están organizando clínicas de vacunación en los vecindarios del Distrito de Columbia para residentes de esas comunidades y se recomienda que la gente contacte a las iglesias anfitrionas y se inscriba previamente para la vacunación. El número de teléfono del Santuario del Sagrado Corazón es (202)234-8000 y el de la parroquia de San Lucas es (202)584-8322.


 

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