"Dios padre de misericordia, que has puesto a este pueblo tuyo bajo la especial protección de la siempre Virgen de Guadalupe, madre de tu hijo, concédenos por su intercesión profundizar en nuestra fe y buscar el progreso de los pueblos por caminos de justicia y paz", expresó el arzobispo de Washington, cardenal Wilton Gregory, en español este 12 de diciembre 2020 en la misa especial por la fiesta de la Virgen de Guadalupe en la catedral de san Mateo Apóstol en Washington.
"La Virgen de Guadalupe es la virgen del Adviento porque está embarazada, esperando esa bendición para el mundo, que es su hijo Jesucristo", dijo por su parte el obispo auxiliar de Washington, monseñor Mario Dorsonville, concelebrante en el servicio religioso que este año se realizó de modo virtual.
"Quien se abre a Dios, deja que el Espíritu Santo llegue a su vida y a su familia, está colmado de frutos, mientras aquel que se cierra a la acción de Dios se queda estéril porque está pensando solamente en sí mismo. Aquellos que pueden decir, como María, 'hágase en mí, según tu palabra'. Ella quiere, no para sí misma, ser madre fecunda que por su vientre sagrado, engendra a aquel que nos va a dar la salvación", expresó monseñor en su homilía.
El celebrante ahondó en el evangelio del día, el cual marca un anuncio, el anuncio que es revelado a una mujer que está llena de gracia. "Gracia es fuerza de Dios, dada por el Espíritu Santo. Es mujer de oración, abierta a la oración. Y ese anuncio va dirigido a ella para decirle que va a ser la madre del hijo del altísimo, quien es Jesús", dijo el obispo Dorsonville.
Recordó que Jesús va a reinar por siempre en la eternidad. "Ese anuncio a María conlleva el amor infinito de Dios que entrega su hijo a la humanidad, para que en el amor él entregue en abundancia y totalidad lo que Dios es para nosotros: amor en la cruz. Es una cruz que por su muerte, nos llevará a la resurrección", expresó durante la misa guadalupana de este sábado que se prolongó por más de dos horas y fue transmitida en vivo por Facebook y YouTube.
Continuando con su breve meditación del evangelio, el obispo dijo que el anuncio a María es acerca de la abundancia de la cruz en el amor. "¡Qué hermoso! Y se da en un momento en que tantas y tantas familias y tantos hermanos queridos sufren. Podemos tomar la cruz como premonición de ese vientre sagrado de María Santísima que nos va a dar el camino de la salvación. Es una bendición de Dios, está llena de la gracia del Espíritu Santo, recibe el verbo encarnado de Dios en su vientre".
En su mensaje bilingüe, hizo eco de las palabras del papa Francisco instándonos a salir mejores personas de esta pandemia, a reconstruir una sociedad (unidos como hermanos, ayudando a los demás, promoviendo la solidaridad, la justicia social, la paz) y a pasar de la indiferencia a la solidaridad.

El obispo Dorsonville pide a la Virgen de Guadalupe que interceda por nosotros en estos tiempos de pandemia. Foto/Andrew Biraj

"Somos peregrinos del cielo y, a través de las palabras, cuidado, acciones, solidaridad y constante encuentro humano, vamos a llegar allí", dijo el obispo Dorsonville.
Le pidió a la Virgen de Guadalupe, en estos tiempos de pandemia, que interceda por nosotros.
Además, a nombre de la comunidad hispana y de la presencia multicultural de la arquidiócesis, agradeció la presencia del cardenal Gregory en la misa más popular del año en la comunidad hispana. Miles participan en servicios, procesiones, cantos, trasnochadas con música y comida mexicana. Debido al COVID-19, este año muy pocos tuvieron acceso a la misa, la cual se organizó para difusión en internet, pero en pocas horas más de tres mil personas la habían visto. Ese número irá creciendo y, sin duda, es mucho más que la capacidad de la catedral. Una prueba más de que esta pandemia ha impulsado la evangelización masiva en línea.
"¡Qué alegría, qué honor, que su eminencia celebre la Eucaristía con nosotros! ¡Qué nuestra Señora de Guadalupe le bendiga en su ministerio episcopal y bendiga, por su oración, a nuestro querido pueblo hispano, a nuestras comunidades multiculturales, para que el Señor nos guíe en este camino de pandemia", dijo el obispo auxiliar.
La misa incluyó una colorida presentación de baile folklórico. Niños y adultos, con trajes típicos, danzaron hacia el altar. Seguidamente ingresó un creyente personificando a san Juan Diego, se dirigió a pocos pasos del cardenal y abrió su tilma para dejar ver la hermosa imagen de la guadalupana. El prelado hizo una reverencia y la bendijo, luego se mostró la tilma a los pocos presentes.
La réplica de la tilma de Juan Diego que se utiliza en esta celebración es un regalo de las monjas del Convento de las Adoratrices Perpetuas del Santísimo Sacramento de la Ciudad de Morelia en Michoacán, México. La misma fue bordada a mano por las hermanas Yuliana Reyes Salto, María del Carmen Vázquez Partida y María Isabel García Arias. La arquidiócesis agradece a las hermanas por este regalo invaluable.
Este tributo anual arquidiocesano, llamado "Caminata con María 2020", fue principalmente en español, pero incorporó otros idiomas. El mismo concluyó con la oración del papa Francisco a la Sagrada Familia: http://www.vatican.va/content/francesco/es/prayers/documents/papa-francesco_preghiere_20131229_santa-famiglia.html.
La misa puede ser vista en su totalidad en: https://youtu.be/-Tkv4wJ9mWc