El bien común se fomenta dejando de lado las etiquetas de postura fácil, preguntando y compartiendo los valores que motivan a ello, amén de elegir líderes íntegros que acudan a lugares que estén fuera de su zona de confort anteponiendo los intereses individuales al bien común.
Esa fue algunas algunas de las premisas más destacadas del panel “¿Qué es lo que ha pasado con el bien común” organizado –recientemente– por la Iniciativa sobre el Pensamiento Social Católico y la Vida Pública de la Universidad Georgetown.
En el diálogo en línea se abordaron temas preocupantes acerca del principio olvidado del bien común: Cómo éste se ha visto socavado a raíz de la respuesta de Estados Unidos ante la pandemia, el combate político y las divisiones religiosas. Se trató, además, de cómo buscar formas para avanzar, promover el bien común y enfrentar nuestros desafíos nacionales.
A medida que la política estadounidense se ha ido polarizando, la capacidad de aunar esfuerzos para superar la pandemia y otros desafíos que plantea el siglo XXI se ha visto entorpecida por constantes disputas políticas e ideológicas. Inclusive la fe religiosa, la cual debería despojarnos del egoísmo individualista y elevar el bien común, se ha visto politizada y mal usada en aras de agendas ideológicas y partidistas.
John Carr, codirector de la iniciativa y moderador del coloquio, inició su intervención citando las palabras del papa Francisco sobre “el retroceso en la democracia en el mundo” a raíz de la visita del pontífice al Palacio Presidencial de Atenas la semana pasada. El bien común ha de ser la base para el consenso, la unidad y el progreso y puede que nos lleve a sacrificar algunos de nuestros propios intereses.
Marcy Kaptur, representante de Estados Unidos para el noveno distrito del Congreso de Ohio, dio su punto de vista en relación a la procedencia del concepto de bien común: “El individuo existe en comunidad y no podemos separar los derechos y la división de la persona de esta integración en la vida de una comunidad, ya sea en forma de familia, pueblo o comunidad de fe. Derechos y responsabilidad, persona y comunidad son los cimientos de qué es lo que la enseñanza católica social entiende por bien común.”
Tricia Bruce, socióloga y autora galardonada por varios libros de no ficción, señaló: “El diálogo entorno al bien común se basa en hacer preguntas difíciles y en recopilar información fiable para responder a esas preguntas. Esto se logra cuando emerge la verdad empírica como medio para obtener entendimiento e identificar puntos en común para crear caminos hacia el futuro.”
Matthew Dowd, consultor político y ex estratega jefe de la campaña de reelección Bush-Cheney de 2004 se refirió a la fragmentación política y a como en este ámbito se ha seguido un camino opuesto al del bien común: “Nuestros líderes ya no son capaces de gobernar para la mayoría y de reflexionar sobre la sociedad, pero la responsabilidad es también de la propia sociedad, a la que se le he ha venido repitiendo que pueden lograr lo que quieren sin sacrificio alguno.”
Vincent Rougeau, el nuevo presidente de la escuela Holy Cross de Worcester, Massachusets, dijo que nuestra democracia está en riesgo: “En las comunidades locales sí que se está llevando a cabo la práctica del bien común; sin embargo, a medida que nos acercamos a la cadena de liderazgo vemos como la división y el aislamiento se agravan y como se fomentan comportamientos muy destructivos. Nuestros líderes tienen que promover los valores del compromiso y la buena voluntad”.
El diálogo finalizó con la aportación de los diferentes panelistas sobre qué hacer para promover el bien común.
Para Matthew Dowd, los líderes que escogemos deberían ser personas íntegras y que antepongan los intereses individuales al bien común. Personas “que acudan a lugares que estén fuera de su zona de residencia, lugares incómodos donde encontrar su propia Calcuta y así enfrentarse a su propia misión”.
Por otro lado, Marcy Kaptur manifestó que para ella es importante que las personas se organicen para expresar su fe en las comunidades donde viven, que se sacrifiquen y que encuentren gente para participar en esos actos.
Según Vincent Rougeau, una manera de promover el bien común es acudiendo a parroquias que estén fuera de la propia zona de confort, o reuniéndose con personas cuyas experiencias difieran de las de uno mismo.
Y por último, para Tricia Bruce el bien común se fomenta dejando de lado las etiquetas de postura fácil y preguntando y compartiendo los valores que motivan a ello.