La conmemoración de la pasión y muerte de Jesucristo tuvo una marcada presencia hispana en las parroquias de la Arquidiócesis de Washington. Este año la representación del Vía Crucis (Pasión de Cristo) se realizó por las calles del barrio latino de Langley Park y el centro de Silver Spring (Maryland), congregando a centenares de feligreses de habla hispana en la procesión del ‘camino de la cruz’.
En esta ocasión participaron numerosos catequistas y voluntarios, en su mayoría centroamericanos, de las parroquias Nuestra Señora de los Dolores y San Camilo, así como de St. Miguel Arcángel. Ellos personificaron los pasajes vividos por Jesucristo camino al Gólgota, lugar donde Jesús fue crucificado. Los feligreses participaron de las 14 estaciones.
A pesar de una ligera llovizna, el Viernes Santo cientos de fieles siguieron paso a paso como Jesús fue condenado a muerte, cargando la cruz, el encuentro con su madre María. También la ayuda prestada por Simón el Cirineo para llevar la cruz y cómo Jesús consuela a las mujeres de Jerusalén. Los actores escenificaron con dramatismo cuando Jesús es despojado de sus vestiduras, azotado y clavado en la cruz.
Jóvenes de la parroquia St. Miguel Arcángel participan en la representación del Vía Crucis en Silver Spring (Maryland).
“Para todos, en especial los hispanos, la representación de la Pasión de Cristo es algo muy tradicional y forma parte de la expresión de su religiosidad. Allí se aprende sobre el amor que Dios tiene por sus hijos, pero también sirve para reforzar nuestra fe y nuestra unión como comunidad”, dijo Helder Hernández, miembro hispano del Comité Parroquial de St. Miguel Arcángel
Explicó que el Vía Crucis es muy expresivo para los hispanos, pues el vestuario, escenografía, representación de los personajes y los hechos son mostrados de una forma tan real que terminan sensibilizando tanto a actores como al público. “Los integrantes de nuestra parroquia durante meses se prepararon para representar el Vía Crucis. Tuvieron muchas horas de ensayo y oración”.
El padre Carlos de Rodrigo Gutiérrez y el diácono Oscar Méndez presidieron la representación del Vía Crucis por las céntricas calles del centro de Silver Spring. Salvador Álvarez y Melissa Flores, ambos integrantes del grupo Juventud Unida a Cristo, representaron a Jesús y María.
Algo similar ocurrió con los jóvenes de la parroquia San Camilo y Nuestra Señora de los Dolores, quienes en cada una de las estaciones dejaron constancia del drama que viven los inmigrantes indocumentados, que muchos de los casos se asemejan a lo vivido por Jesús durante el Vía Crucis.
“Nosotros vivimos en carne propia la desigualdad, persecución y deportación solo por el simple hecho de ser trabajadores sin tarjeta de residencia dijo el parroquiano Elmer Santos, quien llegó con su familia hasta el centro comunitario de Langley Park para acompañar la representación del recorrido del Señor a la cruz.
