Alrededor de 280.000 casos de COVID-19 en niños han sido reportados en Estados Unidos desde inicios de la pandemia, siendo los hispanos y los afroamericanos los más afectados, según informe presentado este martes por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

El informe analizó a niños de cinco a 11 años y adolescentes de 12 a 17, y detalla que desde marzo, un periodo durante el cual la mayoría de las escuelas de EEUU impartían clases de manera virtual o estaban cerradas durante el verano, la incidencia entre los adolescentes fue aproximadamente el doble que en los niños más pequeños.

De igual forma, los hispanos representaron el 46 por ciento de los casos confirmados entre los niños más pequeños y el 39  por ciento entre los adolescentes. Además, los niños hispanos representaron 45  por ciento de los casi 2.500 que fueron hospitalizados, seguidos por los afroamericanos con un 24  por ciento. En lo que respecta a los ingresos a unidades de cuidado intensivo, 43  por ciento de los 321 niños que necesitaron de este servicio fueron hispanos, seguidos por un 28  por ciento de afroamericanos.

Aunque la mortalidad y la hospitalización en los niños en edad escolar fue baja, las etnias hispana y afroamericana, así como las afecciones subyacentes, se informaron con mayor frecuencia entre los niños que fueron hospitalizados o ingresados en unidades de cuidado intensivo.

Según los CDC, esto proporciona mayor evidencia de que algunos niños pueden tener un mayor riesgo de enfermedad grave asociada con la COVID-19. Además, se ha informado que la COVID-19 aguda y el síndrome inflamatorio multisistémico en niños (MIS-C) afectan de manera desproporcionada a los niños hispanos y afroamericanos.

Para los CDC, la implementación de múltiples estrategias de mitigación simultáneas y comunicaciones personalizadas sobre la importancia de promover y reforzar comportamientos que reduzcan la propagación de la COVID-19, como lo son el uso de mascarillas, el distanciamiento social y lavado frecuente de manos, pueden reducir la propagación del coronavirus en escuelas y comunidades.

Los autores detallaron que las escuelas y las comunidades deben implementar múltiples estrategias preventivas simultáneas y ajustar la mitigación según los niveles locales de transmisión para reducir el riesgo de enfermedad COVID-19 para estudiantes, maestros, miembros del personal escolar, familias y la comunidad. EFE