“Dios siempre está ahí si sólo tenemos fe en Él”, ha dicho el arzobispo de Washington, cardenal Wilton Gregory, este viernes 15 de octubre a los estudiantes de la Academia Católica del sureste de Washington.

“Le agradecemos al cardenal Gregory que haya aceptado nuestra invitación para visitar nuestro colegio. Es un honor y un privilegio”, dijo el director de la academia católica Harold Thomas. Explicó que el eslogan que impulsa la escuela es “Avanzando todos juntos al unísono con el Espíritu Santo ~ Fortaleciendo nuestra fe en Dios”, subrayando las virtudes de vida: fe, esperanza y amor, también prudencia, fortaleza, justicia y temperamento.

Debido a las restricciones contra el COVID-19, se limitó el número de estudiantes congregados. Se organizaron tres grupos y cada grupo participó en una actividad diferente con el cardenal.

La visita comenzó con un servicio de oración para despertar conciencia sobre el cáncer, en el cual participaron estudiantes de tercero a quinto grado de primaria. 

El estudiante de tercer grado, Delante Robinson, encabezó la oración. “Buenos días su eminencia cardenal Gregory… bienvenido”, le dijo al honorable invitado a nombre de todos sus compañeros.

“Hoy nos unimos como comunidad escolar para rezar por aquellos que sufren de cáncer. Sabemos que cuando pasamos por momentos difíciles, podemos acudir a Dios en busca de fuerza. Oremos por aquellos que están enfrentándose a los desafíos del cáncer, para que busquen en Dios la fuerza para resistir. Rezamos por aquellos que han perdido a sus seres queridos a causa del cáncer. Que encuentren la paz en el amor eterno y misericordioso de Dios”, dijo el estudiante.

El servicio empezó con la lectura de la declaración de la misión de la escuela a cargo de la alumna Xylah Sellman y prosiguió con la oración de la escuela a cargo de Catalina Wiseman. Luego de las palabras de ambas estudiantes del tercer grado, se pudo escuchar el coro escolar interpretando ‘A Beautiful Day’ (un hermoso día).

Los alumnos se unieron en la oración de la escuela. Se trata de una invocación al Señor para que los alumnos fomenten la paz cuando la gente no muestra respeto por los demás. “Cuando la gente es lastimada por las acciones de otros, ayúdanos a mostarles tu amor, tu perdón. Cuando la gente no confía en ti, ayúdanos a mostrarles que tú siempre estás ahí”.

Fue un momento para reflexionar en los que están perdidos en la vida y solos. En la plegaria pidieron a Dios que puedan ser una luz de Cristo cuando el mundo esté oscuro.

Delante pidió la misericordia de Dios para “esos momentos en que nos quedamos cortos en el cumplimiento de su voluntad” y le pidió que otorgue a todos “la fuerza, el valor y la guía para tomar las mejores decisiones”.

Luego, los pequeños escucharon palabras del Evangelio (Romanos y Lucas) y la homilía del cardenal.

Al mediodía el arzobispo bendijo la escuela y los árboles de magnolias recientemente plantados en la entrada de la academia. Fue entonces cuando con alegría los estudiantes del jardín de infantes, preescolar y primer y segundo grado cantaron la canción ‘Rise and Shine’.

Mientras tanto los estudiantes de la escuela intermedia (sexto a octavo grado) le esperaban en el salón de usos múltiples para una dinámica sesión de preguntas y respuestas.

Ante las inquietudes de los alumnos, el arzobispo contó cómo se convirtió en cardenal, algunas de sus funciones y los retos que ha encarado.

El alumno Damien Goodloe le preguntó cuales son sus actividades favoritas, que incluyen la lectura.

Ante la pregunta de la estudiante Amari Taylor, el cardenal explicó cómo ha sido su camino con Dios a lo largo de su elección de ser sacerdote durante sus primeros años hasta ser el primer afroamericano en ser elevado a la posición de cardenal.

La Academia Católica San Francisco Javier es una comunidad donde se forman estudiantes de diversos orígenes. “Nuestro objetivo es prepararlos para que se conviertan en ciudadanos productivos alimentando su crecimiento espiritual, desarrollando la excelencia académica y personal, a través de la indagación y enseñando a confiar en Dios y en sus fuerzas interiores”, dijo el director.