Estamos en plena cuaresma y es una oportunidad para reflexionar, orar, perdonar, ayunar, abstenerse de pequeños gustos, donar, ayudar al necesitado y todo encaminado a la conversión individual.
La iniciativa Plato de Arroz de Catholic Relief Services (CRS) extiende una invitación a los católicos para que donen en las alcancías de cartón a beneficio de los programas de ayuda de CRS en Estados Unidos y en el mundo.
Este año, la campaña comparte cinco historias de personas que han cambiado su vida gracias a Plato de Arroz de CRS: en Guatemala, Uganda, Sri Lanka, Sierra Leona y Gaza.
Vidas llenas de retos
En las montañas de Guatemala, criar un bebé es un reto, especialmente cuando la sequía redujo las cosechas y hay poco trabajo. “Mis padres no tenían dinero para comprar comida y dividían un huevo entre cuatro niños”, cuenta Norma sobre su niñez. A sus 20 años y en medio de los desafíos, supo de su embarazo.
Gracias a CRS aprendió a criar a su niño sano y fuerte, cultivar alimentos nutritivos y llevar una dieta saludable. Recibió alimentos en el embarazo y cuidado médico para su hijo. Ahora, Norma comparte lo aprendido con otras mamás y hace de su comunidad un mejor lugar para las familias.
La segunda semana de cuaresma CRS cuenta la historia de Annet, quien empezó a cuidar a sus hermanos pequeños cuando murieron sus padres y ella sólo tenía 12 años. La violencia en su tierra natal, Sudán del Sur, los obligó a los cuatro a huir a Uganda en un peligroso viaje.
Ahora viven en un asentamiento de refugiados en Bidi Bidi, donde hay 300 mil personas y su vida no es fácil en ese lugar.
Gracias a las donaciones de los católicos de Estados Unidos a CRS, esta organización está construyendo casas para refugiados como ellos. Además, les enseña a cultivar, les da una parcela y las herramientas para el éxito.
Annet (16) y su familia no pierden la esperanza de regresar a Sudán, pero por lo pronto tendrán un hogar donde estar a salvo -gracias a la bondad de los estadounidenses.
La doctrina social católica habla de la Opción por los pobres y destaca que es nuestro deber cristiano, dar voz a los que no la tienen y ayudar a los más vulnerables.
El programa Plato de Arroz también comparte esta cuaresma, la historia de Christyan y su familia, quienes fueron obligados a huir a la India debido a la guerra civil en Sri Lanka.
Dieciséis años después, el joven de 30 años regresó a su tierra y encontró la parcela familiar en ruinas. Regresar a casa después de tantos años es un desafío, más cuando hay una familia que mantener.
CRS ayudó a Christyan a despejar sus tierras y que tengan acceso al agua. Él está cultivando arroz, calabaza y maníes. Su hijo estudia en una escuela católica y quiere ser científico. Mientras labran su futuro, no olvidan ayudar a los demás como ellos fueron ayudados.
Otra historia positiva de CRS se enfoca en Waisa y su nieta Kumba (12) de Sierra Leona.
Waisa, siendo niña, no iba a la escuela, sino que vendía carne y así ayudaba a sus doce hermanos en la parcela familiar. Pero ahora sabe que es importante estudiar, por eso insiste en que su nieta Kumba, vaya a la escuela auspiciada por CRS, así hará una diferencia en su país.
CRS les brinda un nutritivo almuerzo a niños como Kumba, quien mantiene el sueño de ser enfermera. En las tardes, ayuda a su abuela Waisa, quien cosecha berenjenas, tomates, cebollas y los vende en las calles de Sinkunia.
CRS también está haciendo una diferencia en Gaza y para que la gente conozca detalles, comparte en cuaresma la historia de Ona. Ella quería ser una “mujer brillante” en su comunidad y un ejemplo para sus hijas. Estudió mucho y se graduó de maestra en la universidad. Pero en Gaza, no pudo encontrar trabajo, encaraba problemas financieros y estaba desesperada.
Como CRS conecta a los trabajadores con las oportunidades de trabajo, pues ayudó a Ona, quien fue contratada como pasante y aprovechó la oportunidad.
Ahorró para abrir un centro de tutoría para ayudar a estudiantes a triunfar. Piensa en el futuro, piensa en sus hijas. “Espero ser un ejemplo para ellas -dice- y que puedan cumplir sus sueños”.
Estas historias son una inspiración para sumarse a Plato de Arroz de CRS, donando o recaudando fondos para ayudar a más personas necesitadas en el mundo y en nuestra diócesis local. Pida su plato de arroz (alcancía) en su parroquia y así haga una diferencia en el mundo. Inf: crsplatodearroz.org.