En el inicio de la Cuaresma todos los estudiantes de la escuela católica Sagrado Corazón se comprometieron a respetar el tiempo de oración, penitencia y ayuno. Después de la tradicional misa del Miércoles de Ceniza, los niños mostraron orgullosos la cruz que el padre Kevin les hizo en la frente en señal de su fe.

Previamente, los alumnos recibieron varias charlas sobre la importancia de la Cuaresma, la Semana Santa y todos los simbolismos que se utilizan durante esta milenaria celebración religiosa, que este año coincide con el Año Jubilar de la Misericordia decretado por el papa Francisco.  

Los pequeños, reunidos en la parroquia Sagrado Corazón, escucharon con atención la exhortación del padre Kevin para aprovechar este tiempo de Cuaresma y conseguir una verdadera conversión, la cual abarca tanto a niños como adultos, a jóvenes como ancianos, a ricos como a pobres, a personas sanas como enfermas.

“Es importante que todos, sin importar la edad, reconozcamos nuestra condición de pecadores, que mostremos arrepentimiento, que busquemos en la oración la fuerza para perdonar y nos comprometamos a ser ejemplo de buenos cristianos”, dijo el sacerdote franciscano.

Dijo que todos debemos seguir los consejos del papa Francisco, quien todo el tiempo no dice que pidamos por la intercesión de la Virgen María para lograr una real conversión.

Asimismo, le recordó a los estudiantes que en los inicios de la Iglesia, las personas que querían recibir el Sacramento de la Reconci-liación el Jueves Santo, se ponían ceniza en la cabeza y se presentaban ante la comunidad vestidos con un “hábito penitencial”. Esto representaba su voluntad de convertirse.

También explicó que el ayuno y abstinencia durante la Cuaresma, que hacen los jóvenes y adultos, es una manera de pedirle perdón a Dios por haberlo ofendido, pero a la vez es una muestra de que queremos cambiar de vida para agradarlo siempre.

Durante la misa, el padre Kevin les dijo a los niños que la oración en tiempo de Cuaresma es sumamente importante, ya que nos ayuda a estar más cerca de Dios, comprender su infinito amor y cambiar nuestra forma de vivir para que sea Dios el centro de nuestra vida. Sólo en la oración encontraremos el amor de Dios y la dulce y amorosa exigencia de su voluntad.

“Ustedes son pequeños pero deben saber que los sacrificios que se hacen durante la Cuaresma son una clara demostración al amor de Dios. La Virgen María es el mejor ejemplo, pues en su vida tuvo que llevar a cabo muchos sacrificios y lo hizo con mucha alegría y amor a Dios”, concluyó el padre Kevin en medio del aplauso de los niños.

Es importante recordar que la Cuaresma es el tiempo litúrgico de conversión, que marca la Iglesia para prepararnos a la gran fiesta de la Pascua. Es considerado el tiempo para arrepentirnos de nuestros pecados y de cambiar algo de nosotros para ser mejores y poder vivir más cerca de Cristo. La Cuaresma dura 40 días, comienza el Miércoles de Ceniza y termina el Jueves Santo.