Al compartir el mensaje de Cuaresma de este año de los obispos de Estados Unidos, el presidente de su comité provida dijo que quería dirigirse “a todos los que cargan con la tristeza insoportable y la culpa de una experiencia de aborto” y recordarles que el amor de Jesús no tiene límites.
“Tengan la seguridad de que Jesús los sigue amando, pase lo que pase”, dijo en el mensaje del 19 de febrero el obispo Daniel E. Thomas, de Toledo, Ohio, presidente del Comité de Actividades Provida de la Conferencia de los Obispos Católicos de Estados Unidos.
“Las cenizas benditas distribuidas en nuestras frentes el Miércoles de Ceniza nos recuerdan que todos somos pecadores; rotos, imperfectos, pero muy preciosos a los ojos de Dios y tan bien amados por Él”, dijo el prelado. “Las cenizas son a la vez un recordatorio de nuestra necesidad de arrepentimiento y de las gracias que brotan de la muerte y resurrección de nuestro Señor”.
El Miércoles de Ceniza, que este año tiene lugar el 5 de marzo, marca para la Iglesia latina el inicio de la Cuaresma, un periodo de 40 días de ayuno y oración. La mayoría de las iglesias católicas orientales, que junto con la Iglesia latina encabezada por el obispo de Roma conforman la Iglesia católica mundial, suelen marcar el inicio de la Cuaresma unos días antes, el lunes, que algunos llaman “lunes limpio”. La Iglesia católica utiliza desde hace mucho tiempo la ceniza como signo externo de dolor, señal de humildad, luto, penitencia y moralidad.
El obispo Thomas dijo que esta Cuaresma quería “invitar personalmente” a todos los que lamentan un aborto inducido “a regresar al hogar con Jesús, quien espera ansiosamente su regreso, y volver a casa con la Iglesia”.
“Algunos se mantienen alejados de la Iglesia porque temen el juicio de los pecados pasados”, dijo. “Sin embargo, como nos recuerda el Papa Francisco en su carta anunciando el Jubileo de la Esperanza, (el juicio de Dios) 'está destinado a llevarnos a un encuentro definitivo con el Señor'”.
“La voz de Jesús los está llamando como sus amadas hijas e hijos”, dijo el obispo Thomas, “y Él está esperando para encontrarse con vosotros en el Sacramento de la Reconciliación. Él desea una relación con ustedes”.
“El don de la esperanza de Dios les permite esperar Su consuelo mientras lloran la pérdida de vuestros hijos abortados”, continuó, y, citando la encíclica de San Juan Pablo II de 1995 “Evangelium Vitae” (“El Evangelio de la Vida"), añadió que esta esperanza “también proporciona la seguridad de que ‘Podéis confiar con esperanza a vuestro hijo a este mismo Padre y a su misericordia'”.
Mons. Thomas rezó para que “Dios plante una semilla de esperanza en cada corazón abrumado por la tristeza y la desesperación de la participación en el aborto. Esta Cuaresma, la misericordia del Señor te espera. Permítele que te cure y convierta tu tristeza en alegría”.
También destacó la “ayuda compasiva y sin prejuicios” que está a disposición de quienes sufren un aborto “por parte de clérigos y laicos experimentados a través del ministerio diocesano de sanación del aborto de la Iglesia, más conocido como Ministerio del Proyecto Raquel”. Los sitios web del ministerio, en inglés y español, son HopeAfterAbortion.org y EsperanzaPosAborto.org, y tienen un enlace “Find Help/Busca Ayuda” para encontrar una rama local del ministerio.
A través de este ministerio, dijo el obispo Thomas, “todos los que sufren a causa del aborto pueden encontrar un oído atento, consuelo y ayuda”.