A pesar de los problemas modernos o adversidades que suelen presentarse en la vida cotidiana, nada debe apartarnos del camino de Jesucristo, tenemos que seguir el ejemplo de los santos y siempre recordar la invitación para vivir en santidad, dijo el cardenal Wilton Gregory en la misa celebrada, en la Solemnidad de Todos los Santos, en la Catedral de San Mateo Apóstol de Washington, el primero de noviembre de 2024.
Recordó que los santos fueron personas humildes de corazón, sanas de espíritu, leales al Evangelio y el ejemplo fue su mejor manera de predicar el amor y la paz que Dios quiere para todos.
“Todas las personas están llamadas a ser santas, viviendo diariamente la santidad. Los santos con sus actos se han convertido en ejemplos de vida, han mostrado la misericordia y la compasión de Dios, así como la necesidad de que todos estemos unidos en el amor y la felicidad”, manifestó el cardenal Gregory.
El arzobispo de Washington agregó que la Solemnidad de Todos los Santos permite a los fieles recordar de manera extraordinaria a todos aquellos que escucharon el llamado de Dios y eligieron que cada uno de sus pasos refleje el Evangelio, que su trajinar fuese en servicio de sus semejantes e intensamente espiritual.
También indicó que los santos son hermanos y hermanas “llenas de Dios”, atentos a las necesidades del prójimo, pero que siempre prefirieron transitar caminos de luz. Aprovechó la ocasión para recordar a todos los fieles difuntos que hoy descansan en paz y esperan el día de la resurrección.
“La Iglesia celebra hoy a los santos que fueron al cielo por demostrar su amor al prójimo y a Dios, quien todos los días nos recuerda que la santidad es accesible a la gente común como nosotros, por eso agradecemos a quienes nos han mostrado el camino”, manifestó el cardenal Gregory al concluir su homilía.
En la Solemnidad de Todos los Santos se recuerda a todas aquellas personas que, superando la debilidad y las tentaciones, fueron dóciles a la acción del Espíritu Santo y ahora comparten la gloria de Cristo.
A los fieles, se recuerda que los santos vivieron la fe, la esperanza y la caridad siguiendo el ejemplo de Jesús, y que practicaron en modo eminente las Bienaventuranzas descritas en el Sermón de la Montaña.