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Salvadoreños recuerdan martirio de San Óscar Romero

Fieles salvadoreños participan de la misa conmemorativa de San Óscar Romero. Fotos/MV

A pesar del temor e incertidumbre por las anunciadas redadas contra los inmigrantes indocumentados, cerca de un millar de salvadoreños llegaron hasta la parroquia del Sagrado Corazón del barrio latino de Mount Pleasant para participar en la misa conmemorativa del 44 aniversario del magnicidio de san Óscar Arnulfo Romero. El obispo Evelio Menjívar Ayala, quien celebro la misa el 24 de marzo, pidió a los fieles mantenerse unidos y en oración para enfrentar los momentos difíciles que se vive en el país.

“San Romero sigue presente entre nosotros. El fue un pastor de la Iglesia que siempre estuvo al lado de los humildes, las víctimas de la injusticia y nunca dudo en alzar su voz en nombre de Dios para denunciar los abusos contra sus hermanos. Hoy que nuestra comunidad inmigrante siente temor, es importante recordar que la Iglesia es un faro de luz que les acoge y que camina junto a ustedes. Hoy todos somos peregrinos de la esperanza”, dijo monseñor Menjívar.

Monseñor Evelio Menjívar durante su homilía en la misa conmemorativa de San Óscar Romero.
Monseñor Evelio Menjívar durante su homilía en la misa conmemorativa de San Óscar Romero.

El ejemplo de vida de san Romero nos revela que Dios es la fuerza, la vitalidad e inspiración para ser buenos cristianos que buscan la santidad -explicó-. No podemos sucumbir ante el pecado, la discriminación o el abuso. Debemos estar unidos como familia, juntos a la Iglesia, que es nuestra ‘Madre valiente’ que nos invita a vivir el Evangelio en unidad.

Agregó que el testimonio de vida de san Romero enseña que la Iglesia siempre está al lado de los oprimidos y es valiente para denunciar las injusticias como pide el Evangelio.

"El santo salvadoreño es un ejemplo para todos. Todos estamos llamados a ser ejemplos de vida, defender al marginado, al pobre, al que no tiene quien hablé por él", puntualizó.

Al concluir la misa, el obispo Menjívar, los religiosos invitados y los fieles se reunieron en el sótano de la parroquia para compartir refrescos, pupusas y chicharrones que fueron donados por familias salvadoreñas y distribuidas por el Comité Divino Salvador del Mundo de Washington.

Carlos Aquino, presidente del Comité Divino Salvador del Mundo, posa al lado de una fotografía de San Romero en la parroquia Sagrado Corazón de Washington.
Carlos Aquino, presidente del Comité Divino Salvador del Mundo, posa al lado de una fotografía de San Romero en la parroquia Sagrado Corazón de Washington.

Voces

Carlos Aquino, presidente del Comité Divino Salvador del Mundo, dijo que para los centroamericanos, en especial para los salvadoreños, recordar el ejemplo de vida de san Óscar Arnulfo Romero es importante para las nuevas generaciones de fieles, por su pasión por el Evangelio y su preocupación por los pobres: “Para los salvadoreños san Romero es mártir y ejemplo de vida”.

Para Carlos Barrios, miembro de la Sociedad de Católicos Laicos Caballeros de Colón-San Oscar Romero de la parroquia Sagrado Corazón, participar en la misa de recordación representa un momento de reflexión, orgullo y unidad familiar: “San Romero nos inspira en todo momento y sabemos que desde el cielo Dios y el siempre velan por nosotros”.

(Izq. a der.) Cesar López Abarca, Saul Alvarenga e Isaac Mateo Abarca, estudiantes de la escuela católica Sagrado Corazón, fueron elegidos para representar a San Romero durante la misa celebrada en su honor.
(Izq. a der.) Cesar López Abarca, Saul Alvarenga e Isaac Mateo Abarca, estudiantes de la escuela católica Sagrado Corazón, fueron elegidos para representar a San Romero durante la misa celebrada en su honor.

Berta Sifuentes, quien desde hace diez años vive en el barrio de Mount Pleasant, asegura que la presencia de san Romero se siente todo el tiempo en las calles del barrio latino: “Por donde tu camines, con quien tu te encuentres o converses, siempre sientes que te cuida, que te habla y que te pide que permanezcas en oración”.

Breve historia

San Óscar Arnulfo Romero, arzobispo de San Salvador, fue asesinado en 1980 por un escuadrón de la muerte y reconocido por su defensa de los más vulnerables previo al estallido de la guerra civil (1980-1992).

San Romero perdió la vida por culpa de un francotirador el 24 de marzo de 1980 cuando oficiaba misa en la pequeña capilla del hospital de cáncer La Divina Providencia, en San Salvador.

El santo salvadoreño se pronunciaba contra la violencia y las violaciones a los derechos humanos en los años previos a la guerra civil, con lo que se alzó como un referente en la defensa de los más vulnerables.

El Informe de la Comisión de la Verdad de la ONU de 1993 señaló como el responsable de dar la orden de asesinar a Romero al mayor Roberto D’Aubuisson, fundador de la Alianza Republicana Nacionalista (Arena), partido del que fue diputado y candidato presidencial.

Dicho documento también apunta que en la planificación y ejecución del asesinato participaron Saravia, el capitán Eduardo Ávila, así como Fernando Sagrera y Mario Molina, entre otros.

Romero fue canonizado en Roma el 14 de octubre de 2018 ante miles de personas, después de que el papa Francisco firmara meses antes un decreto que reconoce el milagro atribuido al religioso.

El santo salvadoreño ya había sido beatificado en mayo de 2015 en una multitudinaria misa.



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