Sonia Reyes se vio obligada a escapar del conflicto armado interno en El Salvador y sobreponiéndose al miedo, a sus 17 años, llegó a Estados Unidos en busca de seguridad y esperanza en una vida nueva. Desde 1984 su perseverancia académica y el trabajo comunitario la llevaron a fundar “The Family Life Consulting and Coaching Services”, una organización dedicada a empoderar a padres de familia emprendedores mediante el desarrollo personal y profesional.
Allí implementó estrategias innovadoras orientadas a atender las necesidades humanitarias desde una perspectiva espiritual e integral, lo que le permitió dirigir programas educativos de salud pública en Maryland y participar en misiones de ayuda humanitaria en Haití y Corea del Sur.
Tras cuatro décadas de trabajo intenso, un sinfín de experiencias personales y decenas de reconocimientos internacionales ahora Sonia Reyes se alista a presentar su libro “Renacer”, que es una invitación a explorar el poder interior del pensamiento creador, un recurso latente en cada ser humano, pero a menudo subyugado por dolencias emocionales, personales o familiares, retos sistémicos y creencias limitantes.
“Las páginas de ‘Renacer’ son un recordatorio que somos creyentes y portadores de un poder divino que nos permite influir en nuestro entorno y rediseñar nuestras realidades personales y familiares. También nos muestra el camino de fe para enfocarnos y superar con amor las adversidades propias de la vida”, dijo Reyes.
Agregó que en este libro no solo comparte sus vivencias personales, sino también enseñanzas valiosas sobre cómo utilizar nuestras experiencias más desafiantes como herramientas para el crecimiento y la evolución espiritual con el apoyo de Dios.
Sonia Reyes recordó que durante el viaje llamado ‘vida’, todos los inmigrantes hispanos enfrentaremos problemas que deben ser resueltos para garantizar nuestro crecimiento: “En nombre de Dios debemos aceptarlos, valorarlos y reinterpretarlos antes de actuar”.
La escritora salvadoreña es colaboradora del Centro Tepeyac de Silver Spring (Maryland), que desde hace 32 años brinda ayuda a madres gestantes en necesidad, con el apoyo de la Arquidiócesis Católica Romana de Washington.
