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Reliquias del Padre Pío se venerarán el 7 de noviembre en la Sagrada Familia

El próximo martes 7 de noviembre las reliquias de San Pío, más conocido como el Padre Pío de Pietrelcina, podrán venerarse en la parroquia de la Sagrada Familia, ubicada en el 2210 de la calle Callaway en Hillcrest Heights, Maryland 20748. La jornada se iniciará a las 9:00 AM y concluirá a las 7:00 PM.

Al concluir la veneración, el obispo auxiliar Juan Espósito celebrará una misa en honor al Santo franciscano a las 7:30 PM. 

Esta jornada de veneración es muy especial para la parroquia de la Sagrada Familia, pues desde antes de su creación estuvo ligada al Padre Pío. El vínculo, que se puede leer en la página parroquial, surge en 1944 cuando William Carrigan, un joven de origen irlandés de Maryland, que servía en la Cruz Roja en Italia, sobrevivió a la batalla de Anzio, donde las tropas aliadas desembarcaron en Italia y derrotaron a las fuerzas fascistas italianas.

El joven Carrigan estuvo convencido que Dios lo había salvado y al escuchar hablar de los milagros del Padre Pío, decidió ir a visitarlo. Durante su encuentro con el sacerdote franciscano, le mencionó que era dueño de una propiedad en la zona rural de Maryland, justo en la cima de una colina y que sería maravilloso construir un templo donde las personas pudieran reunirse para adorar a Cristo en el Santísimo Sacramento.

Luego de escuchar la propuesta, el Padre Pío le entregó a Carrigan una Medalla Milagrosa de la Virgen María para que la enterrara en la propiedad y que pidiera a la Santísima Madre para que Dios hiciera realidad este sueño. También le dijo que personalmente oraría para que se haga realidad su intención.

Al termino de la guerra, Carrigan regresó a casa y enterró en su propiedad la medalla milagrosa que había recibido del Padre Pío, oró sin descanso y se comunicó con la Arquidiócesis de Washington para hablar de su deseo. En 1948 el arzobispo Patrick O'Boyle visitó la cima de la colina para inspeccionar el área y quedó impresionado con el testimonio, aceptando el regalo. En 1952 se designó al padre Joseph Gedra como primer párroco de la parroquia de la Sagrada Familia, justo cuando se estaba construyendo un nuevo vecindario llamado Hillcrest Heights.

El 14 de noviembre de 1952, la parroquia se estableció canónicamente y se comenzaron a celebrar misas regularmente. Pero recién el 27 de noviembre de 1957 se terminaron las primeras obras. Desde el primer momento los fieles convirtieron al Padre Pío en uno de sus principales patrones espirituales. 

Jornada de fe en Waldorf 

Cientos de feligreses colmaron las instalaciones de la parroquia Nuestra Señora Auxiliadora en Waldorf (Maryland), el pasado 7 de octubre día de Nuestra Señora del Rosario, para venerar las reliquias del San Pío que llegaron de Roma. El rezo de Santo Rosario fue una constante durante toda la jornada plegada de espiritualidad y recogimiento.

En esta ocasión se exhibieron cinco reliquias diferentes: las costras de las llagas del santo; una gasa de algodón con sus manchas de sangre; un mechón de su cabello; su pañuelo empapado de sudor horas antes de morir; y un trozo del manto del Padre Pío.

El párroco Alain Colliou se mostró emocionado y agradecido por la llegada de las reliquias del Padre Pio, en especial porque en su parroquia existe un amor muy especial al rezo del Santo Rosario, el cual de manera frecuente se hace en español. 

Once horas duró la veneración a las reliquias y en ese lapso los fieles también conocieron detalles sobre la importancia de poder venerar una reliquia de parte del cuerpo del santo, un objeto personal que el santo poseía y usaba en su vida. 

Santo franciscano

El Padre Pío fue el primer sacerdote conocido que llevó los estigmas, es decir las heridas que Jesús recibió en las manos, los pies y el costado durante su crucifixión. Estas aparecieron por primera vez en el religioso franciscano capuchino en 1918 y vivió con los estigmas durante los siguientes 50 años hasta su muerte en 1968.

El papa Juan Pablo II lo canonizó en el 2002 con el nombre de “San Pío de Pietrelcina”. Una de sus frases más recordadas es "Ora, espera y no te preocupes".

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