Catholic Standard El Pregonero
Clasificados

¿Qué, por qué? ¡Porque lo digo yo!

Esa expresión de autoritarismo usualmente termina acompañada de, ‘punto y se acabó’. Capta el momento, en un posible intercambio entre un papá y su hijo, que deliberan sobre algún permiso solicitado. No, no es ni la respuesta ni la actitud apropiada, pero para nuestro pueblo, es tan común como la sopa de fideos. Este tipo de intercambio está conectado en el contexto de la cultura, de que los adultos en la familia son los que tienen la razón y no tienen que dar explicaciones. Y por supuesto, este comportamiento es el que los hijos aprenden y repiten cuando ya son adultos.

No existe algún tipo de entrenamiento para los padres de cómo tratar a sus hijos. Simplemente repiten las experiencias que les tocó vivir con sus propios padres. Esos estilos no necesariamente han sido los ideales, pero eso fue lo que aprendieron en su experiencia personal. Es complicada y varía de acuerdo con las etapas del proceso. Se necesita caer en cuenta que los hijos tienen derechos y junto con la autoridad paterna, ellos también merecen respeto. Se reconoce de inmediato, que hoy en día, los hijos son mucho más alertas, decididos y no tan tímidos. Su postura muchas veces es de desafío y cuestionamiento. Se sienten con la necesidad de expresarse libremente, disputando y exigiendo una razón o motivo del mandato. ¡Se diría que es parte de los signos de los tiempos!

Una regla muy útil es, ‘no se debe juzgar el presente con las normas del pasado’. Sin embargo, eso no es tan fácil ya que propiamente ese pasado se convierte en algo normativo para la mayoría de los adultos. Hay que admitir que en general, esa actitud no es ni la recomendable ni la ideal, pero es la que se aprendió. Entiéndase que eso es cultural y como tal, no es tan fácil de modificar ni de cambiar. ¡Es lo que es! ...señalarían algunos. Ayuda a mejor entender el comportamiento humano, el conocer el trasfondo cultural e histórico de cada pueblo. Es recomendable aceptar lo que distingue a cada grupo humano, evitando la postura de ‘eso no debería ser así’. Cierto, desde el punto de vista personal, posiblemente ‘eso no debería ser así’…pero en lo concreto del momento, ‘es lo que es’.

Aprender a aceptar lo que no se puede cambiar, es gran sabiduría. Como lo es también saber la diferencia entre ‘lo que se puede y no se puede cambiar’. En ese caso, mucho ayuda la madurez psicológica y emocional de cada persona. Lo inapropiado de un comportamiento usualmente, va conectado con la imprudencia del individuo que no capta lo que es o no razonable en cada situación. ¡Incluyendo ahí, lo cultural! Ya se ha señalado que cualquier comportamiento aprendido en el contexto cultural, no se juzga, pero si debe de ser reconocido como tal. La vida, por tanto, incluye un continuo proceso de aprendizaje, dado lo cambiante de la condición humana y su movilidad actual.

Esa movilidad mencionada, arroja consecuencias de incomodidad y molestia, cuando el reto es aceptar y adaptarse a lo que no se entiende ni se conoce. Lo familiar es cambiante y la inseguridad personal se agrava, especialmente en el contexto de una cultura machista, donde el hombre se cree con derecho a siempre tener la razón y la última palabra. Su tendencia a dominar e imponerse con mayor autoridad no mengua a pesar de sentirse incómodo. Otra vez, se da el caso de que ‘no se supone que sea así’. Si hay algo que incomoda de la modernidad es la confusión sobre los roles del género. La mujer adopta la actitud de la supuesta ‘liberación femenina’ y sus consecuencias. Hay que señalar que, a una joven con ese tipo de mentalidad, se le dificulta encontrar un joven que se arriesgue a enamorarla o acompañarla. (¡El muy ‘machito’ le tiene miedo!) Así ha sido en lo concreto de la experiencia, aunque parezca irónico.

En el devenir de la historia, todo cambio en el comportamiento humano en general comienza con una negación y rechazo. Luego se va normalizando, y su ‘rareza’ se va superando. (e.g. años atrás, así ocurrió con la mujer y su uso de pantalones). Un elemento que caracteriza a los que se arriesgan a cambiar el comportamiento entre los géneros, es el atrevimiento. Riesgo siempre será el adaptarse a algo nuevo y diferente. La mayoría de las veces, lo ‘nuevo y distinto’ intimida al individuo y no siempre acepta el desafío de actuar. No hay duda, que Dios el Creador, ha hecho todo muy bien. Por ejemplo, gracias a Dios, el bebé que es motivado por sus padres a caminar, lo hace sin saber que, si se cae en el intento, le va a doler. Pero lo sigue haciendo por la insistencia de unos adultos que le motivan. ¿Que por qué? ¡Porque las consecuencias de vivir nunca han sido, ni serán fáciles!



Cuotas:
Print


Secciones
Buscar