En su audiencia general del 9 de octubre el Papa ha renovado su llamamiento a rezar por el fin de todos los conflictos en el mundo. Tras implorar la intercesión de la Salus Populi Romani el pasado domingo en la Basílica de Santa María la Mayor de Roma, esta mañana, desde la Plaza de San Pedro, Francisco pide a los fieles que «realcen» la «tradicional oración mariana» en este mes dedicado a ella:
"Os exhorto a todos a rezar el Rosario todos los días, abandonándoos confiadamente en las manos de María. A Ella, Madre bondadosa, confiamos el sufrimiento y el deseo de paz de los pueblos que sufren la locura de la guerra".
El pensamiento del Papa se dirige a los países más heridos por la hostilidad y la violencia, que son destacados uno a uno: «la atormentada Ucrania, Palestina, Israel, Myanmar, Sudán». El llamamiento de Francisco a la oración está también en su saludo a los peregrinos alemanes, a los que exhorta a dejarse «conducir», a través del Rosario, «por María hacia su hijo Jesús, y a rezar juntos por la paz en el mundo y por la unidad de la Iglesia». Dirigiéndose a los peregrinos de lengua francesa y árabe, el Papa les animó, «como Iglesia sinodal en camino hacia Cristo», a pedir «al Espíritu Santo la gracia de ser instrumentos de unidad y de paz».