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Obispos hablan de inmigración y aborto previo al inicio del gobierno de Donald Trump

Migrantes vistos desde Piedras Negras en el estado mexicano de Coahuila caminando por el Río Grande para llegar a un punto de entrada a Eagle Pass, Texas. Foto/OSV/Adrees Latif, Reuters

La Iglesia debe seguir defendiendo la dignidad de toda vida humana bajo la administración entrante de Trump.

Ese fue el mensaje del obispo Mark J. Seitz de El Paso, Texas, presidente del comité de migración de los obispos, y el obispo Daniel E. Thomas de Toledo, Ohio, el nuevo presidente del comité pro-vida de los obispos, quienes hablaron con OSV News en la reunión de noviembre de los obispos de Estados Unidos.

Sobre el tema del aborto, el obispo Thomas dijo a OSV News que "el papel de la Iglesia es muy claro".

"La Iglesia ha enseñado siempre y sigue enseñando que la vida del no nacido -- como han afirmado repetidamente los obispos de Estados Unidos -- es la cuestión preeminente de la vida porque al final los más inocentes, vulnerables y los que no tienen voz son los niños antes de nacer", dijo.

"No sabemos lo que esa administración va a buscar o no como política", dijo sobre la administración Trump. "Tenemos las ideas de lo que la gente dijo en la campaña electoral. Eso no significa que vayan a hacer esas cosas después de su elección".

Dijo que, con la nueva administración, él "buscará lo mismo que buscó en cualquier administración, que es la capacidad de escuchar a la Iglesia, trabajar con la Iglesia y tratar de respetar lo que la Iglesia está tratando de promover, enseñar, defender y pronunciar y eso es el Evangelio de la vida de Jesucristo".

"Pueden estar seguros de que haremos todo lo posible para abogar por la dignidad y santidad de toda vida humana y, ante todo, principalmente por los no nacidos", añadió.

En cuanto al apoyo de la entrante administración Trump a la fecundación in vitro durante la campaña electoral, el obispo Thomas se refirió a las antiguas enseñanzas de la Iglesia contra la fecundación in vitro (FIV).

Dijo que la Iglesia seguirá diciendo que "dentro de una relación matrimonial entre un hombre y una mujer", debe haber apertura a la vida y que la vida "es el resultado de dos elementos que la unión sexual es: unificadora y procreativa".

Si uno de esos elementos se impide de forma no natural, dijo, entonces "eso es problemático tanto para lo que la Iglesia cree con respecto a la vida en sí misma como para lo que la Iglesia considera matrimonio y familia, porque en última instancia irrespeta a las personas".

Dijo que, aunque "la Iglesia es profundamente comprensiva y compasiva con aquellas parejas católicas que tienen dificultades para tener hijos", al mismo tiempo, la FIV "bloquea la dimensión unitiva del matrimonio, el amor conyugal y -- como resultado -- lo convierte en algo que no sólo no podemos aprobar, sino que tenemos que decir cómo es realmente el amor conyugal".

El obispo Thomas expresó su gratitud por las tres victorias provida en las elecciones de 2024 con la derrota de las medidas electorales en Florida, Nebraska y Dakota del Sur.

Si bien se remitió a las conferencias episcopales en esos estados en cuanto a sus estrategias específicas, dijo que "hubo prácticas en todos los ámbitos que fueron muy, muy críticas para la educación, la promoción, la claridad para que la gente entendiera claramente lo que estaban votando porque muchos de nuestros católicos no entendían en lo que estaban votando ni lo radicales que eran esas cosas".

"La realidad es que ahora tenemos que seguir adelante y seguir presionando para trabajar contra esas cuestiones", dijo, "pero ciertamente espero que el testimonio a favor de la vida no haya disminuido y creo que podemos decir que la gente está animada".

En cuanto al camino a seguir para el movimiento provida, el obispo Thomas dijo que ese camino es "el camino de la cruz y Jesús recorrió ese camino por nosotros".

"Algunas personas pensaron que con el caso Roe contra Wade, todo había terminado", dijo. "Trágicamente, ahora hemos visto cómo cada estado se ha puesto manos a la obra para hacer frente a eso y no nos dejaremos disuadir y no nos desanimaremos de ninguna manera porque sabemos que tenemos a aquel que es el camino, la verdad y la vida -- Jesús mismo -- y si Él es eso, entonces seguiremos su camino. Confiaremos en su verdad y transmitiremos esa verdad y dependeremos de la vida que Él nos da, no sólo para promoverla, sino para defenderla".

En cuanto a la preocupación de la Iglesia por las vidas de aquellos que buscan asilo en Estados Unidos bajo la administración Trump, el obispo Seitz dijo a OSV News que por "aquellos que están llegando a nuestra frontera sur, tenemos una gran preocupación por el sufrimiento que padecerán porque México se ha convertido en un lugar extremadamente peligroso que se beneficia de las vidas de los inmigrantes".

Dijo que los inmigrantes "se enfrentan a la extorsión no sólo del crimen organizado, sino de las organizaciones policiales oficiales y de seguridad. El crimen organizado ha descubierto que puede ganar mucho dinero con ellos secuestrándolos y contactando a personas -- parientes y allegados --, especialmente en Estados Unidos, para pagar el rescate. Muchos de ellos se enfrentan a ataques contra su persona, agresiones físicas, violaciones".

A la luz de lo que ve que afrontan los inmigrantes, expresó su preocupación por el hecho de que Estados Unidos esté ignorando la ley de asilo y "no esté permitiendo a la gente ni siquiera el acceso para presentar una solicitud de asilo".

"Puedes tener opiniones sobre si las personas que vienen son realmente candidatas al asilo", dijo el obispo, pero "si no les permites un proceso, entonces ¿estás dispuesto a aceptar en conciencia, la responsabilidad de enviar a personas, tal vez a su muerte, que ni siquiera han tenido la oportunidad de hacer esa solicitud?"

"Necesitamos un sistema de asilo efectivo y activo. Tengan presente que el asilo -- por su naturaleza -- no permite esperar seis meses o cinco años, ya que la persona -en la mayoría de los casos- está siendo amenazada en este momento y", dijo, "sus hijos están muriendo de hambre ahora y necesitamos tener alguna respuesta".

Dijo que para mitigar "la situación extrema en la que personas desesperadas, que huyen para salvar su vida, tienen que elegir medios desesperados para cruzar a Estados Unidos", debería haber "oportunidades de asilo y ofrecer oportunidades de trabajo donde haya puestos laborales disponibles y examinar a las personas para darles un visado, de modo que puedan trabajar por temporadas o a más largo plazo".

Hizo referencia a las 175 personas que murieron este año en el sector fronterizo de El Paso donde sirve; la mayoría murieron porque "no tenían agua y estaban en el desierto en un día caluroso".

"Corren esos riesgos por una razón", dijo. "No son estúpidos. Simplemente saben que no tienen otras opciones en este momento".

Al obispo Seitz también le preocupan los continuos desafíos legales, como el que la organización católica sin ánimo de lucro de El Paso, (Annunciation House) tuvo que afrontar este año por parte del fiscal general de Texas, Ken Paxton.

Dijo que el estado de Texas "está planteando algunos desafíos directos a la labor de la Iglesia y otras organizaciones que sirven a las personas que son extremadamente vulnerables" y que la gran mayoría de los inmigrantes atendidos por estas organizaciones "han sido investigados a través del sistema, han solicitado, se han entregado, han sido procesados y se les ha dado la oportunidad de presentar su caso de asilo".

La Iglesia, dijo, no tiene la responsabilidad de "hacer la investigación de seguridad" sino que "nuestra tarea es atender a las personas que lo necesitan. Es simple".

El obispo Seitz hizo hincapié en la larga historia de enseñanzas de la Iglesia en materia de inmigración. Tenemos un día, la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, desde hace más de 100 años – señaló -- y desde principios del siglo XX e incluso antes, la Iglesia siempre ha recibido a peregrinos y migrantes. Por tanto, es una de sus obras fundamentales, el tipo de trabajo que hacían los hospicios en el pasado condujo a la creación de los hospitales, que fueron una obra de gracia católica".

Animó a los fieles a "leer lo que la Iglesia tiene que enseñar", incluidas las declaraciones de San Juan Pablo II y del Papa Francisco sobre este tema. También animó a la gente a "conocer a un migrante, a una persona que haya entrado recientemente en su comunidad. Pídeles que te cuenten su historia y llegarás a una comprensión muy diferente de lo que estás percibiendo en los medios de comunicación".



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