A los trabajadores federales, afectados por una ola de despidos, un clima laboral de ansiedad e inseguridad para sus familias, monseñor Ronald Jameson, rector de la catedral de San Mateo Apóstol, les dijo que “depositen su esperanza en Cristo y se acerquen a Él” en busca de alivio.
La catedral ofreció una misa el jueves 20 de marzo al mediodía, especialmente en apoyo a los trabajadores federales. De los cuales, aproximadamente 449.500 trabajan en el Distrito de Columbia, Maryland y Virginia.
“En este momento de incertidumbre y retos en la fuerza laboral federal”, según los organizadores, la intención ha sido ayudarles a “liberar sus preocupaciones y rezar para que Dios les de fortaleza en el camino por delante”.
Monseñor dijo que a muchos trabajadores federales se les ha suspendido de sus funciones, a otros se les ha dejado ir, “muchos más están en sus escritorios aún, pero están temerosos. Hay un clima de miedo y de ansiedad”.
Estos trabajadores, dijo, están preocupados pensando “qué será lo próximo que ocurra, quién será el próximo que tendrá que irse”.
Subrayó que en esta misa especial “nos unimos para darnos cuenta de que hay algo de esperanza y esa esperanza es Jesucristo. Esa esperanza es saber que ese es el único lugar que nos queda para ir, con Dios, nuestro Señor”.

El Gobierno republicano ha creado el Departamento de Eficiencia Gubernamental y planea eliminar trillones de dólares del presupuesto federal, abolir o consolidar cientos de agencias federales y reducir la nómina federal en un 75 por ciento.
El Gobierno federal emplea a unos 3 millones de personas (1.87 por ciento de la fuerza laboral civil), según datos de noviembre de 2024, difundidos por el Centro de Investigación PEW. Esta cifra incluye más de 600 mil trabajadores del Servicio Postal de EEUU. A este total se suma 1.3 millones de personal militar activo. Además del área metropolitana de Washington, California y Texas cuentan con gran número de empleados federales también, 147.500 y 130.000, respectivamente. Unos 30.800 trabajan en el exterior.
El departamento más pequeño a nivel de gabinete es el Departamento de Educación, con 4.245 trabajadores, y la intención del Gobierno es eliminarlo por completo.
En su homilía, el vicario parroquial, padre Isaac Sagastume, instó a reflexionar sobre el impacto de estas medidas radicales. Puso como ejemplo “un empleado federal de 65 años a punto de retirarse que se pregunta qué va a hacer ahora, una joven de 27 años que arriesgó todo para trabajar aquí en la capital y ahora le dan 30 días para irse y otro de 22 años que dejó Texas para seguir sus sueños” y ahora queda a la deriva.
El sacerdote se refirió al Evangelio del día y dijo que “nos insta a rezar por los demás” y es lo que debemos hacer en estos momentos de ansiedad.
Por su parte, el rector hizo referencia a San Mateo, como un típico trabajador federal, “a quien le pedimos que interceda por nosotros”.
En el servicio, se oró por los servidores públicos que perdieron sus empleos, también por las personas con problemas de salud mental y baja autoestima, por los que sufren una pérdida, por los profesionales y periodistas.
El gremio periodístico en la capital también está afectado por los recortes del Gobierno. Se eliminaron dos servicios de noticias y fueron suspendidos más de 1.300 empleados federales de Voz de América.
“Simplemente nos encomendamos en las manos de Dios y que se haga la voluntad de Él”, expresó el inmigrante guatemalteco Arturo Martín (27) en la acera, frente a la catedral.
Este parroquiano de la iglesia de San Timoteo, en Frederick, Maryland, no trabaja para el Gobierno federal, sino en el área de la construcción.
Asegura que desde que hubo el cambio de Gobierno, hay menos trabajo en ese rubro -que, por cierto, es el motor de la economía estadounidense-. “He visto que han cancelado trabajos, sienten temor a las redadas de migración y muchos temen hacer sus labores”, dijo.