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“No podía darme el lujo de darme por vencida fácilmente”

Glenda Hernández Tittle dice que su historia no era celebrada cuando era niña. Los demás no esperaban el éxito, pero lo alcanzó con perseverancia. Foto/cortesía Montgomery College

Tener una madre disciplinada que además trabajaba fuertemente para superarse, me inspiró a trabajar del mismo modo en mis estudios, dice salvadoreña Glenda Hernández Tittle, doctora en educación y líder en Montgomery College, cuya historia de superación esta teñida de muchos sacrificios.

Cuando veía a su madre indocumentada limpiando tres casas al día, Glenda pensaba en estudiar y en tener más oportunidades, quería que su mamá viviera mejor y sabía que no podía darse por vencida fácilmente. Su motivación fue tal que pasó de tener bajas notas en la escuela pública a obtener un doctorado.

“Ahora estoy celebrando mis retos porque ellos me han ayudado a llegar adonde estoy”, dijo.

Reconoce que la educación obtenida ha sido muy importante en su camino al éxito. “Si uno quiere algo, puede encontrar los recursos. No hay que darse por vencido”.

Glenda nació en San Miguel, El Salvador. Su madre cruzó la frontera sin documentos y se instaló en Estados Unidos en los años 70. Entonces, ella creció con sus tías y cada dos años cambiaba de hogar.

Cuando su madre se casó, Glenda pudo ingresar legalmente a este país. Tenía nueve años y su madre era una desconocida para ella.

La inestabilidad continuó en su vida. Su madre se divorció y tuvieron que mudarse varias veces tratando de establecerse.

“Mis experiencias son similares a las de muchas personas en nuestra comunidad. Mi familia vino huyendo de la guerra en El Salvador. Mi mamá no tenía documentos y tuve que aprender el inglés. De personas con una historia parecida, no se espera lo que he alcanzado hasta hoy”.

“Mis maestros no esperaban mucho de mí. Mi historia no era celebrada. Veía mi pasado, escuchaba lo que las maestras decían y yo sabía que lo que la gente esperaba de mí, no era mucho”.

“Desde segundo grado hasta el doctorado, no tuve maestros, tutores o modelos hispanos ni veía hispanos en posiciones de liderazgo en Maryland”, dijo quien no tenía buenas notas, pero le gustaba mucho aprender.

Este panorama educativo retador, la motivó a estudiar educación. Ingresó a Montgomery College, donde encontró apoyo, también educación a precio accesible y empezó a ver la educación de otra manera. Luego transfirió los créditos a la Universidad de Maryland.

Fue avanzando con préstamos y becas. Glenda se graduó en educación especial, obtuvo una maestría en educación secundaria y un doctorado en liderazgo en educación.

Observa el camino académico recorrido y reconoce que fueron años difíciles. “Tenía que ayudar a mi madre así que empecé a trabajar a los 11 años cuidando niños. Luego fui mesera desde los 16 a los 24 años”. Trabajó en restaurantes y en el mercado inmobiliario hasta que consiguió un empleo en su campo de educación especial.

Asegura que esas experiencias le han enseñado mucho. “Cuando tienes una vida así, no tienes tiempo para dar lástima, sino hay que seguir adelante”.

Glenda creció en una familia católica y el amor de sus familiares la sostenía, pero reconoce que era una familia atípica, disfuncional, su situación no era la ideal y su experiencia no era celebrada por otros.

“Tenemos que ver lo que los inmigrantes traen, celebrar sus historias e identificar la fuerza que esas experiencias generaron”, según Glenda.

No podemos decir que las experiencias nos definan, más uno puede construir un mejor futuro tomando los retos como enseñanzas -declaró sabiamente.

La Dra. Hernández prepara a docentes y dice que es importante que los alumnos hispanos se vean representados en el contenido de los libros, en los tutores y mentores, en los maestros y administradores. “Tengan cuidado con lo que les dicen a los alumnos y a los padres”, comentó como recomendación. Sabe que las palabras tienen el poder de construir o destruir.

Se emocionó al explicar cómo su madre batallaba para salir adelante. “Limpiaba hasta tres casas al día y no podía estar involucrada en mi educación. Muchas veces las familias hispanas no pueden participar en las actividades escolares. La gente piensa que no quieren a los niños, que no les importa o que consideran poco importante la educación. No es cierto. Los padres hispanos tienen que decidir si pagar la renta o ir a la reunión de padres”, aclaró.

A Glenda le hubiera gustado que sus maestras comprendieran su situación y la apoyaran en vez de juzgarla. “Cuando juzgas, tus acciones siguen ese patrón del modo en que estás juzgando al otro. El no sentirse bienvenido, tiene impacto en los alumnos”, dijo basándose en investigaciones.

Cuando niños y adolescentes ven en la televisión y en el cine que los hispanos son parte de las pandillas, son prostitutas o limpian casas, “eso tiene un impacto psicológico en ellos y afecta el rumbo de sus vidas”.

Por eso, Glenda insiste en que se necesita más representación hispana y ejemplos positivos.

Glenda tiene cuatro hijos y quiere que ellos estén orgullosos de su herencia. “Antes me dolía, ahora me siento orgullosamente salvadoreña”, confesó.

Considera que, con cada experiencia individual, estamos representando a todos y elevando a todos los hispanos. “Aun cuando nuestras experiencias no son ideales, estamos en un gran país el cual nos permite luchar para avanzar. Tenemos el poder de usar esa misma fuerza que nos ayudó a superar nuestros retos, para continuar mejorando”, dijo.

Glenda es directora principal del programa de certificación de educadores, es profesora de educación y formación docente en Montgomery College. Se siente orgullosa de haber estudiado en Montgomery College y actualmente ser parte de esa institución académica.

Montgomery College es la primera universidad en Maryland designada por el gobierno federal como universidad para hispanos. Ciertamente, hay más de 600 instituciones educativas con esa designación a nivel nacional.

La designación local se dio en 2021 porque más del 25 por ciento de los estudiantes a tiempo completo son de origen hispano y hay un compromiso en servir a esa comunidad. Glenda explicó que se formó un comité para hacer un reporte sobre los estudiantes hispanos y ella estuvo a cargo de este. El documento se divulgó en mayo del 2024 con recomendaciones específicas que la comunidad hispana y escolar esperan que se sigan. El mismo dice que un 30 por ciento de los estudiantes y un 4 por ciento de los profesores de Montgomery College son hispanos. El reporte puede verse en: montgomerycollege.edu/_documents/about-mc/equity-and-inclusion/hsi-report.pdf



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