El equipo de medio centenar de servidores se desplegó y “la Misión de Misericordia” se cumplió para atender a ochenta pacientes de bajos recursos de las clínicas dentales de Caridades Católicas, el viernes 18 de octubre en la facultad de odontología de la Universidad de Maryland.
En la clínica Shady Grove, en Rockville, Maryland, solo se realizaron extracciones y rellenos dentales gratuitamente. El costo de estos procedimientos dentales es inalcanzable para quienes acaban de llegar al país o no tienen trabajo o viven al día.
Para el presidente de Caridades Católicas, Jim Malloy, que se hizo presente, esta iniciativa es “una maravillosa colaboración” para servir a la comunidad.
“Esta clínica dental gratis me parece genial. He recibido un buen servicio, sin dolor, y pienso regresar”, expresó la migrante peruana Daniela Bermejo (32).
Desde que esta joven madre residente de Germantown llegó a este país hace dos años, no había ido al dentista. Necesitaba hacerse un relleno dental y el costo oscila en 250 dólares para personas sin seguro.
“El servicio dental es costoso y se hace más inaccesible para los recién llegados que tenemos un ingreso limitado y necesitamos ayuda”, comentó agradecida.
Fue atendida por Imani Armour (29), una de los 32 estudiantes de odontología de la Universidad de Maryland que participaron en la jornada.
En la clínica también cooperaron 10 higienistas y 14 profesores de la Universidad de Maryland, dijo el doctor Koury.
El inmigrante salvadoreño Mauricio Cano (61) no iba al dentista desde hace una década y tenía muelas quebradas. Cada extracción cree que le costaría unos 600 dólares que no tiene, así que aprovechó esta clínica dental gratuita para que le extraigan tres molares.
Ocupó una de las 24 sillas dentales disponibles, fue atendido por dos estudiantes de odontología, supervisados por un especialista, y dijo que no le dolió. “Este servicio es excelente”, exclamó.
La doctora Lucciola Lambruschini, directora de los servicios dentales de Caridades Católicas, explicó que la Misión de Misericordia es una iniciativa nacional. Su organización se ha sumado desde el 2013 para beneficiar a cientos y cientos de personas en necesidad. Antes de la pandemia se ofreció una mega clínica en la cual participaron más de mil pacientes, luego se suspendió un tiempo para evitar riesgos. Últimamente se han venido realizando clínicas similares con reducido número de pacientes y varias veces al año.
La próxima clínica dental “Mission of Mercy” se realizará en abril, pero hay que inscribirse con anticipación. Infórmese en catholiccharitiesDC.org/dental
o en Facebook.com/ccadw. Se ofrece el servicio de intérpretes para quienes no dominan el inglés.
“Estamos creando acceso a tratamientos dentales para personas que no tendrían dónde ir a tratarse”, dijo la doctora.
Explicó que Caridades Católicas de la Arquidiócesis Católica Romana de Washington, cuenta con tres clínicas ubicadas en el Centro Católico Hispano de la calle Monroe en el noroeste de Washington, en Catholic Charities Center de Silver Spring (Maryland) y en Susan D. Mona Center de Temple Hills, condado de Prince George, MD.
Las personas que necesitan servicios dentales a bajo costo pueden ser atendidas en cualquiera de las tres localidades, pero deben pasar por una prueba de elegibilidad. Es decir, deben presentar prueba de ingreso familiar, una identificación con foto (como un pasaporte, incluso expirado) y una prueba de dirección (como un recibo de utilidades).
Visite catholiccharitiesDC.org/dental, busque el centro más cercano a usted y llame para pedir una cita. En el portal están las direcciones y horarios de atención dental.
En estos centros médicos de Caridades Católicas, se ofrece varios servicios a costo reducido: la limpieza dental que se recomienda cada seis meses, extracciones, rellenos, coronas, puentes o tratamientos de conducto.
Malloy, como presidente de Caridades Católicas, explicó que el servicio dental es solo una parte de un abanico de servicios que esta organización ofrece. La mayoría de los que acuden en busca de atención son inmigrantes y cuando llegan necesitan servicios médicos, entrenamiento laboral, trabajos. Esta organización, el mayor proveedor de servicios sociales a nivel privado en el área metropolitana, les ofrece estos servicios, “les ayuda en la transición para que puedan progresar, independizarse, integrarse a la comunidad y ser buenos ciudadanos”.
Malloy reconoce que la hispana “es una comunidad vibrante” de personas que “trabajan duro”, también dijo sentirse feliz de servir a esta comunidad y ser parte de Caridades Católicas.
