La oración, el trabajo solidario y el testimonio personal del catequista son elementos esenciales para lograr que la misión evangelizadora se convierta en un signo de esperanza para los demás, dijo el obispo Juan Espósito durante el Día Catequético 2024, celebrado el 16 de noviembre en la escuela católica DeMatha en Maryland, que contó con la presencia de más de 700 participantes.
Reconoció la importancia de los catequistas en la tarea de ayudar a los sacerdotes a formar en la fe a cientos de niños y jóvenes que asisten a las diferentes parroquias de Arquidiócesis Católica Romana de Washington, recordando las palabras del papa Francisco quien siempre dice que la catequesis es una etapa privilegiada de la evangelización, que permite llegar a encontrar a Jesucristo y permitir que Él crezca en nosotros.
“Tenemos que seguir trabajando con las nuevas generaciones de fieles, pues ellos son el futuro de la Iglesia. Rescatemos las enseñanzas cristianas transmitidas por los abuelos y padres de familia para fortalecer nuestra fe, pues nosotros somos los llamados a evitar que en el seno familiar se corte el don de la fe”, señaló el obispo Espósito.
Agregó que todo catequista tiene que ser testigo de Cristo vivo y los párrocos deben apoyar el trabajo formativo en las parroquias y escuelas católica, ya que en los tiempos modernos es importante que la alegría del Evangelio sea transmitida en cada clase de catequesis.
“Los catequistas son peregrinos y guías que trabajan teniendo como meta a Cristo. Tengan presente que el Año Jubilar 2025 es un acontecimiento de gran importancia espiritual, eclesial y social en la vida de la Iglesia. Estemos unido en la fe y la oración”, acotó el obispo auxiliar de Washington.
Después de su disertación, el obispo Juan Espósito celebró la misa central donde también estuvo presente el obispo Evelio Menjivar, así como sacerdotes y diáconos de diferentes parroquias de la arquidiócesis.
Al concluir el servicio religioso, los catequistas asistieron a diferentes charlas formativas en donde se revisaron temas relacionados con “Jóvenes, como peregrinos de esperanza”, “Capacitando a los catequistas para ser instrumentos de la esperanza”, “Viaje de esperanza para familias de la comunidad hispana”, “La oración personal, combustible para el camino del peregrino” y “Currículo de religión en la formación de discípulos”, entre otros.
Entusiasmo y compromiso
Aurora Vargas (Misión de San Andrés): Nosotros estamos comprometidos a ser testimonios, saber que siempre estamos en presencia del Señor y que Él está con nosotros, por eso estamos presentes con un grupo de catequistas.
Edwin Méndez (parroquia San Camilo): Siempre es importante que los catequistas asistan a este tipo de retiros, porque permite darse cuenta de los problemas que viven o experimentan otras en sus comunidades de fe.
Alejandra Láinez (parroquia San Ambrosio): No debemos soltar la mano de Jesús y una de las cosas que más me ha llamado la atención ha sido la certeza de que Jesús está siempre y es nuestro deber anunciarlo.
María Santiago (parroquia San Juan Evangelista): Este retiro nos invita a renacer en Cristo, compartir con otros catequistas y vivir esta jornada ha servido para profundizar y salir al encuentro con las familias que viven en la periferia.