Lúcido y crítico, el filósofo y sociólogo francés Edgar Morin se adelantó este viernes a su centenario con un homenaje en la Unesco que repasó su trayectoria vital y profesional y sirvió para lanzar una advertencia sobre los peligros del futuro.
"El futuro sigue siendo enigmático", dijo. Confluyen en él, según aseguró, la "catástrofe ecológica", la amenaza nuclear y "las maravillosas posibilidades que ofrece la técnica para mejorar nuestra relaciones".
"Estamos en una aventura incierta. Esas corrientes van a interferir unas sobre otras. No podemos prever qué va a pasar, pero sí que se van a desarrollar. Si no es una profecía, es una advertencia", añadió este exmiembro de la Resistencia francesa, nacido el 8 de julio de 1921.
Morin, que el pasado 18 de junio recibió el Premio Mediterráneo Albert Camus, se posicionó del lado de quienes no creen que de la pandemia ha surgido una sociedad mejor.
"Las interdependencias no han creado ninguna solidaridad. Lo ha demostrado el episodio de coronavirus desde el principio, donde cada nación se encerró sobre sí misma", recalcó el pensador, que fue director de investigación del Centro Nacional francés de Investigación Científica y ha sido reconocido con más de treinta honoris causa.
La pandemia, a su juicio, ha creado "una crisis multidimensional" en una sociedad que está tan vigilada que se puede considerar que vive un "neototalitarismo".
Morin destacó que la mundialización actual es más económica que de pensamiento: en lugar de que se hayan creado conciencias colectivas en torno a peligros comunes, "ha habido una retracción de las culturas sobre sí mismas".
El sociólogo ha publicado más de ochenta obras, desde "El año cero de Alemania" (1946) a "Le Cinéma: Un art de la complexité" (2018), y destacó que uno de los puntos de inflexión de la historia que más le han marcado tuvo lugar en 1945 con el primer bombardeo atómico.
"Fue el momento en el que la humanidad creó el arma que potencialmente podía destruirla. Desde entonces tiene encima una espada de Damocles permanente", añadió.
Morin atesora estudios universitarios de Sociología, Economía y Filosofía que se vio obligado a interrumpir por el estallido de la II Guerra Mundial.
"Soy transdisciplinar", dijo el investigador, impulsor del denominado "pensamiento complejo" y considerado uno de los grandes maestros del pensamiento contemporáneo.
Entre sus campos de estudio está también el cine. "Me interesaba mucho cómo a través de un imaginario mucho más presente y concreto descubrías la realidad. Es una escuela para descubrir el mundo", apuntó en una conferencia que terminó con una amplia ovación, mientras de fondo sonaba la canción de Frank Sinatra "My way". EFE