¡Que privilegio es ver otro día! Envejecer para tener más tiempo con las personas que amamos, de allí la admonición de Ethel Skakel Kennedy: ¡No se atrevan a desperdiciar ni un solo precioso segundo! Enseñó que la vida es para vivirla, porque nada nos está prometido, sentenció el nieto Joseph Kennedy III, en el servicio de honra fúnebre en memoria de su abuela celebrado en la catedral de San Mateo, el 16 de octubre de 2024.
La matriarca estadounidense, que murió a los 96 años, dejó una larga descendencia de nietos y bisnietos quienes se reunieron para disfrutar “el viaje del espíritu contagioso de Ethel Kennedy” y la diversión que trajo a cada uno de los miembros de su extensa familia.
En el servicio de cuerpo presente, al que se dio cita una abigarrada multitud que colmó las instalaciones de la catedral, abundaron testimonios y anécdotas que fueron una celebración de la vida: un reflejo de la intensidad con la que Ethel Kennedy vivió su continua búsqueda por un país y un mundo mejor.
Los presidentes Joe Biden, Barack Obama y Bill Clinton; la expresidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi; los cantantes Kenny Chesney, Sting y Stevie Wonder; y el trabajador agrícola Lucas Benítez se sumaron también a la celebración de “la larga vida de amor” de Ethel S. Kennedy.
Al dar la bienvenida a los presentes, Joseph Kennedy III dijo que su abuela enseñó que siempre se puede encontrar la luz, incluso en la oscuridad: “Su risa fue la mejor medicina, amén de mostrar siempre con sus acciones y palabras, respeto y humanidad”.
Ella solía disfrutar de la compañía de secretarios de gabinete, de artistas y poetas, de nuevos amigos que se convirtieron en viejos amigos… y siempre había sitio para uno más, anotó.
El presidente Barack Obama relievó -con profusión- el compromiso con la justicia que la matriarca estadounidense inculcó a sus hijos, nietos y bisnietos, “criando una legión de creadores de cambio y de servicio público”.
Amaba a su familia y le encantaba la amistad -señaló-. Mas, lo que la hacía especial era como personificaba la bondad, la perspectiva y la fortitud de la misma manera que su entusiasmo por la vida y su amor por la gente.
Soportó un dolor que la mayoría no podría soportar -subrayó Obama-. Mas, siguió haciendo siempre lo que Bobby había tenido la intención de hacer: luchar por lo que era correcto y apoyar las causas en las que creía.
No tenía atisbo de pretensión alguna -explicó-. Se conectaba con el mundo con la misma empatía y curiosidad; y, su capacidad de ver lo mejor de uno la convirtió en una fuerza de cambio: “Tenía una manera de creer en ti, antes de que tú creyeras plenamente en ti mismo”.
En una época de tanta desigualdad, división, sospecha y soledad, donde nos aislamos y, con mucha frecuencia, sucumbimos al cinismo o la desesperación, que mejor momento para recordar la vida de Ethel Kennedy, enfatizó Obama.
Entendió que nuestra salvación viene cuando no nos damos la espalda; y, su ejemplo nos recuerda que la vida continúa sin importar cuan profundo sea el dolor y que hay alegría y propósito -acotó Obama-. Cada uno de nosotros tiene el poder, si lo elegimos, de hacer nuestro mundo un poco mejor y hacer la vida de alguien más un poquito mejor y que, en el proceso, podemos divertirnos un poco.
La expresidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, recordó que, luego de la trágica muerte de Bobby Kennedy, Ethel continuó su vida -con gracia y dignidad- para abrazar el compromiso de promover los derechos civiles y construir un mundo imbuido de esperanza.
Tenía una profunda fe y una gran fe en la caridad de los demás -subrayó-. Estableció el Centro Robert Kennedy para la Justicia y los Derechos Humanos y fue un ejemplo para la nación, por lo que el presidente Obama le otorgó la Medalla Presidencial de la Libertad en el 2014.
Su legado de resiliencia y esperanza son una gran inspiración que personifica el capítulo 7, versículo 7, del evangelio de San Mateo: “Pidan y se les dará; busquen y hallarán; llamen y se les abrirá la puerta…” ¿No era ese el secreto de su éxito, de sus obras de caridad y de toda ella? Se preguntó Pelosi.
Kathleen Kennedy Townsend, hija mayor de Ethel, describió a su madre como una persona competitiva, generosa, feroz y divertida, cariñosa, rigurosamente fiel y reflexivamente desdeñosa de la autoridad.
Señaló -retrospectivamente- que su madre consideraba importante que supieran lo que su padre hacía, por eso “a Joe, Bobby y a mi nos llevaba a las audiencias comunitarias sobre extorsión en el Senado, donde papá investigaba a la mafia”. El legado de Bobby se convirtió en su misión..
Sabía quién era y en que creía y nunca dudo en poner todo el trabajo necesario para alcanzar el éxito -indicó Kathleen-. Estaba imbuida de un espíritu de gratitud a pesar de todas las tragedias que oscurecieron muchos de sus días, por eso, brillaba cuando preguntaba con entusiasmo: “¿Qué suerte tenemos?”
Martin Luther King III describió a Ethel Kennedy como una constructora de puentes, añadiendo que ambas familias tienen un entendimiento mutuo -y tácito- de los dolorosos sacrificios al que han sido llamados a perseverar, en la vida pública y privada, “a través de una epopeya transformadora que trajo nuevo idealismo y esperanza a nuestro país”.
Como millones de estadounidenses -continuó- me sentí profundamente conmovido e impresionado por el extraordinario coraje y dignidad que demostró la señora Kennedy en los difíciles días posteriores al asesinato de su amado esposo.
Ella también era una fuerza de justicia social y, en lugar de retirarse en los laureles de su familia, eligió seguir involucrada en la búsqueda continua para hacer realidad la visión de un mundo mejor.
El presidente Bill Clinton -en tono pausado y reflexivo- caracterizó a Ethel Kennedy como “una bola de fuego de energía continua” … después de haber pasado todo lo que pasó, en un mundo cínico y dividido, era una persona tan optimista: “Te hacía sentir como si hubieras hecho la diferencia”.
Cuando Hillary fue elegida para el Senado, al mismo asiento que había ocupado Robert Kennedy como senador por Nueva York, Ethel me llamó para decirme si necesitaba alguna instrucción de cómo ser el esposo de una senadora de Nueva York -recordó con jocosidad Clinton-. Estoy seguro de que estaría encantada de orientarme de manera gratuita.
Añadió que, cuando se celebraba los aniversarios de maridos muertos, “nunca la vi con cara de tener el corazón compungido”. Cada vez que pienso en ella, creo que es “la encarnación de la definición de amor”, aseveró.
“La Carta de San Pablo a los Corintios habla de un ágape de amor hacia nuestros semejantes y Ethel lo hizo con naturalidad, durante casi un siglo ella siguió intentándolo, siempre era una vez más, de que todavía hay un lugar para ti.”
Piensen en cómo vivimos, en cómo pensamos, en lo que decimos unos de otros, especialmente en temporadas políticas, …entonces piensen en Ethel, en que todavía hay un lugar para ti, afirmó Clinton.
Rory Kennedy, la undécima hija de Ethel y Bobby, quien nació después del asesinato de su padre, dijo que uno de los mayores regalos de su madre fue su compromiso con ella: “Ella fue mi más fiel defensora”.
En el documental “Ethel”, Rory examina la vida de su madre y muestra el papel central que desempeño en todo lo que Bobby logró y en todo lo que llegó a ser. Ella creía en él y fue su más firme defensora.
Los nietos de Ethel también dieron sus testimonios y recordaron con gracia y humor las enseñanzas de vida de su abuela.
El trabajador agrícola Lucas Benítez, quien llegó adolescente a Estados Unidos buscando trabajo en los campos de tomate, dijo que -desde hace 30 años- los trabajadores del campo luchamos contra el trabajo forzado, el acoso sexual y el robo de salarios en los campos. En esa lucha Ethel Kennedy y su hija Kerry estuvieron con nosotros desde el principio.
Ella vio la promesa en nuestros primeros esfuerzos por llevar a los brutales jefes de granja ante la justicia, cuando nadie más los hizo -indicó-. Ella nos otorgó el premio RFK de Derechos Humanos hace dos décadas.
Ethel Kennedy nos visitó en nuestros hogares y en nuestros campos, marchó con nosotros y trajo a líderes como John Sweeney de la AFL-CIO y el senador Bernie Sanders -precisó Benítez-. Utilizó sus influencias para persuadir a los ejecutivos de McDonald’s de unirse a nuestro programa de derechos humanos.
Agregó que gracias, en parte, a las décadas de apoyo incansable podemos decir que hemos creado el programa de aplicación de derechos humanos más eficaz en la industria de Estados Unidos, el programa de alimentos más justo y se ha eliminado el acoso sexual en los campos.
Y como decimos en México, mi país natal, una persona solo muere realmente cuando ya no es recordada por nadie. Para, luego, afirmar: “La señora Kennedy será recordada como una fuerza de la naturaleza que nunca nos abandonará”.
El presidente Joe Biden -de manera sentida- evocó sus inicios como político, a los 29 años, antes de juramentar al cargo de representante, el 18 de diciembre de 1972, recibió la noticia de que un camión de remolque mató a su esposa y a su hija y no se esperaba que sus hijos sobrevivieran. “Cuando perdí a mi familia -dijo de manera trémula- Ethel estuvo allí acompañándome”.
Solo tuve dos héroes en mi vida, Dr. King y Bobby Kennedy -acentuó Biden-. Ethel, que había perdido a Bobby, me ayudó a salir adelante en un momento que no quería quedarme en el Congreso. “Me ayudó a mí y a mi familia a encontrar la manera de seguir adelante”.
Ethel dijo una vez que para lograr algo tienes que demostrar un poco de coraje, solo estas en esta Tierra una vez y debes darlo todo -remarcó con especial énfasis-. Gracias a ella somos mejor como nación.
“Mi mensaje a todo el país se parece a la fe de Ethel Kennedy, a la familia Kennedy, y quizá sea presuntuoso de mi parte decir: la familia Biden está aquí para ustedes. Cuando mi hijo Beau falleció, Ethel estuvo con nosotros muy cerca de nuestro corazón”, acotó.
Kenny Chesney, quien cantó a capella, recordó que cada vez que estaba cerca de Ethel le hacía sentir muy bien. Cantaron también Sting, Nova Tate y el coro de St. Martin de Tour. Stevie Wonder, quien cantó una canción de amor a la nación, dijo que “podemos arreglar los corazones rotos de nuestra nación, pero para ello es necesario que nos unamos, por eso estoy aquí”.
La transmisión del servicio conmemorativo se puede ver en: https://www.youtube.com/live/hC1C_viQ43U