Con la incorporación de niños y jóvenes migrantes al sistema escolar del país, en su gran mayoría procedentes de América Latina, se ha puesto en evidencia que muchos no logran las habilidades mínimas de lectura. Este problema también se ha convertido en un reto para los profesores, pues no se trata solo de que ellos puedan decodificar correctamente para entender lo que están leyendo, sino que a la vez aprendan un nuevo idioma, avancen académicamente y se incorporen plenamente a su nueva realidad.
Según un informe del Banco Mundial, el desafío consiste en que las escuelas y maestros implementen métodos de enseñanza efectivos con el apoyo de la tecnología para lograr un aprendizaje más efectivo en corto tiempo. Uno de cada dos jóvenes latinoamericanos de 15 años no puede leer correctamente o entender el texto que se les presenta.
Según la doctora Jhoanna Ríos, profesora universitaria y consultora en educación para Latinoamérica, muchos piensan que el acto de leer es una destreza fácil de dominar, pero ignoran que se trata de un proceso complejo que obliga a los maestros a reforzar muchas habilidades propias de los niños y adolescentes.
Explicó que el acto de leer implica que el estudiante aprenda a decodificar, que no es otra cosa estimular la habilidad para pronunciar palabras que han escuchado antes, pero que no han visto escritas: “La capacidad de hacer esto es la base de otras habilidades lectoras, pero si los primeros estímulos no son los correctos es casi seguro que se presentaran problemas para comprender de manera correcta y efectiva lo que se lee”.
Ríos señaló que el problema que experimentan muchos niños y jóvenes latinoamericanos que emigran a países con un mejor nivel académico, es que su entorno cultural, emocional y social se ve alterado de manera significativa y eso puede derivar en un cuadro de analfabetismo funcional.
“El analfabetismo funcional es la condición de una persona que, a pesar de saber leer y escribir de forma elemental, es incapaz de manejar la información del lenguaje escrito de manera adecuada para cumplir las exigencias de la sociedad o grupo al que pertenece. Eso ese es un problema serio, con consecuencias en el corto plazo, cuando se quiere acceder a información o contenidos existentes en los textos, libros y documentos”, dijo la consultora Jhoanna Ríos.
Agregó que en caso de los estudiantes hispanos que recién se incorporan al sistema escolar de Estados Unidos es prioritario ayudarlos a acceder a los nuevos dispositivos y recursos digitales, así como potencializar el programa ESOL para su proceso educativo sea eficiente, coherente y permita mejorar el nivel de comprensión lectora.
Según el Departamento de Educación en la actualidad hay más de 840.000 alumnos inmigrantes en Estados Unidos, y más de 4.6 millones de estudiantes que asisten a clases inglés (ESOL).
“Hemos comenzado a recibir preguntas sobre los servicios educativos para un grupo específico de niños inmigrantes (de Centroamérica) que han cruzado la frontera de México a Estados Unidos. Ahora existe una hoja informativa para ayudar a los líderes educativos a entender mejor las responsabilidades de los estados y las agencias educativas locales hacia esos estudiantes, y los recursos existentes disponibles para ayudar a educar a todos los estudiantes inmigrantes, incluidos los niños que han llegado recientemente a EEUU, indica un documento reciente del Departamento de Educación,
Consejos básicos para mejorar la comprensión lectora
-Leer con regularidad: La práctica constante es clave. Establece el hábito de leer, ya sea libros, artículos o noticias. Cuantas más leas, más mejorarás tu comprensión.
-Dedicar tiempo: Evita las prisas al leer. La comprensión requiere reflexión. Lee con calma y analiza el contenido.
-Formularse preguntas mientras se lee: Interroga al texto. ¿Qué estás leyendo? ¿Por qué lo estás leyendo? ¿Cómo lo estás leyendo? Estas preguntas te ayudarán a enfocarte y comprender mejor.
-Contextualizar: Conecta el texto con tus conocimientos previos. ¿Has leído algo similar antes? ¿Cómo se relaciona con lo que sabes?
-Amplía tu vocabulario: Si encuentras palabras desconocidas, busca su significado en un diccionario. Ampliar tu vocabulario te ayudará a entender mejor los textos.
-Hacer resúmenes: Después de leer, resume mentalmente o por escrito lo que has comprendido. Esto refuerza la retención y comprensión.
-Identificar ideas principales y secundarias: Aprende a distinguir lo más relevante del texto. Las ideas principales son esenciales, mientras que las secundarias proporcionan detalles.
-Practicar la inferencia: Lee entre líneas. ¿Qué no se dice explícitamente? ¿Qué conclusiones puedes sacar?
-Contrastar información: Compara tus ideas con las del texto. ¿Coinciden o difieren? Esto te ayudará a profundizar en la comprensión.
-Leer diferentes tipos de textos: Varía tus lecturas. Novelas, ensayos, artículos científicos, todo suma para desarrollar tu comprensión.