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Innovadora escuela charter en DC forman alumnos que ‘cambiarán el mundo’

Su madre hizo esfuerzos para que se graduara de una escuela católica y le insistía en la importancia de la educación como un factor determinante para cambiar su vida. Hoy, Eric Collazo es director de una innovadora escuela charter en Washington, DC, donde su historia personal inspira a los jóvenes al éxito.

“Desde que tengo uso de razón, recuerdo a mi madre reforzando la importancia de la educación como medio para cambiar las circunstancias”, expresó el educador puertprriqueño y director de “Washington Leadership Academy” (WLA).

Hijo de una madre soltera, Eric creció en los proyectos habitacionales del Bronx, Nueva York. Contaba con el apoyo de su familia extendida y sus vecinos. “Me inculcaron que tenía la oportunidad de experimentar una vida diferente si me iba bien en la escuela y me tomaba en serio mi educación”. Su sueño era crear una escuela diferente a aquellas a las que asistió: una que ofreciera educación privada sin el alto precio que ello implica. 

“Veo la educación como un medio para proporcionar un mayor acceso a las oportunidades que nos rodean”, dijo Collazo. “Cuanto mayor sea la calidad de la educación, más probabilidades tendrás de encontrar oportunidades que te sirvan”.

Collazo estudió en una escuela jesuita en NY y, bien informado, aprendió a navegar en el sistema escolar católico y aprovechar las oportunidades que brinda a los estudiantes de familias de bajos ingresos. La mayoría de los alumnos eran blancos y su experiencia académica fue de primer nivel, aunque “hubo muchos casos en los que sentí la sensación de que la escuela no se estableció pensando en mí: un puertorriqueño afrolatino”, confesó.

Se sentía a gusto como parte de un grupo de estudiantes de minorías. “Formamos una comunidad muy unida que se apoyaba mutuamente, especialmente a los que eran atletas, pero con el tiempo ese número se hizo más pequeño cada año hasta que nos graduamos”.

Está muy agradecido por la educación de alta calidad que recibió. “Me dio la oportunidad de encontrar el éxito en mis aspiraciones universitarias y profesionales. Dejó una impresión duradera y me ayudó a despertar la motivación para convertirme en el educador que hoy soy”, dijo.

En esos años, podía ver la discrepancia entre los recursos que tenía en su escuela privada y los de la escuela pública a la que asistían algunos de sus vecinos. 

Al descubrir su vocación, se comprometió a darles a sus estudiantes una educación excelente que no requiriera el precio de una escuela privada para acceder a ella. “Como director, es mi responsabilidad y espero ofrecer a todos mis estudiantes de WLA la oportunidad de recibir una excelente educación sin costo y con un verdadero sentido de pertenencia”.

“Washington Leadership Academy” es una escuela secundaria que se centra en mejorar las perspectivas académicas y futuras de estudiantes de familias de bajos ingresos a través de la informática, guiada por un equipo diverso de profesores altamente calificados. 

Collazo dice que la escuela que lidera es diferente por su compromiso con un auténtico liderazgo estudiantil. “La misión de WLA es desarrollar estudiantes que prosperarán en el mundo y lo cambiarán para mejor. Este objetivo no se logrará a menos que nuestros estudiantes sientan un fuerte sentido de pertenencia y tengan oportunidades reales de practicar sus habilidades de liderazgo mientras sean estudiantes en WLA”. 

Cree que aquellos que se sientan unidos a la comunidad, considerados y apreciados, estarán más dispuestos a demostrar sus fortalezas de liderazgo. Esta escuela alienta a los niños a involucrarse con la comunidad. Algunos codirigen presentaciones con profesores durante sesiones de desarrollo profesional, mientras otros ofrecen su voz a través de encuestas, reuniones públicas o como profesores asistentes en clase. Algunos facilitan sesiones en las que presentan sus ideas directamente al equipo de liderazgo del plantel.

“Empoderamos a todos nuestros estudiantes para que usen su voz para celebrar su identidad. La sensación de compromiso, de unidad y de orgullo son tangibles. Los capacitamos para que utilicen sus habilidades de liderazgo para celebrar quiénes son como comunidad”. 

Otra faceta de esta escuela es su respuesta restaurativa ante alumnos con trauma (que surgen de problemas en la comunidad y en sus hogares). “Yo mismo fui uno de esos estudiantes”, admitió el director. 

Sus iniciativas toman en cuenta que el cerebro del joven no está completamente desarrollado (la ciencia dice que hasta los 24 años se desarrolla) y que los adolescentes cometerán errores en el camino. 

Por eso, les enseñan a sus alumnos a utilizar hábitos reflexivos y el pensamiento crítico para reconocer los problemas y aplicar estrategias que promuevan un futuro exitoso. “Les enseñamos que cuando se hace daño, somos responsables y hacemos lo que podemos para reparar y restaurar las relaciones que tenemos en una comunidad”, dijo quien considera que estos enfoques ayudan a desarrollar líderes adultos con empatía por los demás.

Las escuelas públicas enfrentan desafíos como falta de recursos, escasez de personal, aumento de la violencia comunitaria. Collazo considera que deben abordarse los flagelos sociales como la pobreza, el racismo, el clasismo, etc. 

“A pesar de estos desafíos, contamos con educadores que trabajan incansablemente para apoyar a sus estudiantes como instructores, mentores, entrenadores y todas las demás funciones que se nos exigen como educadores. Amamos a nuestros estudiantes y lo que hacemos, y esperamos seguir viendo un mayor apoyo en nuestro sistema de escuelas públicas que pueda ayudar a que esta tarea de educar sea un poco más fácil”.

A veces, el director Collazo encara a estudiantes que quieren abandonar la escuela para trabajar a tiempo completo. Este pensamiento suele estar motivado por intenciones nobles -dice- como apoyar a su familia o buscar una mayor libertad financiera. 

Entonces, él les insta a considerar los diversos caminos posibles. “Se vuelven más abiertos a la idea de que obtener su diploma de escuela secundaria en realidad y puedan satisfacer su deseo de mantener a su familia o tener una mayor libertad financiera de manera más apropiada”. 

Les muestra los datos de los ingresos a lo largo de la vida de quienes obtienen un diploma de escuela secundaria versus quienes no. Les muestra la diferencia entre los ingresos con un diploma de escuela secundaria, escuela técnica, licenciatura o maestría.

“Animo a todos los estudiantes a que se tomen un momento para considerar todos los caminos, pensar en sus objetivos y elegir el camino que mejor se alinee con sus objetivos”, explicó Collazo.

WLA es una escuela pública charter gratis, del grado 9 al 12, que cuenta con 393 alumnos (12% son hispanos). Todos los alumnos reciben desayuno y almuerzo gratis. Algunos son desamparados, algunos reciben asistencia del Gobierno. Las inscripciones están abiertas. Se obtiene cupo por lotería: MySchoolDC

Washington Leadership Academy está localizada en el 3015 de la calle 4, al noreste de Washington, DC 20017. Para mayor información visite: washingtonleadershipacademy.org

DATOS WLA

- El 74% de los estudiantes del 12º grado de WLA fueron aceptados en al menos un college o universidad, una cifra notable considerando que el 30% de sus estudiantes serán los primeros en sus familias en asistir a la universidad.

- Casi dos tercios de los estudiantes del 12º grado de WLA planean asistir a la universidad (64%), una tasa que excede la tasa típica de asistencia a la universidad en escuelas secundarias de alta pobreza como WLA (45%).

- Los estudiantes lograron más del doble de la tasa nacional de participación en uno o más cursos y exámenes AP (89% vs. 35%).

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