En 2015, el Papa Francisco compartió un mensaje urgente con el mundo. En su encíclica "Laudato Si', sobre el cuidado de la casa común", el Papa dijo que la Tierra "clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella".
Al acercarse el décimo aniversario de la publicación de "Laudato Si'", el 24 de mayo, los expertos se preguntan: ¿Hemos escuchado?
Varios expertos y organizaciones católicas abocadas a la ecología coinciden en que se está haciendo un buen trabajo -- incluso un gran trabajo -- para abordar los problemas climáticos. Pero, dicen, no es suficiente.
El propio papa Francisco lo dijo en 2023 cuando escribió "Laudate Deum", una exhortación apostólica "a todas las personas de buena voluntad sobre la crisis climática", publicada ocho años después de "Laudato Si'".
"Con el paso del tiempo", dijo el Papa Francisco, "advierto que no tenemos reacciones suficientes mientras el mundo que nos acoge se va desmoronando y quizás acercándose a un punto de quiebre".
El Papa pronosticó además un futuro global sombrío, con amplias repercusiones en la dignidad humana.
"Más allá de esta posibilidad, es indudable que el impacto del cambio climático perjudicará de modo creciente las vidas y las familias de muchas personas", escribió el Papa Francisco. "Sentiremos sus efectos en los ámbitos de la salud, las fuentes de trabajo, el acceso a los recursos, la vivienda, las migraciones forzadas, etc.".
La preocupación del papa Francisco por estos resultados tiene sus raíces en la ecología integral, un principio central de "Laudato Si'" que hace hincapié en la interconectividad de los muchos problemas a los que se enfrenta la humanidad, al tiempo que insta a adoptar una perspectiva global para afrontar los retos mundiales.
El hermano Jacek Orzechowski, fraile franciscano y director asociado del Centro de Ecología Integral Laudato Si' del Siena College de Loudonville, Nueva York, se hizo eco de la advertencia del pontífice.
"La velocidad y la escala del progreso no han sido proporcionales a la gravedad y la urgencia de la crisis", dijo el hermano Orzechowski.
"Es una consecuencia de no abrazar realmente el mensaje de una ecología integral y de tratar las cuestiones medioambientales, climáticas y de justicia social como si no estuvieran al mismo nivel que otras cuestiones morales", afirmó. "Hay un poco de desconexión entre los pronunciamientos papales y algunos de los loables esfuerzos de parroquias o instituciones individuales por abrazar Laudato Si', y la respuesta más bien anémica -- incluso por parte de la jerarquía".
En 2021, Religion News Service (RNS) examinó miles de columnas escritas por obispos católicos entre 2014 y 2019. "De las 12.077 columnas que estudiamos", informó RNS, "solo 93 (0,8%) mencionan el cambio climático, el calentamiento global o sus equivalentes en absoluto".
"El papa Francisco, en 'Laudate Deum', ha expresado con razón su preocupación por el ritmo de progreso en el tratamiento del cambio climático", dijo Dan Misleh, fundador y director ejecutivo de Catholic Climate Covenant, una organización sin fines de lucro formada con la ayuda de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos que -- con 20 socios nacionales -- guía la respuesta de la Iglesia en Estados Unidos al cambio climático.
"El Santo Padre ha hecho un llamado no sólo a una reflexión más profunda, sino a la acción concreta, destacando la necesidad de un cambio radical en nuestros estilos de vida para alinearnos con un planeta sostenible y finito", añadió Misleh. "La creciente urgencia en torno a estas cuestiones es algo a lo que todos debemos prestar atención".
Sin embargo, Misleh se siente alentado por el trabajo de sus propios socios, así como por la Plataforma de Acción Laudato Si' y el Movimiento Laudato Si', entre otras organizaciones.
"Obviamente queda mucho trabajo por hacer", dijo Misleh. "Y creo que podemos hacerlo, pero tiene que haber compromisos a muchos niveles de la Iglesia para que eso ocurra".
La última década es la más cálida registrada, y según la NASA, la temperatura media de la superficie de la Tierra en 2024 fue la más cálida desde que comenzaron los registros en 1880. La Organización Meteorológica Mundial señaló en marzo de 2024 que el año anterior se batieron récords de calor oceánico, aumento del nivel del mar, pérdida de hielo marino antártico y retroceso de glaciares. Los fenómenos meteorológicos extremos, como inundaciones, sequías e incendios, son cada vez más frecuentes y destructivos.
En Estados Unidos, la nueva administración Trump se ha retirado de las iniciativas climáticas y de energía limpia de la era Biden. También retiró la participación de Estados Unidos en el Acuerdo de París adoptado en 2015 en la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, también conocida como COP21, cuando casi 200 países se comprometieron a trabajar juntos para limitar el calentamiento global.
"Hay progresos, pero todavía queda mucho por hacer", dijo Anna Johnson, la directora para la sección de Norteamérica del Movimiento Laudato Si', una red mundial de más de 900 organizaciones católicas y más de 10.000 líderes de base formados.
"Decenas de miles de personas, católicos de todo el mundo, han dicho sí a vivir esta llamada a Laudato Si' a nivel personal, a nivel comunitario -- con parroquias, diócesis y congregaciones adoptando enormes transformaciones", dijo a OSV News.
Sin embargo, Johnson cree que los esfuerzos se encuentran en una encrucijada.
"Estamos llegando a un punto en el que tenemos que evaluar realmente si defendemos el bien común y la creación de Dios en medio de esta economía", dijo Johnson, "porque estas opciones se están poniendo delante de nosotros de una manera muy cruda".
En 2023, el Centro de Investigación Pew informó de que una encuesta realizada en 2022 reveló: "En términos generales, los católicos no son más propensos que los estadounidenses en general a considerar el cambio climático como un problema grave. Una proporción idéntica en cada grupo dice que el cambio climático global es un problema extremadamente o muy grave (57%)".
Pero la dinámica particular del panorama político estadounidense ha producido aparentemente una recepción fragmentada de "Laudato Si'". La encuesta Pew de 2022 reveló que entre los católicos demócratas o de tendencia demócrata, la opinión de que el cambio climático global es un problema "extremadamente/muy grave" ascendía al 82%, mientras que entre los católicos republicanos o de tendencia republicana, esa opinión descendía al 25%.
"Hay una polarización entre facciones políticas que ha debilitado esta respuesta a la llamada al cuidado de la creación", dijo la hermana Damien Marie Savino, una hermana franciscana de la Eucaristía que se desempeña como decana de ciencias y sostenibilidad en el Aquinas College de Grand Rapids, Michigan, y es profesora visitante en la Universidad de Notre Dame en Indiana.
La hermana Damien Marie se siente alentada por los esfuerzos mundiales para abrazar "Laudato Si'", señalando que hay una abundancia de iniciativas grandes y pequeñas -- desde la agricultura regenerativa hasta el reciclaje -- que resuenan profundamente con el énfasis de la ecología integral del Papa.
"Todavía se puede hacer mucho más", admite, "pero creo que esta corriente es un buen testimonio".
Sin embargo, se muestra prudente.
"Depende de los seres humanos -- y de su creatividad única -- encontrar soluciones", afirmó. "No tendríamos problemas medioambientales si no fuera por la acción humana. Así que tenemos que reconocer que nuestras acciones tienen un efecto único debido a nuestro nicho ecológico único".
En el Instituto Kroc de Estudios para la Paz Internacional de Notre Dame, los académicos reflexionarán sobre "Laudato Si'" en un panel el 15 de abril titulado "Diez años de Laudato Si': Operacionalizando la Ecología Integral".
"Creo que hay pequeños brotes de cosas que en realidad se alinean totalmente con 'Laudato Si', pero ciertamente no es a un ritmo acelerado que hará una diferencia sustancial", dijo Richard Marcantonio, profesor asistente de medio ambiente, paz y asuntos globales en la Universidad de Notre Dame.
"Se ha avanzado en algunos aspectos", dijo, "pero creo que uno de los grandes retos de Laudato Si' que no se ha abordado bien, en Estados Unidos en particular, es la idea de no necesitar más".
Es una dura verdad para una sociedad centrada en el consumo, señaló.
"Si nos fijamos en la cantidad de material que consume cualquier estadounidense -- independientemente de la enorme desigualdad de riqueza que tenemos --, la mayoría de los grupos de población de Estados Unidos consumen muy por encima de lo que sería sostenible a escala mundial", afirmó Marcantonio.
"Y eso no sólo con las cosas de su hogar, sino también con todos los metales, minerales y otros materiales que se utilizan para construir las cosas con las que se relacionan: carreteras, edificios, otras infraestructuras. Si nos fijamos en la cantidad de material que se consume per cápita al año, son unas 42.000 libras de material", dijo Marcantonio, citando el Servicio Geológico de Estados Unidos.
Aunque los expertos ven tanto progreso medioambiental como declive, cambio real y estancamiento real, y mucho trabajo hecho con mucho trabajo aún por hacer, el papa Francisco no quiere que "Laudato Si'" sea una fuente de desesperación. Diez años después, podría reiterar el consejo con el que concluyó "Laudato Si'": "Que nuestras luchas y nuestra preocupación por este planeta nunca nos quiten la alegría de nuestra esperanza".