La corrupción, un flagelo arraigado en Honduras desde hace más de un siglo, la creciente violencia y la percepción de nepotismo laboral son las principales razones por las que los hondureños decidan emigrar, señaló un estudio divulgado esta semana por el Foro Social de la Deuda Externa (Fosdeh, privado).
"La corrupción vinculada a la falta de oportunidades laborales se posiciona como un factor crucial en la toma de decisiones migratorias" de hondureños, indica el estudio, denominado ´Corrupción y Migración en Honduras´.
La investigación fue presentada en Tegucigalpa a diversos sectores por el Fosdeh, con apoyo de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid).
La falta de empleo, la percepción de nepotismo en el ámbito laboral y la creciente violencia contribuyen al "desencanto generalizado", lo cual lleva a muchos hondureños a "considerar la migración como una alternativa", destaca la investigación del Fosdeh.
El 54,9 por ciento de los encuestados por Fosdeh considera "mala" la situación económica del país y el 77,7 por ciento no cree que la corrupción se pueda controlar a futuro.
Señala que el 67,5 por ciento de los entrevistados tiene intención de emigrar, y el 95,1 por ciento considera que el costo de vida en Honduras se ha vuelto más caro en el último año.
El fenómeno migratorio en Honduras se arraiga en una "crisis estructural" que abarca la histórica migración de hondureños hacia EEUU, la crisis política de los últimos 15 años, la disminución de "respuestas efectivas" de las políticas socioeconómicas del Estado, el deterioro institucional y la asociación directa con la creciente violencia, inseguridad y corrupción en el país, añade el documento.
Cambiar modelo económico
"La gente se va del país no solamente porque hay corrupción, sino también por la violencia e incertidumbre", dijo a EFE Rodulio Perdomo, uno de los autores de la investigación.
La corrupción es un "sistema complejo" que provoca que la juventud "piense que sólo se puede encontrar empleo si se tiene una carta de recomendación", señaló.
Por ello, Perdomo cree que el sistema económico de Honduras necesita "cambios sustanciales" para evitar la migración irregular de los hondureños.
El modelo económico tiene que pasar del "extractivismo a una economía de servicios vinculada al comercio internacional o a la transformación del mismo extractivismo a uno diferenciado", explicó.
Destacó que la corrupción se ha "naturalizado" en Honduras, donde es importante empoderar a la población para que "no tolere" este flagelo.
Combatir corrupción para frenar migración
El estudio enfatiza la necesidad de abordar la corrupción para "detener la migración irregular, promoviendo la transparencia y la inversión en políticas integrales de atención a migrantes retornados".
Agrega que la relación directa entre ese flagelo y los órganos de justicia resalta la necesidad de "fortalecer las instituciones responsables de combatir la corrupción" y la creación de mecanismos efectivos como la Comisión Internacional Contra la Corrupción y la Impunidad (Cicih), una de las promesas de campaña de la presidenta hondureña, Xiomara Castro.
El gerente de Política Económica del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), Santiago Herrera, indicó a EFE que los miles de millones que le cuesta la corrupción a Honduras podrían reducir la pobreza, mejorar los índices de seguridad y abastecer de medicamentos los hospitales, factores que ayudarían a frenar la migración.
Reducir la pobreza sería "un incentivo para quedarse" en Honduras, señaló Herrera, quien dijo que no ve voluntad en Honduras para instalar la Cicih.
El Fosdeh recomienda aumentar la inversión en materia de transparencia, crear una política integral para atender a los migrantes retornados y neutralizar el narcotráfico y lavado de activos para combatir la corrupción en Honduras. EFE