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Establecen monumento nacional en memoria de Emmett Till y su madre Mamie Till-Mobley

El establecimiento de un monumento nacional en honor de Emmett Till y su madre Mamie Till-Mobley, anunciado por el presidente Joe Biden, fue recibida hoy con beneplácito por la comunidad afroamericana y los defensores de los derechos civiles. El cardenal Wilton Gregory, arzobispo de Washington, dijo que “es doloroso recordar la violencia de ayer, pero es necesario para que las lecciones aprendidas con lágrimas nos prevengan de tales tragedias en el futuro”.

En un comunicado, el cardenal Gregory señaló que “Emmett Till y su valiente madre Mamie ofrecieron al mundo una triste imagen de una Piedad (La Piedad del Vaticano o Pietà) en 1955. Si recordamos esos momentos del pasado, tal vez habrá menos posibilidades de una imagen así en el futuro”. 

Los monumentos, que serán levantados en tres lugares distintos de Mississippi, buscan recordar al adolescente afroamericano Emmett "Bobo" Louis Till (14 años) quien fue golpeado y asesinado el 31 de agosto de 1955 después de que una mujer blanca (Carolyn Bryant) mintiera que el joven la había agarrado por las caderas. Su cadáver apareció flotando en el río Tallahatchie.

La muerte del joven impulsó el movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos e inspiró el activismo de la afroamericana Rosa Parks.  Durante su velatorio, que congregó a más de cien mil personas, el niño Wilton Gregory, de casi 8 años, desfiló frente al féretro de la mano de su abuela. 

Posterior a la muerte de Emmett, su madre Mamie Elizabeth Till se encargó de denunciar la brutalidad del asesinato de su hijo afroamericano y luchó incansablemente por obtener justicia. Lamentablemente, las dos personas blancas señaladas como los asesinos nunca fueron condenados, pero sus denuncias contribuyeron a impulsar la lucha por la igualdad racial en Estados Unidos. 

Danielle Deadwyler (izq.) interpretó a Mamie Till-Mobley y Jalyn Hall (der.) interpretó a Emmett Till en "Till" de 2022, que cuenta la historia del brutal asesinato de Emmett Till y cómo la búsqueda de justicia por parte de su madre, Mamie Till-Mobley, ayudó a galvanizar el Movimiento por los Derechos Civiles. Foto/Noticias OSV/ cortesía de Orion Pictures

La ceremonia de proclamación que establece la creación de los nuevos monumentos nacionales se realizó en la Casa Blanca el martes 25 de agosto. Allí la vicepresidenta Kamala Harris señaló que no se pueden olvidar los actos de violencia y odio racial del pasado, pero que también es importante “honrar el coraje de quienes llamaron a nuestra nación a mirar con los ojos abiertos ese horror y actuar”

Agregó que “la historia de Emmett Till y la increíble valentía de Mamie Till-Mobley ayudaron a impulsar el movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos, y sus historias continúan inspirando nuestra lucha colectiva por la justicia”.

Recuerdo permanente

El asesinato Emmett Till fue recordado por el cardenal Gregory durante una entrevista concedida a El Pregonero y Catholic Standard, ambas publicaciones pertenecientes a la Arquidiócesis de Washington. 

Y es que el arzobispo de Washington creció -a mediados de los años cincuenta- en un momento crucial del movimiento de los Derechos Civiles en Estados Unidos. Tenía ocho años cuando su abuela le llevó al velorio de Emmett Till, un niño afroamericano de Chicago que había sido asesinado en Mississippi. Un momento desconcertante para la comunidad afroamericana de Chicago. 

El cardenal Gregory, también, creció en la era de los asesinatos políticos: era un estudiante de tercer año de secundaria cuando -en una clase de álgebra- se hizo el anuncio a través de megáfonos de que el presidente John Kennedy había recibido un disparo. 

En sus últimos años de seminarista fueron asesinados el Dr. Martin Luther King y Bobby Kennedy; la guerra de Vietnam estaba en ciernes y muchos problemas sociales se desencadenaban en la arena pública. Todo eso formó su carácter -así como el de su generación- y el movimiento por la paz pasó a ser parte de su mundo mientras crecía.

“Esos momentos de tragedia, que nos entristecieron profundamente, no rompieron nuestro espíritu -agregó-. Lección que espero sea capturada por los jóvenes en el mundo de hoy, que está tan dividido en el ámbito político y, desafortunadamente, las divisiones dentro de nuestra iglesia también están muy presentes en la arena pública. Mi oración, mi esperanza, es que nuestros jóvenes no pierdan la esperanza y no digan que todo está perdido”, dijo en esa entrevista el cardenal Wilton Gregory.

Durante una entrevista en el 2020 con Christiane Amanpour de la cadena CNN, el cardenal también reflexionó sobre cómo fue asistir al velorio de Emmitt Till: “Recuerdo que mi abuela me llevó al velorio… La madre de Emmett Till insistió en que fuera un velorio con ataúd abierto, para que la gente pudiera ver la brutalidad que su hijo había soportado. Y yo tenía 7 ó 8 años en ese momento. Y fui con mi abuela, junto con literalmente miles de afroamericanos de Chicago, para presenciar la terrible brutalidad que había sufrido ese joven. Fue algo que nunca olvidaré. Estábamos en una larga fila. Y, obviamente, pasamos junto al ataúd. Y recuerdo haber visto el horrible cuerpo desfigurado de ese joven”.

Durante un evento organizado por la Universidad de Georgetown, el cardenal Gregory dijo que ver el video del asesinato de George Floyd, el hombre afroamericano que murió bajo custodia policial después de que un oficial de Minneapolis se arrodilló en su cuello durante un período prolongado de tiempo, le trajo una avalancha de recuerdos, incluso cuando lo llevaron a ver a Emmett Till. 

Dijo que la muerte de Floyd le recordaba a “un collage completo de personas que han sido asesinadas sin otra razón que el color de su piel”.

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