Los profesionales que trabajan en las escuelas católicas como enlaces con las familias hispanas, realizan una importante labor que se ve reflejada en el éxito de los estudiantes inmigrantes. Para enaltecer su labor y premiar su esfuerzo y entusiasmo, el sistema escolar arquidiocesano agradeció a los enlaces hispanos el 11 de junio.
“Celebramos a los increíbles voluntarios y al personal dedicado a atraer y acoger a las familias hispanas en nuestras escuelas. Su compromiso fortalece nuestra comunidad, fomentando la unidad y la compasión. Estamos profundamente agradecidos por sus esfuerzos, que no sólo aumentan la participación hispana, sino que también enriquecen nuestro trayecto educativo y espiritual colectivo”, expresó Vicky McCann, Superintendente Adjunta de Promoción y Matriculación.
“De 26.255 alumnos en las escuelas católicas de la Arquidiócesis Católica Romana de Washington, el 16 por ciento son hispanos. Muchas de nuestras familias hispanas hacen un esfuerzo económico porque saben que la educación de sus hijos es el mejor regalo que les pueden ofrecer”, declaró Barbara Quisquinay, coordinadora de mercadeo e inscripciones de estudiantes hispanos en la arquidiocesis.
“Sin embargo, muchos de ellos no están familiarizados con el sistema educativo del país y tampoco hablan inglés, por lo que nuestros enlaces hispanos hacen una gran labor ofreciendo de su tiempo voluntariamente para acompañar a las familias a lo largo del año escolar”, agregó.
Asegura que gracias a ellos la barrera del idioma no es un impedimento para que puedan inscribir a sus niños en una escuela católica. “Estamos muy agradecidos con cada uno de nuestros enlaces hispanos”, subrayó.
En esta época del año, el sistema escolar celebra también a todos los graduados de las escuelas católicas, especialmente a los estudiantes de la escuela secundaria Don Bosco Cristo Rey (DBCR) con la cual coopera durante el año.
La oficina de escuelas católicas de la arquidiócesis es un empleador participante del programa de estudio y trabajo de DBCR. “Actualmente ofrecemos posiciones a cuatro estudiantes que son asignados a un departamento diferente dentro de nuestra oficina, asistiendo en las diversas actividades y procesos administrativos realizados en nuestras instalaciones”, dijo Bárbara.
La alumna Giselle Ángel-Ramírez trabajó por tres años en esa oficina arquidiocesana, asistiendo en tres diferentes departamentos. “Durante estos años pudimos ver y acompañar su crecimiento profesional. La estudiante no solamente recibió cada reto como una oportunidad para aprender, sino que pudo utilizar sus talentos y capacidades en el entorno de trabajo, especialmente el idioma español, con el que nos apoyó en diversas actividades de la oficina de admisiones hispanas”, detalló Bárbara.
La egresada está muy orgullosa de haber sido aceptada a tres universidades diferentes y el sistema escolar católico, también, por haber sido testigos de su crecimiento profesional a lo largo de estos años.
El sistema escolar arquidiocesano también aplaude los logros de cinco maestras que están participando en un programa de desarrollo profesional para maestras latinas, de la Universidad de Notre Dame, gracias a Crimsonbridge. Dos de ellas y dos administradoras, incluyendo a Bárbara, quienes obtuvieron becas para participar en este programa de formación, van a graduarse en julio próximo.
El sistema educativo comparte estas noticias en sus redes sociales en inglés y en español para la comunidad hispana. Infórmese en adw.org.