Navidad es una fiesta en la cual conmemoramos acontecimientos realmente asombrosos. Dios ha entrado en la historia humana como uno de nosotros. El Siempre Infinito ha elegido caminar entre nosotros como un hombre. El Todopoderoso Señor del universo ha elegido convertirse en un simple infante.
La celebración más importante del año para los 1.400 millones de católicos del mundo ha sido descrita de este modo por el arzobispo de Washington, Wilton Gregory , el 25 de diciembre, durante la misa de Navidad celebrada en la Basílica de la Inmaculada Concepción.
“La Navidad está hecha para consolarnos, para salvarnos, para animarnos”, subrayó el cardenal. En su homilía explicó que las primeras palabras pronunciadas en el misterio de Navidad son palabras que nos invitan a no tener miedo.
“Hay motivos para asustarse ante el misterio que contemplamos. Por eso, el ángel pronuncia las primeras palabras de esta Noche Santa: ¡No tienes nada que temer! El Misterio de la Navidad, por grande y majestuoso que sea, no debe asustarnos. Sin embargo, todos somos muy parecidos a ese niño pequeño: ¡difíciles de convencer! Tenemos miedo de lo que significa este día”, dijo.
El arzobispo considera que la Natividad es una prueba de que “Dios ha elegido acercarse a nosotros”. Ello significa que hemos cambiado y que somos diferentes -dice.
Son muchos los católicos que acuden a misa en Navidad. Algunos no acuden el resto del año, pero si vienen para Navidad. “La gente vuelve hoy a la Iglesia en un número que no tiene comparación con ninguna otra festividad o domingo”, según el cardenal.
Muchos vienen, dice, atraídos por el significado de esta experiencia y explica que niños y adultos se sienten asustados y fascinados por lo que significa la Navidad. “Nuestros corazones quieren creer que podemos alcanzar y tocar la divinidad, pero tenemos miedo”.
El arzobispo se pregunta si la asistencia masiva a misa en Navidad se debe a la presión social. “¿Las familias se reúnen con alegría en esta fiesta y nadie quiere romper el ambiente? o ¿todos sentimos que la Navidad es una oportunidad para recuperar una inocencia que quizá hayamos perdido y que anhelamos volver a experimentar?”
Aunque la gente suele decir que la Navidad es para los niños, el cardenal cree que, en realidad, la Navidad es una fiesta para adultos:“El corazón de la Navidad es el acontecimiento de una fe adulta que siente una seguridad y un consuelo que puede que no haya sentido desde que era niño”.
Detalló que Jesús nació en medio de gente pecadora, gente común y corriente. Los pastores del campo eran trabajadores con poca experiencia de las maravillas que les rodeaban y tenían la necesidad de escuchar: “¡No tienes nada que temer!”.
El cardenal dice todos necesitamos ese mismo mensaje ya que algunos de nosotros podemos tener miedo “de que nuestros pasados pecaminosos nos incapaciten para este misterio” o “que los demás nos consideren extraños o visitantes poco frecuentes de la Iglesia”.
Esos temores no tienen sentido, dice el cardenal, ya que “la Iglesia es una asamblea de pecadores de diversos grados”.
El temor que sí está bien fundado, dice, es que “a causa de los acontecimientos de este día de la Natividad de Jesús, seremos cambiados”. Ante una basílica llena de fieles, el homilista dijo que “esta fiesta significa que ninguno que se acerque a este Niño volverá a ser el mismo”.
El ángel también dijo que “ha nacido un Salvador, un Niño que, al hacerse hombre, ha hecho posible que todos nosotros seamos más semejantes a Dios”, puntualizó el arzobispo Gregory en la Misa de Navidad 2024.
La Misa de Navidad con el cardenal Gregory puede verse en: youtube.com/watch?v=eqdMH_M6BjA.
Vea la misa de Navidad en español en la basílica con el obispo auxiliar de Washington Evelio Menjívar: youtube.com/watch?v=ctsHjnlF8Pk&t=1570s.