En las elecciones generales del 5 de noviembre se estima que 41 millones de jóvenes, entre 18 y 29 años, emitirán su voto lo que de facto les convierte en un importante caudal electoral en futuros procesos presidenciales.
En virtud de lo señalado, la Iniciativa sobre el Pensamiento Social Católico y la Vida Pública de la Universidad de Georgetown convocó a expertos para abordar el tema ‘Los jóvenes en este año electoral: Cómo reconstruir la confianza rota en las instituciones y los líderes’.
Yuval Levin, director de Estudios Sociales, Culturales y Constitucionales en el American Enterprise Institute (AEI), dijo que la falta de confianza en los políticos se traduce en una indiferencia frente a las elecciones generales: “La polarización política es un problema, pero lo que más preocupa es el ‘punto muerto’ en que se encuentra la decisión de muchos electores respecto a quien entregar su voto”.
Señaló que este año la preocupación de los electores no se centra en pensar si la democracia de Estados Unidos se encuentra en peligro, sino en que podrá hacer el próximo presidente en política pública con un Congreso dividido y con propuestas electorales recicladas.
Para el profesor Brandon Vaidyanathan, presidente del Departamento de Sociología de la Universidad Católica de América, en la elección presidencial del 5 de noviembre están en juego no solo la credibilidad de los políticos demócratas y republicanos, sino que también se medirá su real sensibilidad social con respecto a los problemas que afectan a millones de electores.
“Los efectos devastadores de la pandemia del covid-19 han provocado en los votantes diversos cambios en la forma de percibir la agenda política del país y el real compromiso de los políticos en solucionar los problemas. Ahora muchos exigen reglas claras antes de endosar sus votos”, manifestó Vaidyanathan.
Según Justin Vassallo, columnista de la revista Compact, señaló que los electores están esperando que los candidatos expliquen sus planes para ayudar a las comunidades rezagadas por carecer de programas de desarrollo económico, laboral, educativo y en la implementación de nuevas tecnologías.
“El lenguaje electoral de la presente campaña es simple y común, pero los políticos tienen que entender que los votantes quieren que sus voces sean escuchadas, que se atiendan sus problemas más urgentes y que se cumplan las promesas electorales”, precisó Vasallo.
La religiosa Eilis McCulloh, HM, de la organización de base en Network Advocates for Catholic Social Justice, resaltó la importancia de que muchos jóvenes católicos del país hoy analizan y discuten los problemas que más importan a sus comunidades, así como expresan su compromiso de emitir un voto responsable: “Las redes sociales juegan un papel importante en el presente proceso electoral y se han convertido en un medio ideal para que los católicos puedan hablar de temas de interés común”.
Importancia del voto católico
En otro debate sobre la democracia e importancia de las elecciones generales y sus implicancias con la doctrina social de la Iglesia, también organizado por la citada organización de la Universidad de Georgetown, expertos analizaron las propuestas de los candidatos presidenciales Kamala Harris y Donald Trump.
Nichole Flores, profesora asociada de estudios religiosos en la Universidad de Virginia, dijo que en el presente proceso electoral muchos de los temas en discusión guardan relación entre la importancia de preservar la democracia y respetar las creencias religiosas que son de máximo interés para la comunidad hispana.
Indicó que muchos políticos desconocen las implicancias de la teología en materia de orientación pública y social, razón por la cual sus discursos no terminan de convencer a las comunidades religiosas y minoritarias del país, especialmente cuando hacen referencia a la pobreza, el aborto, la ola antiinmigrante o el racismo.
“Por ejemplo, muchas madres de familia comprometidas con el desarrollo de sus hijos y con la creación de un espacio respetuoso para los votantes católico no pueden ser ignoradas por los candidatos. Todas las voces merecen ser escuchadas y recibir respuestas durante los debates políticos”, puntualizo Flores.
Manifestó que la realidad política en el 2024 es distinta a la del 2020, pero nadie debe ignorar que en cada elección se pone a prueba la democracia y se debe aprovechar el momento político para captar recursos en beneficio del bien público.
Para E.J. Dionne, profesor en la Escuela de Políticas Públicas McCourt de la Universidad de Georgetown e investigador principal de la Brookings Institution, reconoció que hoy la dinámica política del país experimenta cambios constantes que se refleja en los electores jóvenes, quienes se sienten desalentados debido a que las propuestas de los candidatos no siempre tienen sustento en la realidad que viven las comunidades.
Agregó que ese desaliento se evidencia en los votantes religiosos de ambos partidos, quienes no comparten las ideas sobre el legalizar el aborto, ampliar las exoneraciones fiscales a los ricos, el continuar con la construcción del muro en la frontera que divide México con Estados Unidos o se sienten frustrados con el incumplimiento de la promesa de eliminar parcialmente las deudas universitarias.
“Hoy los votantes católicos sienten una sensación de presión cruzada para asumir sus decisiones políticas. Hay que reconocer que algunos son más conservadores en cuestiones sociales como el aborto, temas laborales y de justicia social, mientras otros no tanto. Considero que eso es más complicado ahora que en el pasado, pero esa es la realidad de Estados Unidos”, dijo Dionne.
Sohrab Ahmari, católico y fundador de la revista Compact, señaló que en la elección presidencial de este año la lista de temas por resolver es larga empezando por el divisionismo social, crisis económica, aborto, venta de armas, violencia, guerras y xenofobia son temas centrales que preocupan a los votantes en general.
Insistió que votantes quieren soluciones puntuales a sus reclamos, pues para la mayoría de los electores católicos la creciente ola de racismo, el aborto, el antisemitismo y la xenofobia requieren una atención inmediata de los candidatos antes de emitir su voto en noviembre próximo.
“Considero que los votantes católicos deberíamos trabajar unidos y tratar de construir una posición de unidad, en el centro, sin importar de qué lado del espectro político estemos”, comentó Ahmari.