La imagen del Señor de los Milagros, uno de los símbolos de la identidad religiosa de los peruanos, se encuentra ahora también presente en el corazón de la comunidad inmigrante del área metropolitana de Washington, que reza, trabaja, estudia, sueña y que son peregrinos de la esperanza, dijo el obispo Evelio Menjívar Ayala durante la misa celebrada en la parroquia Sagrado Corazón previa a la procesión del Cristo de Pachacamilla.
Señaló que a pesar de la violencia, discriminación e injusticias que viven muchos inmigrantes indocumentados, en octubre los peruanos llegan con hábitos morados y comparten solidariamente con sus hermanos latinoamericanos su fe y amor por el Señor de los Milagros.
“El papa Francisco siempre nos recuerda que todos los migrantes tienen que ser acogidos, acompañados e integrados al lugar que llegan. Que bonito es ver muchas familias peruanas, junto a sus niños y ancianos, compartiendo con sus hermanos su devoción por el Señor de los Milagros, invitándolos a continuar juntos por el camino de la fe”, manifestó el obispo Menjívar.
Agregó que el Papa en su última encíclica “Nos amó” habla de la importancia de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, pero también pide abrir nuestros corazones al inmenso amor del corazón de Cristo y caminar juntos como una gran familia en búsqueda del fortalecimiento de la fe y desarrollo espiritual.
“La procesión tienen un gran significado teológico, además de ser un acto religioso, cultural y espiritual de mucha importancia. Por eso es gratificante ver a decenas de niños, vestidos de morado y cargando una réplica pequeña del Señor de los Milagros, pues esa es la señal más clara que esta bella tradición peruana perdurara en el tiempo aquí en Estados Unidos”, acotó el obispo.
Antes de concluir la misa, Alfredo Ferrero Diez Canseco, embajador del Perú ante la Casa Blanca, agradeció la presencia del obispo Evelio Menjívar y dijo que desde hace años la imagen del Señor de los Milagros es la expresión más evidente de la religiosidad de los peruanos.
“Los peruanos en el exterior encontramos en esta sagrada imagen una protección espiritual y sabemos que el Cristo Morado fortalece nuestros sentimientos por el Perú y nos acompaña donde se encentremos”, puntualizó el diplomático peruano.
Finalmente, los representantes de la Hermandad del Señor de los Milagros de Washington agradecieron al padre Emilio Biosca Agüero, párroco del Sagrado Corazón, por recibir las andas del Cristo de Pachacamilla y organizar dos misas simultáneas para poder atender a más de un millar de fieles peruanos que llegaron hasta el templo.