En el contexto actual que se vive en Estados Unidos, se hace cada vez más difícil apoyar y ser activo en un partido político y al mismo tiempo ser fiel a los valores católicos. Analizando a los políticos católicos en general e incluso al gobierno de turno, notablemente se percibe que los valores católicos cada vez se respetan, se reflejan o se difunden menos en el ejercicio político.
“A veces es difícil ser al mismo tiempo republicano o demócrata y católico comprometido. En Estados Unidos, las prioridades de ninguno de los partidos reflejan toda la gama de la doctrina social católica”, según la Iniciativa sobre el Pensamiento Social Católico y la Vida Pública de la Universidad Georgetown que organizó recientemente el diálogo titulado: “¿Es el partidismo una amenaza para la ciudadanía fiel o una forma de vivirla?”.
“La política estadounidense suele ser víctima y prosperar en la competición partidista. Como católicos, es nuestro deber resistir a los impulsos de las palabras en la política y proporcionar orientación sobre el Evangelio que pueda remodelar la política en el país”, dijo Christian Soenen, director de proyectos de la Iniciativa y moderador del diálogo.
Los anfitriones del evento argumentan que “los partidos políticos son poderosos instrumentos para organizar a los ciudadanos en torno a prioridades particulares y movilizar los recursos del país al servicio del bien común. Como ciudadanos fieles, los católicos estadounidenses deben tomar decisiones difíciles cuando participan en la vida pública”.
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La Iglesia nos insta a defender la vida, acoger al inmigrante, ayudar al que lo necesita, ser honestos y justos. Se hace difícil opinar, participar o parcializarse en la arena política tan cargada de mentiras, desinformación, manipulación y con un doble standard.
Se hace fácil apoyar a un candidato que se autoproclama católico o conservador, pero se hace difícil sentirse identificado con él/ella cuando no respeta los valores cristianos, la familia, la vida o la dignidad de todo ser humano. Así ponen a los votantes católicos contra la pared, instándolos a defender lo católicamente indefendible.
Es incongruente que un votante católico apoye a un partido demócrata que defiende abierta y solapadamente el aborto y las relaciones homosexuales, que dice ser proinmigrante, pero es el deportador número uno (según las cifras).
También es incongruente que apoye a un partido republicano que tiene una fuerte agenda antiinmigrante inhumana, opta por recortes a programas de asistencia (para pobres, ancianos y discapacitados) y se opone a brindar ayuda internacional a países menos favorecidos.
Según John McCarthy, quien trabajó para el gobierno anterior, el Partido Demócrata actualmente, tiene un problema con los votantes religiosos en general. “Nos ha costado comunicarnos con ellos (religiosos) y visualizar la forma en que presentamos el partido a nivel nacional. Es que pensamos que la gente de nuestro partido tiende a ser más educada, tienden a ser más ricos, tienden a provenir de familias que tienen años de estudios universitarios”.
Dijo que, en su experiencia y según las cifras, las personas de cierta riqueza y nivel universitario en general no van a la iglesia a menudo. Pero, aclaró, que esas personas “no reflejan en absoluto la audiencia real de la población (masiva) que estamos tratando de servir y representar y convencer que voten por nosotros”.
McCarthy fue asesor principal para el compromiso político durante la gestión del expresidente Joe Biden y director político nacional adjunto de su campaña presidencial en 2020. Se desempeñó como director nacional de alcance comunitario de fe para Hillary for America y fue copresidente de Catholics for Obama-Biden.
“Tenemos que encontrar la manera de fortalecernos y defender aquello en lo que crees. No se trata sólo de defender tus creencias personales, sino de asegurarte de que estén representados”, expresó en el conversatorio que se llevó a cabo el 27 de febrero en el auditorio de la escuela de estudios continuos, ubicada en 640 Massachusetts Ave., N.W., DC y virtualmente.
“El Partido Demócrata tiene que ser más abierto. Estar abierto al hecho de que, si no se está de acuerdo con nosotros en todo, todavía hay un buen trabajo que hacer. Creo que el Partido Demócrata y la Iglesia tienen que encontrar más formas de llegar a los demás”, dijo McCarthy.
Reto latente
El reto para el católico es cómo participar cívicamente, seguir en la defensa del bien común y apegado a la fe en un contexto político que cada vez refleja menos los principios católicos.
Este panel se dio a la tarea de ahondar en este tema. Se habló de cómo afecta el partidismo a nuestra forma de vivir como ciudadanos fieles, cuándo el partidismo exige demasiado, hasta qué punto debemos estar dispuestos a transigir, hasta qué punto podemos confiar en que los partidos políticos den prioridad a cuestiones que reflejen los valores que se encuentran en los Evangelios (como el respeto a la vida, la prioridad a los pobres, la acogida a los inmigrantes y el cuidado de la creación).
“La política es un negocio duro. La forma en que vemos que se desarrollan las campañas ahora mismo no es exactamente cómo nuestra fe nos enseñaría a hacer. Es difícil, es un reto… Alguien me dijo en un momento: Una persona inteligente puede justificar cualquier cosa, una persona sabia sabe cuándo no hacerlo”, según Matt Mowers, quien fue asesor principal de la Casa Blanca en el Departamento de Estado de 2017 a 2019 y actualmente funge como presidente de Valcour, una firma de estrategia pública global.
Ayudó a dirigir PEPFAR, el programa global de EEUU contra el VIH, y fue asesor de la delegación nacional en la Asamblea General de las Naciones Unidas durante la primera administración del presidente Donald Trump.
Michelle Meza, comunicadora y directora de alianzas estratégicas en Woodberry Associates y ex directora regional de movilización de la campaña presidencial de Kamala Harris para 2024 en Wisconsin, reconoce que representar al partido demócrata y considerar sus principios religiosos personales, no fue fácil.
“Cuando tuve que decidir si quería participar en la campaña de reelección del presidente Biden, con la conciencia tranquila, no podía porque fundamentalmente estaba en desacuerdo con su política exterior. Además, navegaba mi propia encrucijada espiritual en ese momento”, dijo.
Estaba consciente de que uno de los principios fundamentales de la tradición católica es el respeto a la santidad de la vida humana y a la dignidad del ser humano.
Por eso, considerando la política exterior del Presidente Biden en Gaza, decidió no apoyar la campaña 2024 y no ser empleada. Cuando el partido demócrata cambio de candidato y escogió a Kamala Harris, dice, “esto le dio a mi partido y a personas como yo, la oportunidad de involucrarnos otra vez con la plataforma demócrata”.
Esta reunión exploró cómo los compromisos partidistas y los valores católicos pueden coexistir o entrar en conflicto para los votantes, defensores, personal político u otras personas involucradas en el proceso político.
En el panel estuvo también Luz Tavarez, vicepresidenta de asuntos gubernamentales de Caridades Católicas USA, donde dirige los esfuerzos continuos para instar a los responsables políticos nacionales a reconocer las necesidades de los más vulnerables y adoptar medidas que los apoyen.
Los participantes en este diálogo dedicaron un momento a orar por el papa Francisco, quien ha sido hospitalizado desde el 14 de febrero por problemas respiratorios y complicaciones. Rezaron una oración del padre Jim Martin: Señor, “ayúdale a sanar rápidamente. Envía tu Espíritu Santo y tus pulmones para sanarlo, inspirarlo y resucitarlo para que pueda vivir su vocación de Vicario de Cristo… Te lo pedimos en nuestro nombre. Amén”.
Nos alegramos mucho de oír signos de mejoría en los últimos días, dijo Daniels, y les pedimos que sigan rezando por el papa Francisco y por todos los que cuidan de él.
El Papa Francisco ha calificado la política como una de las formas más elevadas de caridad -dijo Soenen. “El pontífice sostiene que la política debe centrarse en la guía común con un enfoque en los pobres y los más vulnerables. En su reciente carta a los obispos sobre las políticas de inmigración de Trump, el Papa habló de esta caridad cristiana como aquella que construye una fraternidad abierta a todos sin excepción”.
Este diálogo puede verse en: youtube.com/live/Y43RjauA7bQ.