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El conflicto armado de El Salvador, desde la mirada de fotógrafos extranjeros

Giovanni Palazzo, fotógrafo italiano que documentó el conflicto armado interno en El Salvador, posa durante una entrevista con EFE en el Museo de la Palabra y la Imagen (MUPI), en San Salvador (El Savador). EFE/ Rodrigo Sura

Los involucrados en el conflicto armado interno de El Salvador quedaron retratados en las imágenes de fotógrafos locales y extranjeros, entre ellos el italiano Giovanni Palazzo, quien entre 1980 y 1988 observó y retrató “las causas” de esa guerra que dejó 75.000 muertos, unos 8.000 desaparecidos y cientos de masacres.

La guerra salvadoreña (1980-1992), causada principalmente por la pobreza, la desigualdad social y la represión militar, y que estalló tras el asesinato de monseñor Óscar Arnulfo Romero (marzo, 1980), ha quedado registrada en textos y en la memoria a través de imágenes que siguen saliendo a luz.

Palazzo, originario de Turín (Italia) y que se define como un aficionado y amante de la fotografía, es parte de esa historia junto a sus colegas Gervasio Sánchez (España), Susan Meiselas (Estados Unidos) y Augusto Vásquez (México), también autores de instantáneas, vistas y admiradas por muchos.

Mostrar el conflicto a los que no estuvieron

Gio -así como conocido por sus amistades- llegó a El Salvador a sus 26 años, en pleno punto alto de la guerra y su deseo de retratar historias se presentó tras el asesinato de Romero, como comenta a EFE en una conversación.

Aprovechaba las vacaciones en un país, en agosto, para volar a El Salvador y fotografiar a niños, mujeres, campesinos, guerrilleros, soldados del Ejército y a “todo aquello” que él consideraba valioso para luego ser visto.

Entre sus idas y venidas al país más pequeño de Centroamérica -con una superficie de 21.041 kilómetros cuadrados- llamó su atención los conflictos internos en Nicaragua y Guatemala, lugares en los que también estuvo para fotografiar.

Ahora Gio cuenta que su finalidad “nunca” fue comercializar su material sino contar con un archivo que pudiera mostrar lo sucedido a las generaciones que no vivieron la guerra y a los protagonistas de la misma.

“Yo soy dueño de las fotografías oficialmente porque yo las tomé, pero (…) las fotografías son de los que están dentro de las fotografías, de los que me permitieron tomarla y salir a la historia. Entonces, la foto tiene que regresar a todo el pueblo salvadoreño, a los participantes del conflicto”, dice.

Ha donado a El Salvador más de 6.000 fotografías y recientemente expuso en el Museo de la Palabra y la Imagen (MUPI), en San Salvador, una muestra de 50 fotografías en las que se observa la precariedad y desesperanza de la época.

Un trabajo de inmersión en El Salvador

Gio consiguió una credencial de prensa “falsa” para colarse y acceder a los lugares donde se encontraba “el campesino descalzo con sus vacas” y poder así reflejar esa realidad.

Asegura que “conocer las situaciones políticas y sociales (de un país) es fundamental porque sino, no se entiende lo que vamos a tomar en la fotografía”.

“Llegaba, me paraba en el campo, donde estaba el campesino trabajando con las vacas y sin zapatos, esas son las causas del conflicto social que se volvió un conflicto armado”, expresa.

La guerra civil enfrentó al Ejército salvadoreño, financiado por Estados Unidos, y a la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), partido político que gobernó el país por 20 años, luego se convirtió en oposición y en la actualidad pasa desapercibido.

El conflicto armado en El Salvador se saldó con unas 75.000 personas muertas, unos 8.000 desaparecidos y cientos de masacres, la mayoría de ellas cometidas por el Ejército contra civiles: niños, mujeres y ancianos.

Un activista que cuenta la realidad

Las fotografías de Gio explican, según su autor, “un poco la síntesis de todos los sectores, lo social, lo político y los militares que participaron”. Pero también “la niñez, la pobreza, el campo, los soldados, los guerrilleros, los campesinos”, apunta.

“La fotografía me ayudó a ser crítico, me cambió y me hizo ser lo que soy ahora, a mis 70 años”, asegura.

Sus instantáneas no solo reflejan la realidad salvadoreña en época de guerra, sino que también sirvieron para buscar “apoyo solidario de otras naciones para el país”.

Más que un fotógrafo se define como un activista que buscaba con sus fotografías contarle al mundo lo que un pueblo sufre en un conflicto armado y hacer conciencia de los daños que provocaron y provocan esas guerras.

Las causas que ocasionaron la guerra en El Salvador podría decirse que continúan vigentes, 32 años después de firmada la paz (enero 1992), y las imágenes del fotógrafo italiano Gio, al igual que las de muchos fotógrafos más, son la evidencia latente en el tiempo de lo que pasó y cómo se vivió.



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