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El papa Francisco dio un rostro a los sin rostro

El papa Francisco se prepara para almorzar con sus invitados en el Aula de Audiencias del Vaticano el 17 de noviembre de 2024, Jornada Mundial de los Pobres. Foto/CNS/Pablo Esparza

En los últimos años de su pontificado, el mundo vio el rostro más serio, preocupado y sufriente del papa Francisco. Pero con un grupo siempre estaba radiante, siempre sonriente y siempre alegre: los pobres.

"El papa Francisco puso a los pobres en el centro de su papado porque eso significaba precisamente estar en el centro del Evangelio", repetía una y otra vez a lo largo del pontificado el cardenal Konrad Krajewski, prefecto del Dicasterio para el Servicio de la Caridad, cuando se le preguntaba por una iniciativa tras otra en favor de los desamparados y desfavorecidos romanos.

Para el papa Francisco, ocuparse de los necesitados significaba poner el Vaticano patas arriba. Los pobres eran acogidos regularmente en la Casa Santa Marta, donde vivía el Papa, y la Guardia Suiza les saludaba cuando se dirigían a la Elemosineria Apostolica -- la oficina de la Limosnería Apostólica -- para almorzar con el cardenal Krajewski. Francisco lo dejó perfectamente claro: son uno de los nuestros y merecen que el Vaticano sea su hogar.

La revolución era fácil de predecir, ya que el cardenal que se convirtió en el papa Francisco era un invitado habitual en los barrios marginales de Buenos Aires y un sacerdote que no cambiaba sus gafas hasta que se caían a pedazos. Para el Vaticano, sin embargo, la magnitud de la revolución fue impactante.

"La tarea de la Limosnería Apostólica es vaciar la cuenta de la caridad del Santo Padre con los pobres, según la lógica del Evangelio", dice el banner principal de la página web de la oficina del cardenal Krajewski.

A los cinco meses del pontificado de Francisco, en agosto de 2013, el prelado polaco fue elegido para el trabajo de distribución de los fondos de caridad del Vaticano, un nombramiento que inició un torbellino de iniciativas.

"El Santo Padre me dijo que vendiera mi escritorio", dijo el cardenal Krajewski a OSV News. "No lo necesitarás", recordó, señalando la directiva principal del Papa: salir y estar allí donde los pobres te necesitan.

En noviembre de 2014, se conoció la noticia de que se construirían duchas para las personas sin hogar bajo la amplia columnata blanca de la Plaza de San Pedro, una decisión tomada tras la petición del Papa de que se construyeran duchas para los pobres en 10 parroquias romanas. A lo largo de los años, se construyó en ese mismo lugar, en el centro turístico del Vaticano, una clínica ambulatoria para los pobres.

"Allí, los médicos atienden diariamente a unas 150 personas. Todos esos médicos trabajan como voluntarios, de ocho a diez médicos cada día: dentistas, ginecólogos, podólogos, ¡a menudo profesores de medicina! Y sabe lo que me dicen: que esto es más importante para poner en su currículum que la famosa clínica Gemelli", dijo el cardenal Krajewski sobre el privilegio que sienten los médicos de servir a los pobres en nombre del Papa.

"Recuerdo que, en una de las primeras citas públicas con la prensa, el Papa Francisco dijo que le gustaría una Iglesia pobre, que fuera pobre y para los pobres", dijo a OSV News Massimiliano Signifredi, coordinador de servicios para las personas sin hogar de la Comunidad de Sant'Egidio.

Sant'Egidio – una comunidad fundada en 1968 por el joven Andrea Riccardi, hoy estimado profesor de historia, intelectual y exitoso negociador de acuerdos de paz -- se ha convertido con los años en una red de comunidades que atienden a los pobres, incluidos los migrantes, y abogan por la paz en más de 70 países de todo el mundo.

Para Francisco, la Comunidad de Sant'Egidio es una aliada natural.

"El Santo Padre conoció Sant'Egidio en las villas miseria de Buenos Aires y se reunió muchas veces con nuestra comunidad", subrayó Signifredi.

En 2016, cuando el Papa llevó inesperadamente a familias sirias con él a Roma en un avión papal desde la isla griega de Lesbos, Sant'Egidio facilitó la visita y se hizo cargo de las familias en su nuevo periplo vital.

Un año después, Francisco anunció la primera Jornada Mundial de los Pobres.

"Los pobres no son un problema, sino un recurso al cual acudir para acoger y vivir la esencia del Evangelio", escribió el papa Francisco en el mensaje para la primera celebración el 19 de noviembre de 2017. Pidió al mundo que celebrara la Jornada Mundial de los Pobres el 33º domingo del Tiempo Ordinario, que generalmente car el tercer domingo de noviembre.

"En ese domingo, si en nuestro vecindario viven pobres que solicitan protección y ayuda, acerquémonos a ellos: será el momento propicio para encontrar al Dios que buscamos", dijo el Papa, y añadió: "No olvidemos que para los discípulos de Cristo, la pobreza es ante todo vocación para seguir a Jesús pobre".

El Papa practicó lo que predicaba: cada año alegra a la prensa vaticana con imágenes insólitas del pontífice cenando con miles de pobres, bromeando con niños de familias desfavorecidas y riendo sinceramente con emigrantes de todos los rincones del planeta.

En 2019, llegó otro hito de la revolución. El Papa tenía que adjudicar un palacio romano vacío.

"Es un edificio precioso que da a la columnata de la plaza de San Pedro. Se puede ver perfectamente la cúpula", dijo Signifredi, añadiendo que podría convertirse fácilmente en una pulcra oficina de la curia vaticana o en un hotel de cinco estrellas, "tal vez incluso más dada la ubicación".

"¿Sabes cuánto dinero podría ganar si convirtiera este lugar en un hotel?", preguntó Silvano, una persona indigente de Rumania, a OSV News en marzo de 2023 en los locales del Palazzo Migliori. "¡Millones! Pero en lugar de eso lo renovó y nos dio este lugar a nosotros, a los pobres".

Tras una amplia renovación llevada a cabo bajo la supervisión del cardenal Krajewski, y que dejó frescos históricos en las paredes, el Palazzo Migliori se inauguró en noviembre de 2019 a tiempo para la tercera Jornada Mundial de los Pobres.

"No es sólo un techo sobre sus cabezas, o una cama con mesita de noche, sino la oportunidad de empezar una nueva vida", dijo Signifredi.

Allí, en el Palazzo Migliori, las limosnas que se dan a las personas sin hogar se transforman en un "cambio real", dijo.

"Cuando das limosna, tocas la mano de alguien. En el Palazzo Migliori, el Señor toca la mano de los pobres, y con ello les toca el corazón. Toca su vida para que su vida cambie", explicó Signifredi.

"No es un refugio, es un hogar", añadió Silvano, que sólo dio su nombre de pila.

El mayor cambio para las personas sin hogar es que, tras cruzar el umbral del palacio, recuperan su dignidad.

"Lo primero que hay que hacer con una persona que no tiene techo es aceptarlo, hablar con él", dijo el cardenal Krajewski.

Por eso, cuando en la primavera de 2023 le dijeron al cardenal que en la zona de Aventino vivía "una persona sin hogar sin rostro", corrió a verle.

Miroslav, un hombre eslovaco, tenía la cara cubierta con telas, ya que su rostro estaba desfigurado por un cáncer. "Le llevamos al Palazzo Migliori y le cuidamos durante dos meses", dijo el cardenal Krajewski.

"Estaba ciego, ya que la enfermedad se llevó sus ojos, no tenía nariz, pero durante los dos últimos meses de su vida estuvo rodeado de amigos. Los obispos eslovacos le visitaban. Recibió cuidados y atenciones constantes", recordó el cardenal Krajewski.

"Tenía la ventana abierta y escuchaba las audiencias de los miércoles del Santo Padre. Y cada vez que venía alguien se limitaba a decir: 'Gracias'. Nunca maldijo su suerte, no guardó rencor a los médicos, porque no estaba rodeado de procedimientos, sino de personas", dijo el cardenal Krajewski.

El cardenal polaco celebró el funeral de Miroslav en la Iglesia de Santa Mónica de Roma el 16 de septiembre de 2023. Fue enterrado en el cementerio Prima Porta de Roma.

"Al principio atender a personas como Miroslav parece difícil, pero sólo yendo contracorriente verán que esto es precisamente estar en el centro del Evangelio", dijo.

"Más de 20 siglos de historia cristiana revelan que la plena adhesión al Evangelio ha ido unida al amor a los pobres. Cuando la Iglesia se apartó de los pobres, perdió también el Evangelio", añadió Signifredi, subrayando el legado del Papa Francisco, que espera perdure durante décadas y siglos.

Miroslav se convirtió en el símbolo de decenas de hombres sin hogar, cuyos funerales fueron celebrados por el cardenal Krajewski y otros cardenales en múltiples iglesias romanas: una despedida en nombre del Santo Padre.

Voluntarios y colaboradores de la Comunidad de Sant'Egidio llenaron las iglesias en esas ocasiones "vestidos con sus mejores galas, como si estuvieran despidiendo a sus propios familiares", subrayó el cardenal Krajewski.


"Creo que el papa Francisco ha renovado una tradición de la Iglesia que ha estado ahí desde el principio, y con gran sabiduría humana ha llevado a la Iglesia a redescubrir el tesoro -- que son -- los pobres", dijo Signifredi a OSV News.

Para Signifredi, el papa Francisco ha demostrado que "los pobres no son una categoría social, sino que son rostros. Son manos que hay que sostener, que hay que acompañar. Lo demostró muy concretamente cuando en muchas ocasiones se limitó a estar con ellos".

Para algunos, este acercamiento era "incómodo", dijo el cardenal Krajewski sobre las numerosas críticas a las duchas, clínicas y albergues que rodean San Pedro.

"Jesús amaba tanto a la gente que fue a la cruz por ellos. ¿Y por qué crucificaron a Jesús? Porque no le entendían. El hecho de que alguien no entendiera al Papa Francisco no significa que no debamos haber hecho en su nombre lo que se hizo", subrayó el prelado polaco.

"Lo más hermoso de la vida es convertirse en un propósito para otro ser humano".



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