La comunidad inmigrante en general está sumida en el miedo y la ansiedad. Los indocumentados, en particular, están evitando ir de compras, ir a restaurantes y reuniones en iglesias, caminar por las calles, usar transporte público e incluso enviar a sus hijos a las escuelas.
La administración Trump ha marcado claramente que su principal intención: buscar y deportar a indocumentados que hayan cometido delitos en Estados Unidos. Lo que preocupa a activistas proinmigrantes es que se arreste a extranjeros con o sin documentos que no han cometido delitos, a trabajadores, a familias con niños o a personas vulnerables.
“No son redadas masivas, son operaciones canalizadas a personas específicas, pero con el riesgo de daño colateral. No ha habido redadas en escuelas ni iglesias en el área metropolitana”, dijo la experta en asuntos de inmigración Celia Rivas en su oficina en el Centro Católico de Gaithersburg, Maryland.
En un reciente taller informativo en la parroquia San Camilo de Silver Spring, Maryland, aprovechó para explicar quiénes son los que deben preocuparse, quienes son “prioridad de deportación” y dio consejos para las personas que caigan en medio de un operativo del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, siglas en inglés).
“La Ley Laken Riley implica la detención obligatoria de personas que ingresaron por la frontera que hayan cometido alguno de los siguientes delitos: robo, hurto, hurto mayor, hurto en tiendas, agresión a un agente de la ley, cualquier delito que resulte en la muerte o lesiones graves a otra persona, delitos violentos”, explicó Rivas.
Ha habido reportes de operativos en Springfield, Manassas, Woodbridge, Culmore, en Virginia, también en Langley Park, Maryland.
Si usted se ve envuelto en estos operativos de inmigración, Celia dice que es muy importante decirle al oficial que “usted cuida a un niño o un anciano”.
Ciertamente, “ahora las iglesias y las escuelas no están exentas de operativos de ICE, lo que quiere decir que los agentes pueden ir a esos lugares en busca de personas específicas”, dijo.
Ciudades santuario
Las ciudades santuario y otras jurisdicciones que no cooperan con ICE -conocidas por acoger, proteger y darles la bienvenida a los inmigrantes- irónicamente ahora se han convertido en zonas de alto riesgo para los indocumentados.
Por ejemplo: Takoma Park y el Distrito de Columbia son ciudades santuario, mientras que los condados de Baltimore, Howard y Prince George no cooperan con ICE.
Cuando los extranjeros salen de la cárcel -en estos lugares protegidos- y se reincorporan a la comunidad, ICE debe ubicarlos porque tienen orden de deportación y se considera que han roto la ley. En el operativo se les arresta, pero suele ocurrir un daño colateral. Es decir, se les pide documentos a personas en el hogar, alrededor de la casa, etc., y pueden ser arrestados individuos que ni conocen a la persona buscada, incluso ciudadanos estadounidenses que no pueden probar su estatus. “Personas indocumentadas sin antecedentes, pueden ser afectadas”, dijo Celia.
“Si ICE genera una orden de captura contra una persona que ha cumplido condena y la jurisdicción coopera con ICE, al concluir su condena, el extranjero pasa a cargo de ICE, bajo un proceso de deportación”, según Rivas, quien participa en reuniones periódicas con autoridades de migración y lideres comunitarios locales.
En estas circunstancias, dijo, ICE no tiene que ir a la comunidad para buscar a esos individuos que son prioridad de deportación.
Registro
Tomando en cuenta una ley de 1940, el gobierno ha requerido -por orden ejecutiva firmada el 2 de febrero del 2025- que se realice un registro de extranjeros. Es decir, que los indocumentados obligatoriamente se inscriban en línea y den sus datos, pero Celia aclara que las autoridades “aún están en proceso de recopilar comentarios” del público en general sobre las regulaciones.
Dijo que hay que esperar que la normativa entre en vigor con normas específicas para su puesta en práctica. Entonces, quedará a criterio de cada persona si lo hace o no.
“Habrá que crear una cuenta individual y llenar el formulario G325R. Entonces el gobierno (Servicios de Inmigración y Ciudadanía, USCIS) verificará los datos, programará una cita para tomar las huellas dactilares y fotos del extranjero, luego enviará una tarjeta de inscripción como evidencia de que la persona cumplió con el requisito”, explicó Celia.
Dejó en claro que “no darán un permiso de trabajo, no constituye el otorgamiento de un estatus legal ni beneficios migratorios”. El que no cumpla, dijo, estará sujeto a sanciones.