Este 2 de febrero, la Iglesia celebró la fiesta de la Presentación del Señor, y también la XXIX Jornada Mundial de la Vida Consagrada. Para esta conmemoración la Presidencia de la CLAR emitió un mensaje en el cual destaca las diversas realidades que vive la Vida Religiosa en el continente y exhorta a vivenciar de manera autentica y plena su vocación profética.
“Un día para hacer memoria, celebrar y agradecer el don de nuestra vocación profética como centinelas de esperanza”, este es el centro del mensaje que emitió la Presidencia de la Conferencia Latinoamericana de Religiosos y Religiosas (CLAR), con ocasión de la XXIX Jornada Mundial de la Vida Consagrada.
Celebrar y agradecer por la Vida Consagrada
Este 2 de febrero, fiesta de la Presentación del Señor, la Presidencia de la CLAR en su mensaje alentó a los religiosos y religiosas de América Latina celebrar, hacer memoria y agradecer por el don de la Vida Religiosa en el mundo.
“Con esa consciencia profunda de que somos mística, misión y profecía, hagamos memoria, celebremos y que se actualice el deseo de vivir en fidelidad a la vocación recibida”.
Al lado de los débiles y marginados
En su mensaje, la Presidencia de la CLAR también señala “dos imágenes que evidencian donde está la Vida Religiosa del Continente”. Uno al lado de las religiosas clarisas en Nicaragua que “se vieron obligadas a salir de la parcela en la que su vida”, y la otra al lado de los “centenares de migrantes emprenden el éxodo al que se han visto sometidos”.
“Esta semana, dos Monasterios de Hermanas Clarisas en Nicaragua, vieron interrumpida su evangélica paz, con el estruendo de la represión. Las desalojaron, se vieron obligadas a salir de la parcela en la que su vida, por sencilla, austera, honda y libre, es contracultural. Ahora, seguramente las abriga esa red de solidaridad que sabemos tejer las/os hermanos. Muy temprano también, centenares de migrantes emprenden el éxodo al que se han visto sometidos, por la soberbia y la intransigencia de quienes no saben ver en el distinto un hermano, un humano. Van con la mochila al hombro y la esperanza como una coraza que les abre horizontes en medio del caos”.
Vivencia autentica y plena de la vocación
Asimismo, en su mensaje la CLAR invita a responder a algunas preguntas sobre la plenitud, el sentido de la existencia, la dimensión profética y los proyectos a donde se donan las fuerzas para tener una vivencia más auténtica y plena de su vocación.
“¿Cuál es la orilla en la que nuestra existencia alcanza plenitud y sentido? ¿cuál el camino que recorremos con otras/os en busca de posibilidades más dignas de vida? ¿cuál la causa por la que permitimos que nuestra dimensión profética se haga grito o clamor, resistencia o serena esperanza? ¿cuál la apuesta trascendental que nos ubica ahí, donde la vida está siendo amenazada? ¿cuáles los proyectos a los que donamos nuestras fuerzas y energías?”.
El mensaje de la CLAR concluye encomendando a los religiosos y religiosas del continente a que, “María la Peregrina de la Esperanza, nos acompañe en el camino”.