El cardenal Robert McElroy, arzobispo de Washington, reconoció la labor de los médicos, enfermeras y profesionales vinculados a la salud que brindan sus conocimientos clínicos para devolver la salud a los pacientes, durante la XXXIII Misa Rosada celebrada en la parroquia Little Flower de Bethesda, Maryland, el domingo 30 de marzo.
El cardenal McElroy tuvo como concelebrantes a los obispos auxiliares Roy Edward Campbell y Juan Espósito-García, así como a monseñor Peter Vaghi. La homilía estuvo a cargo del padre Myles Sheehan, director del Centro Pellegrino de Bioética Clínica de la Universidad de Georgetown, quien también pidió reconocer y agradecerle a Dios por estos profesionales que, siguiendo las enseñanzas del Evangelio, sirven de forma desinteresada a sus hermanos desvalidos de la salud.
“Todos reconocemos la importancia de los profesionales de la salud en la comunidad. Ellos tienen la misión sublime de atender al necesitado, llevando conocimientos y esperanza a todos aquellos que llegan a una consulta médica”, dijo el religioso
Añadió que la Iglesia siempre reconoce y apoya a los médicos, enfermeras, sacerdotes y religiosas que diariamente se esfuerzan por ser buenos profesionales, así como buenos ejemplos de cristianos comprometidos.
“Reflexionando sobre la parábola del Hijo Pródigo es conveniente tener presente que la Cuaresma nos brinda el tiempo necesario para revisar nuestras vidas, sobre la importancia de cambiar, actuar y caminar con la luz de Cristo”, enfatizó el padre Myles Sheehan.
Finalmente, pidió que todos los fieles sigan orando por los trabajadores de la salud que prestan servicios en la jurisdicción de la nuestra arquidiócesis: “Todos los profesionales de la salud deben actuar y dejarse guiar por la fuerza del espíritu Santo”.
Desde hace treinta tres años la Misa Rosada se celebra no sólo para reconocer al personal clínico, sino también a los capellanes de los hospitales y de diversas instituciones médicas de la arquidiócesis.
Esta misa es auspiciada anualmente por John Carroll Society, una organización brinda oportunidades espirituales, intelectuales, caritativas y sociales a profesionales y empresarios católicos. Se lleva a cabo en el cuarto domingo de cuaresma. El rosado simboliza la vida y el precioso cuidado que se confía a las profesiones dedicadas a la sanación.
Reconocimientos
En esta oportunidad la John Carroll Society destacó la importante labor de la red de cuidado de salud de Caridades Católicas y el aporte voluntario que durante el año hacen enfermeras, médicos, dentistas y hospitales del área.
Dicha red con el paso de los años ha permitido reunir profesionales de diversas creencias religiones para que presten sus servicios en favor del prójimo y provee millones de dólares en servicios médicos gratuitos de especialistas, incluyendo cirugías, a miles de personas pobres.