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Cardenal Gregory ordenó a 16 nuevos sacerdotes en la basílica de la Inmaculada

El cardenal Wilton Gregory (al centro) posa con los 16 recién ordenados sacerdotes en el altar de la Basílica Nacional de la Inmaculada Concepción el 15 de junio de 2024. Foto/ Mihoko Owada

Dieciséis nuevos sacerdotes fueron ordenados por el arzobispo de Washington, Wilton Gregory, en una solemne y emotiva ceremonia realizada en la basílica de la Inmaculada de Washington, el 15 de junio de 2024, ante el regocijo de la comunidad de fe.

“Mis hermanos: el más grande y más importante encuentro con el pueblo de Dios será a través de la Eucaristía, donde ustedes permanecerán en el altar y en la persona de Cristo hacen presente el perfecto sacrificio del calvario. Jesús utilizará sus palabras y a ustedes para hacer presente este acto único de su amor”, les dijo el cardenal en su homilía.

Cada día -agregó- deben esforzarse por intentar entregar su propia vida a imitación de aquel que derramó voluntariamente su vida por cada uno de nosotros. Es ese esfuerzo por identificarse con Jesucristo, lo que debe alimentar el compromiso célibe de ustedes.

El arzobispo afirmó que el celibato no es simplemente un intento de vivir sin compañía o conocimiento carnal: “Es el esfuerzo de vivir la misma vida que Cristo y -de esa manera- señalar el reino de Dios que está naciendo a nuestro alrededor cada día”.

Hijos míos, les dijo, todos somos pecadores, como obviamente ustedes deben saber. “Hoy, sin embargo, se les ha encomendado ayudar a sus hermanos y hermanas en su trayecto del pecado al perdón”.

Imposición de manos a los 16 recién ordenados sacerdotes de la Arquidiócesis de Washington en la basílica de la Inmaculada Concepción el 15 de junio de 2024. Fotos/Mihoko Owada
Imposición de manos a los 16 recién ordenados sacerdotes de la Arquidiócesis de Washington en la basílica de la Inmaculada Concepción el 15 de junio de 2024. Fotos/Mihoko Owada

El rito

La misa comenzó con la Liturgia de la Palabra. Luego, el rito de ordenación sacerdotal comenzó con la llamada y presentación de los candidatos al cardenal. Seguidamente, su eminencia aprobó la elección y con un aplauso la asamblea -casi tres mil personas- aprobó la decisión.

Luego de la aclamación de los fieles, se hizo un examen de los candidatos y ellos hicieron sus promesas. Se acercaron al cardenal y, de rodillas frente a él, pusieron las manos entre las del arzobispo y prometieron obediencia y respeto a él y a sus sucesores.

Entonces, los presentes ofrecieron oraciones por los nuevos sacerdotes, pidiendo la intercesión de ángeles y santos. Luego de la letanía, el cardenal impuso las manos sobre los candidatos, pidiendo al Espíritu Santo que les llene de gracia y sabiduría. Después, todos los sacerdotes presentes impusieron sus manos a los candidatos. El punto importante fue cuando el cardenal, con las manos extendidas sobre los hombres de fe, dijo la plegaria de ordenación. Entonces, a los nuevos sacerdotes se les colocó la estola y la casulla -símbolos de su ministerio. Acto seguido, el cardenal ungió con el Santo Crisma las manos de los sacerdotes arrodillados ante él. Se entregan las ofrendas al cardenal y él se las presenta a los ordenados como signo de su ministerio celebrando la eucaristía.

El arzobispo Gregory les dio un saludo fraternal, así como algunos sacerdotes.

La tercera parte es la Liturgia de la Eucaristía, en la cual se ofreció la acción de gracias de la comunidad por el pan y el vino, se agradeció por el gran don que los candidatos recibieron y se ofrecieron oraciones para que sirvan al Señor en santidad y justicia todos los días de su vida.

Los ordenados: Joseph González (50), Benjamín Bralove (37), James Fangmeyer (31), Christopher Feist, Dylan Prentice (28), Isaac Sagastume (30), Conor Hardy (34), John Winslow (27), Fidèle Bimenyimana (39), Joseph Heisey (29), Greg Zingler (64), Stephen Wong (62), Joseph McHenry (32), Thong Nguyen (38), Benedict Radich (26) y Nathaniel Roberts (33).

En la ceremonia estuvo presente el arzobispo emérito de Washington, Donald Wuerl; el arzobispo de los servicios militares Timothy Broglio; el arzobispo emérito de Kingston, Jamaica; los tres obispos auxiliares de Washington, Roy Campbell, Juan Espósito y Evelio Menjívar; así como sacerdotes, diáconos y seminaristas de la arquidiócesis.

El diacono Oscar Méndez de la Iglesia San Miguel Arcángel de Silver Spring, Maryland, se hizo presente con su familia para este momento importante para la iglesia local. “Me alegra saber que hay más obreros para la viña del Señor y que la Iglesia haya confirmado su vocación como sacerdotes para la Iglesia de Washington”, afirmó junto a su esposa Cindy.

El diácono considera que la arquidiócesis es muy afortunada porque “ahora podemos contar con más sacerdotes que hablan español”. De hecho, seis de los 16 ordenados son de origen hispano o dominan el español.

El diácono explicó que los fieles hispanos van en aumento en la región. Puso como ejemplo su propia parroquia, en la cual en los últimos años el porcentaje subió de 48 a 60 por ciento. De hecho, han establecido una nueva misa en español los domingos a las 9:30AM, la cual empezará en septiembre. Información: stmichaelsilverspring.org.

Diácono Oscar Méndez de la iglesia San Miguel Arcángel, con su esposa Cindy y su hijo durante la ordenación de nuevos sacerdotes en la basílica de la Inmaculada, el 15 de junio de 2024. Foto/Andrea Acosta
Diácono Oscar Méndez de la iglesia San Miguel Arcángel, con su esposa Cindy y su hijo durante la ordenación de nuevos sacerdotes en la basílica de la Inmaculada, el 15 de junio de 2024. Foto/Andrea Acosta

Una vida transformada

El salvadoreño Samuel Rosa (44) asistió a la ceremonia con su esposa e hijas para ver el momento especial en el cual su cercano amigo Joseph González se ordenó sacerdote.

Asegura que gran parte de los fieles de Nuestra Señora de los Dolores estaban presentes con la misma intención, también feligreses de San Camilo, San Miguel Arcángel, San Marcos y de la renovación carismática.

González, también de origen salvadoreño, fomentó su fe en Nuestra Señora de los Dolores, de Takoma Park, fue líder del ministerio juvenil allí, en el grupo arquidiocesano juvenil Tira la Red (de la renovación) y en el movimiento catecumenal.

Describe a su amigo como una persona genuina, dispuesto a escuchar, que puede ver a todos por igual y dulce en el trato. “Lo que más me llamó la atención es la alegría de Joseph al relacionarse con los demás, pero lo más especial fue el amor por su madre”, dijo Rosa.

La madre del ahora padre Joseph batalló más de un año con el cáncer y falleció hace aproximadamente cinco años. “La llevaba para sus tratamientos, incluso a nivel internacional. Dejó todo para cuidar de su madre”, comentó con admiración Rosa, quien es feligrés de San Marcos y subcoordinador de la Renovación Carismática arquidiocesana.

La labor parroquial los conectó a ambos y la amistad creció. Incluso sus sobrinos son ahijados de Joseph.

Contó que compartió cuatro años con Joseph, cuando era parte del comité Salvador del Mundo y del grupo de oración de Nuestra Señora. de los Dolores.

“En esos años, toda la familia de Joseph participaba: su mama, sus tíos y primos”, comentó quien era ateo antes de entrar a la renovación.

“Es una persona que se preocupa por los demás, con quien uno se siente bienvenido”, dijo Limbert Reyes (29) en la basílica. Lo recuerda como alguien muy involucrado en el grupo juvenil de la iglesia de los Dolores.

Rosa da fe de que su amigo tiene una gran convicción en su fe y es un modelo para vivirla. “En la parroquia era un puente que unía a los diversos grupos”, dijo emocionado por la ordenación.

“Estoy contentísimo porque necesitamos más sacerdotes hispanos. Él nos va a guiar y ayudar. Ha sido líder y conoce bien los movimientos en las parroquias”, dijo quien también celebra que sea un sacerdote carismático.

Asegura que a algunos inmigrantes hispanos les falta conciencia sobre la importancia de la familia. “Nos enfocamos en el trabajo, lo cual nos genera estrés, y el estrés nos lleva a los vicios y de ahí a la ruptura de las familias”, dijo. Por eso, espera que los nuevos sacerdotes mantengan la cercanía con los fieles y caminen con la gente.

La emoción era palpable en la ceremonia, la comunidad los acoge con alegría y ya están listos para dar su primera misa en diversas parroquias de Washington y Maryland.




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