La Basílica de la Inmaculada Concepción, que cumple este año su centenario, es el centro de acogida de los hispanos del área metropolitana que llegan entusiastas a celebrar sus tradiciones con fervor y colorido.
Cada año la basílica abre sus puertas a los inmigrantes latinoamericanos para celebrar la Fiesta en honor a la Virgen de Luján en mayo, al Divino Salvador del Mundo en agosto, a la Guadalupana en diciembre.
Sus más de 60 capillas acogen a los fieles de diferentes razas y edades, incluso a turistas de otras religiones. La capilla más visitada es la de la Virgen de Guadalupe, patrona de América.
Es un refugio para los peregrinos de todo el país que cada año pasan allí la noche antes de participar en la Marcha por la Vida. Las ordenaciones de diáconos y sacerdotes se llevan a cabo cada mes de junio, también la ceremonia de bienvenida a los nuevos católicos cada mes de febrero. En ese rito de elección y llamado a la conversión continua, participan más de mil fieles y la mayoría son hispanos.
“Durante un siglo, este santuario ha sido el lugar donde los sueños de juventud se han hecho realidad, donde la misión del Señor ha ganado nuevos colaboradores, donde la Iglesia se ha visto fortalecida por las promesas que ustedes e innumerables otros han hecho para continuar el ministerio de Cristo”, dijo el arzobispo de Washington, Wilton Gregory, con motivo del centenario de las primeras ordenaciones sacerdotales en el Santuario Nacional, en la misa celebrada el 22 de agosto de 2024.
El cardenal subrayó que este santuario es donde los sacerdotes comienzan su viaje para servir a Cristo. “Este es el lugar donde una gracia vivificante les fue concedida para la santificación del Pueblo de Dios. Este es el lugar donde recibieron la ordenación y donde entregaron su vida al ministerio de la Iglesia. Es posible que algunos de ustedes también hayan recibido aquí la tonsura o la candidatura, o que hayan recibido alguna de las órdenes menores en esta capilla subterránea”, les dijo a los presentes.
Fue una Misa de Acción de Gracias en la cripta y fueron invitados a concelebrar todos los sacerdotes que recibieron las órdenes (sacerdotes y obispos) en el Santuario Nacional y otros deseosos de celebrar su ministerio sacerdotal en el marco del santo centenario.
El arzobispo comentó que el primer grupo de sacerdotes fue ordenado en 1924, seguido de una larga lista de otros que se convirtieron en diáconos, presbíteros y algunos otros en obispos en este mismo lugar. Algunos de ustedes, les dijo, han desempeñado muchos de los servicios pastorales de nuestra Iglesia en esta santa basílica.
“Este debe ser un lugar sagrado para ustedes y pueden recordar vívidamente lo que aquí sucedió. Sus corazones guardan muchos recuerdos que nacieron aquí, en el santuario de Nuestra Señora. Les ruego que, apenas entren en este edificio, esos recuerdos los llenen de mucha alegría y de profunda gratitud”, según el homilista que también es presidente del patronato del Santuario Nacional.
El arzobispo dijo que es un tiempo de regocijo, con una alegría casi navideña, para aquellos sacerdotes que tienen recuerdos de la felicidad de su ordenación y de los tiempos de servicio sacerdotal.
“Durante cien años, familias, amigos y colegas se han alegrado de los acontecimientos de ordenación que han tenido lugar en este santuario sagrado, entre los que se encuentran sus recuerdos más queridos de aquel momento en el que el Espíritu Santo de Dios compartió con ustedes el Oficio Sacerdotal de Cristo”, dijo el arzobispo Gregory.
En su homilía dijo que él y los presentes, al recordar aquel momento de la vida cuando comenzaron a vivir como sacerdotes de Cristo, la memoria del corazón los lleva al Santuario de María. “Me regocijo con ustedes en este lugar donde mi propia vida se unió a la Arquidiócesis de Washington. Qué bendición compartimos hoy todos en este lugar de oración. Hemos regresado a un lugar que nos trae recuerdos de momentos que cambiaron para siempre nuestras vidas”.
El domingo de Pascua de 1924 comenzó la vida litúrgica del Santuario Nacional con la celebración de la primera misa en la cripta. Tres meses más tarde, en junio de 1924, se confirieron las primeras ordenaciones en el Santuario Nacional. Desde entonces, se han celebrado más de 800.000 misas y casi siete mil ordenaciones.
Los actos y celebraciones por el Centenario del santuario se extenderán por un año. Es una continua celebración de los cien años de culto en el Santuario Nacional. Para más información sobre la basílica, visite: nationalshrine.org.