El arzobispo de San Juan de Puerto Rico, monseñor Roberto O. González Nieves, ha escrito una carta abierta al ex presidente Donald Trump, exigiendo que el candidato presidencial republicano pida disculpas por los comentarios racistas dirigidos a Puerto Rico, que tuvieron lugar en su mitin del 27 de octubre en el Madison Square Garden de Nueva York.
De cara a las elecciones del próximo 5 de noviembre, los comentarios del comediante Tony Hinchcliffe, quien fue parte del acto de cierre de campaña de Trump, causaron gran controversia. Hinchcliffe, cuyo tipo de comedia generalmente incluye insultos, lanzó bromas racistas y groseras tanto contra la comunidad puertorriqueña como la latina, grupos que son mayormente católicos.
"Les encanta hacer bebés", dijo refiriéndose a los latinos, antes de agregar burdas insinuaciones sexuales.
Hinchcliffe, también conocido como "Kill Tony" por su podcast, dirigió sus insultantes bromas hacia Puerto Rico. "No sé si lo saben, pero ahora mismo hay literalmente una isla flotante de basura en medio del océano. Creo que se llama Puerto Rico", dijo, al público presente.
Acto seguido, Hinchcliffe también arremetió en contra de otro grupo que tiene gran representación latina: inmigrantes en EEUU.
"Créanlo o no, yo acojo a los inmigrantes en los Estados Unidos de América con los brazos abiertos, y me refiero a los brazos abiertos de la siguiente manera", dijo Hinchcliffe mientras con sus brazos hacía un gesto de rechazo y decía entre los dientes "regrésense".
Hinchcliffe hizo otras bromas racistas contra personas de raza negra, palestinos y judíos, entre otros.
Pero, en su carta abierta, el arzobispo González Nieves, le dijo a Trump que se sintió "consternado y horrorizado" ante los comentarios del comediante.
"Puerto Rico no es una isla flotante de basura. Puerto Rico es un país hermoso habitado por gente muy noble y preciosa ¡Por ser un encanto, por ser un edén!", expresó.
El prelado -quien sirvió en parroquias del Bronx en Nueva York desde 1977 hasta 1988 cuando fue designado como obispo auxiliar de Boston- dijo al expresidente y candidato republicano que "más soldados puertorriqueños murieron en la guerra de Vietnam en el ejército de los Estados Unidos que soldados de cualquier estado en los Estados Unidos".
En la misiva el arzobispo de San Juan dijo, en nombre de los obispos de Puerto Rico, que el humor tiene sus límites.
"No debe insultar ni denigrar la dignidad y el carácter sagrado de las personas. Los comentarios de Hinchcliffe no solo provocan risas siniestras sino odios", escribió. "Este tipo de comentarios no tienen cabida en una sociedad fundada en 'libertad y justicia para todos'".
El arzobispo González Nieves expresó que esos comentarios "no promueven un clima de igualdad, fraternidad y buena voluntad entre y para todas las mujeres y hombres de todas las razas, colores y formas de vida que es la base del sueño americano. Esta clase de comentarios no deberían formar parte del discurso político de una sociedad civilizada".
Al final de su mensaje monseñor González Nieves hizo un llamado al expresidente "para que aclare que estos comentarios no reflejan de alguna manera sus puntos de vista personales o políticos".
"No basta con que su campaña se disculpe por estos comentarios. Es importante que usted mismo se disculpe por estos comentarios", concluyó el arzobispo de San Juan.
Los puertorriqueños son ciudadanos estadounidenses y representan un bloque de votantes latinos clave en los estados de EE.UU. donde residen, especialmente en Pensilvania, donde más de medio millón de puertorriqueños están registrados como votantes. Pensilvania es el cuarto estado con mayor población de residentes puertorriqueños (8%), después de Florida (21%), Nueva York (17%) y Nueva Jersey (8%), según el Pew Research Center.
Muchos medios como Univisión han reportado que la campaña de la vicepresidenta Kamala Harris condenó "el chiste, calificándolo de 'repugnante' y 'racista'". La candidata acababa de presentar una política en Filadelfia, el mismo día del mitin de Trump, centrada en ayudar a construir una "economía de oportunidades" en Puerto Rico.
Poco después de que el controvertido mitin de Trump se hiciera viral, la superestrella puertorriqueña Bad Bunny, que es conocido por ser en gran medida apolítico, sumó su apoyo a Harris, y comenzó a promover videomensajes de la candidata, compartiendolos con millones de sus seguidores en las redes sociales. Otros artistas como Ricky Martin, Luis Fonsi y Jennifer López también hicieron comentarios públicos en defensa de Puerto Rico.
Varios republicanos han condenado los comentarios en X, antes Twitter, como el senador por Florida Rick Scott, que dijo: "Los puertorriqueños son gente increíble y estadounidenses increíbles", y la diputada por Florida María Elvira Salazar, que dijo estar "asqueada" y añadió: "Esta retórica no refleja los valores del GOP".
Voceros de la campaña de Trump han intentado distanciar a su candidato de los comentarios sobre Puerto Rico, alegando que el cómico no representa las opiniones del ex presidente. Trump no se ha referido a la polémica.
El compañero de fórmula de Trump, el senador por Ohio JD Vance -que en septiembre afirmó sin fundamento que inmigrantes haitianos estaban robando y comiéndose animales domésticos en Springfield, Ohio- desestimó el incidente el 28 de octubre, diciendo a los periodistas en Wisconsin: "Creo que tenemos que dejar de ofendernos tanto por cada pequeña cosa en los Estados Unidos de América".
El senador Marco Rubio, republicano de Florida, dijo en X que Puerto Rico "no es basura", al tiempo que subrayó que "esas no fueron las palabras de Trump" y la naturaleza de la rutina cómica. Dijo: "Eran chistes de un cómico del insulto que ofende a prácticamente todo el mundo, todo el tiempo..... porque eso es lo que hacen los cómicos del insulto".
Pero para Elisabeth Román, oriunda de Puerto Rico y presidenta del Consejo Nacional Católico para el Ministerio Hispano (NCCHM), lo dicho por Hinchcliffe "no es chiste, es racismo".
"Ese comediante cruzó la raya", dijo Román a OSV News.
"Estoy sumamente molesta, pero honestamente, también, aunque no fue el candidato a la presidencia quien lo dijo, tampoco salió a condenarlo", sostuvo Román, quien agregó "ese comediante no solamente insultó a los puertorriqueños, insultó a los latinos, a los migrantes".
"Lo más que me duele fue que se rieron. Llevamos meses, quizás más años, en esta campaña política denigrando al migrante, al que no es de la cultura dominante. Ya ves cómo hablan de los migrantes, como que el mero hecho de que tenemos que salir de nuestro país nos criminaliza", dijo Román.
Para la presidenta de NCCHM es inadmisible que algo así suceda en Nueva York, donde la comunidad puertorriqueña históricamente ha sido una de las más grandes entre la población migrante. "En Madison Square Garden, en una ciudad que tiene una población puertorriqueña inmensa", dijo Román.
Para el padre José M. Santiago, un fraile dominico de la Provincia de San Alberto Magno en Chicago y capellán y director asociado de SPRED (Special Religious Development) en el Arquidiócesis de Chicago, dijo a OSV News que "oír esas palabras era como -ver a- Trump tirar toallas al pueblo cuando fue a visitar a Puerto Rico, era un sentido de irrespeto a lo que necesitaba el pueblo en ese momento".
El sacerdote puertorriqueño se refería a un incidente que tuvo lugar cuando Trump visitó Puerto Rico en octubre de 2017, tras las catastróficas consecuencias del huracán María, y lanzó toallas de papel a una multitud en San Juan.
En el caso de Puerto Rico, el incidente se ve agravado por el hecho de que Trump cuestionó la cifra oficial de casi 3.000 muertos en la isla, amenazó con vetar 5.000 millones de dólares en ayuda de emergencia cuando la isla fue golpeada por un terremoto en 2020 y obstaculizó el desembolso de 20.000 millones de dólares en ayuda para la recuperación tras el huracán asignados por el Congreso.
Para este sacerdote puertorriqueño lo que sucedió en dicho evento de cierre de campaña es inaceptable sin importar si las ofensas provienen del partido republicano o demócrata.
"No es en ningún sentido cristiano ni aceptable", expresó.